Unas nuevas plazas Altamira

En este devenir de la política, mezclada con politiquerías a granel, ya no nos asombra el vaivén de la oposición que se mueve entre la mentira y la mejor mentira; entre el pantalleo y robar mentes a base de la acción mediática despiadada, despiadada en mentiras, de las grandes empresas de la comunicación y logran crear angustias, a todos los niveles, sin importarles a quienes perjudiquen.

No les importa degenerar la expresión crítica, hasta la de jóvenes estudiantes que pudiendo formar parte del futuro soberano de la patria naciente, fortalecida en principios y valores fundamentales, prefieren, confundidos, realizar actos nobles como sus corazones, pero con sus confundidas mentes sin historia sólo llena de cuentos de familiares y de profesores perversos, anticomunistas los más, pro-imperialistas a ultranza, jóvenes, digo, que prefieren sacrificarse a favor de causas perdidas o cuestionadas.

Es verdad que un gobierno no sabe qué hacer, o nosotros mismos, ante el cuadro de unos muchachos –de paso que con unos padres alcahuetes, por supuesto– que en huelga de hambre presentan una moción de solicitud de justicia ante los injustos del mundo. O que se desgasten o que rectifiquen. Pero los líderesdueños de la mediática cotidiana los avalan volviéndolos pequeños mártires, y eso a esas edades es el verdadero éxito más cuando los oposicionistas exacerban su escualidez aplaudiendo una acción que iniciada tal vez de buena fe pasa a ser sinónimo de torpeza.

Estos chicuelos ejercen presión internacional ante las organizaciones de la injusticia americana, y mundial, apoyados en la canalla mediática de los grandes empresarios antidemocráticos de aquí y de allá. Entonces el gobierno, ahí es donde nos confundimos, acepta parte de sus absurdeces y, a mi manera de pensar, declina su fortaleza y es como salido de una película de cuentos cuando los jueces comienzan a dar libertades condicionadas dando a entender que el gobierno, que el presidente Chávez ordenó al Poder Judicial esas medidas.

Que no es más que una doble torta aun cuando se piense que a nivel de la OEA lograron bajar la presión y reducir la posibilidad de la tremenda necedad de que a Insulza se le permita venir a Venezuela a entablar conversación con unos muchachos. O con quien sea.

Por cierto habría que eliminar, antes que eliminar a la OEA o sacar su sede de USA, la figura independiente del Secretario General de la OEA. No es posible que un organismo colegiado que debe tomar decisiones en conjunto sea desplazado por un solo personaje. Si se lleva una solicitud a la OEA no es para que decida el Secretario General, sino que debe ser debatida y la respuesta debe ser colegiada. Tal vez habrá que establecer cuáles son los reclamos que deban ser atendidos.

Para finalizar considero que debe metérsele el ojo a estas huelguitas de hambre de chamos –parece que hay otra con estudiantes de la ULA, pero menos mediática- ya que por su característica sensible a la opinión pública puede generar alteraciones. La que hicieron frente a la oficina de la OEA en Venezuela tuvo adhesiones de otros jóvenes –brejeteros, diría mi abuela- huelguistas en otros estados. Yo lo veía como una pequeña Plaza Altamira que hubiese ido tomando cuerpo. De repente eso fue lo que motivó al Presidente a ordenar al ministro El Aisami a consentir con los pequeños golpistas. Y así sí apruebo la postura gubernamental. Pero habrá que echarle un parao a esa denigrante y triste expresión humana deshumana. Las huelgas de hambre deben ser prohibidas en Venezuela.

simnelacir@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2382 veces.



Simón E. Lacise R.


Visite el perfil de Simón Lacise para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: