La naturaleza agresiva del imperialismo en Haití

Hay estudios de que la ciencia en Estados Unidos puede incrementar los cambios climáticos, no los puede evitar ni regularlos, puede incrementarlos, hay películas incluso sobre la provocación de terremotos. Es de suponer que dentro de la locura militarista norteamericana, la naturaleza y su acción destructiva estén en los planes del pentágono.

Es de dominio público que desde el gobierno de Bush se proclamaron una serie de doctrinas de agresión sin previo aviso incluso nuclear con armas de bajo kilotones para represalia en masa. Todas esas doctrinas y las acciones emprendidas en consonancia con ellas, se basan en el mito de la omnipotencia de EEUU.

Si están programando terremotos, maremotos, huracanes, manipulándolos de alguna manera, tesis de difícil comprobación; lo que sí sabemos es que han experimentado con éxito armas biológicas y químicas en poblaciones enteras. Si pueden manipular la naturaleza programándola para cataclismos, habrán dado un salto inmenso en la esfera del desarrollo de la naturaleza agresiva. Por primera vez se programarían terremotos, huracanes y maremotos o controlarían su intensidad.

Parece ciencia ficción, pero, ¿Por qué no lo podrían hacer? Acaso no son capaces de clonar ovejas y humanos. Hace 50 años eso parecía ciencia ficción como: los aviones invisibles, bombas inteligentes o los viajes al espacio o al fondo del mar. Películas de ficción en su momento, realidad hoy.

Y, es que militarmente EEUU no dispone de ninguna ventaja militar considerable con respecto a Rusia y China, excepto el escudo anti misiles, otra ficción con rayos laser y misiles interceptores desde satélites en el espacio. Prácticamente medio mundo término con el monopolio nuclear norteamericano. La ventaja la proporciona la tecnología y la fuerza naval con sus portaviones, grandes blancos para misiles mar-mar o aire-mar; porque la aviación de largo alcance tampoco es patrimonio de EEUU, Rusia y China ya la tienen. Esto significo el fin de la invulnerabilidad de EEUU, ratificado el 11S.

Así, pues, en las condiciones de la nueva etapa de la crisis general del capitalismo, se manifiesta con claridad meridiana la inconsistencia de la política imperialista desde posiciones de fuerza. Es evidente que el capitalismo requiere recuperar el papel decisivo en materia de relaciones internacionales y solo lo puede hacer por ahora desde la figura de buen samaritano. El imperialismo haciendo de cordero brindando ayuda a las naciones destruidas por la naturaleza agresiva.

Los norteamericanos en Haití le apuntan a la reconstrucción aprovechándose de la situación para quedarse. Es el comercio de la industria política explotando su estado de necesidad. Capitalismo clásico, subordina inhumanamente ¿Cómo ganar estratégicamente ayudándolos? Es la característica del estafador, que siempre utiliza el también, como es sabido, las fuertes demandas psicológicas del público.

En la catástrofe del pueblo haitiano en su desesperación EEUU cita la unidad de palabra y de hecho, solo se gana la confianza de la gente aquel que cumple lo que, por su lado, exige a los demás, sin que se trate con ello solamente de la solución inmediata, la ayuda humanitaria.

Es muy difícil dejarse convencer por Obama que no ofrece la impresión de que el esta tras lo que dice con toda su personalidad, con todo su color. El que quiere inflamar a los demás tiene que empezar por arder. Obama lo consigue, se toma la molestia de agitar de un modo comprensible, visible, interesante y polifacético. Por descontado, esto supone grandes conocimientos especializados, un arsenal completo de métodos de trabajo, agitación, atención y contacto con la esfera concreta de personas a fin de convulsionar de acuerdo con el nivel de propaganda.

Moralmente es cierto, un acto caritativo es superior a un acto económico. Dar plata, medicinas, alimentos, ropa, a aquel que lo necesita sin contrapartida es caridad, pero nutriéndolos psíquicamente con la bandera norteamericana en las vituallas y con el orden en los aeropuertos de Haití. En otros términos, la vida económica del capitalismo, por definición no puede ser caritativa, no existen los dones gratuitos, no existe la economía del “don”. Hay una política, una religión del tío Sam con un don económico que, no puede ser más que un crédito a largo plazo para el pueblo haitiano.

Beneficio estratégico humanitario para EEUU posicionándose de la isla ofreciendo: reconstruir el país, instaurar la democracia, luego vendrá que, la isla es un punto geoestratégico vital para combatir el “narcotráfico desde Venezuela y el terrorismo desde Cuba o al revés”. El ideal imperial es ciertamente superior a la ayuda humanitaria en Haití.

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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