Patriotas y globalistas, los clanes del poder en los EEUU

Interesante el enfoque sobre el poder en los EEUU con la presunción que ha rodado por allí desde el año pasado respecto al enfrentamiento entre clanes políticos o grupos oligárquicos entre sí, unos abogando por un redimensionamiento de las viejas y tradicionales políticas colonialistas, de forma tal que se suavicen las aristas imperialistas de los EEUU ante el mundo y evitar así una mayor impopularización del “régimen de las libertades”; otros persistiendo en el inveterado formato de la imposición y la conquista, empeñados en una globalización de su posiciones.

Ambos preocupados, a fin de cuentas y como se comprende, por mantener efectivas sus posiciones de poder político y salvaguardar sus intereses económicos, corporativos, básicamente relacionados con la industria de la guerra y el armamentismo.

El primer clan, denominado los “patriotas” por el profesor ruso Igor Panarin (el mismo que predijo la crisis financiera desde el año 2.001 y sigue aún pronosticando una desintegración territorial de los EEUU por esta causa), está definido por un componente mayoritariamente blanco y funda su poder en el predominio que mantiene en instituciones como “las Fuerzas Armadas, el Servicios Secreto y la industria militar”.  Sus cabezas notables son el “Secretario de Defensa Robert Gates, el director de la CIA Michael Hayden y el Director de Inteligencia Nacional almirante Michael McConnell”.(1)

Su meta inmediata es, como se asomó arriba, operar cambios urgentes en la política exterior de los EEUU, de tal forma que su formato imperialista sea “más presentable” (para decirlo con una expresión del periodista Thierry Meyssan) y no se vea amenazada la prosperidad del país, precisamente en momentos de crisis financiera, como la que cursa hoy.  Renunciar al fomento del llamado “choque de civilizaciones” y esbozar que la continuidad de una política exterior aventurera puede conducir a la caída, parecen constituir al momento sus preocupaciones principales. (2)

Precisamente este clan político, encabezado por Robert Gates, es el que está detrás del triunfo de Obama (o al menos fue un factor clave) y se encuentra presto para acometer el maquillaje del aparato imperial estadounidense, exigiéndole al nuevo presidente cambios en la política en general de los EEUU.  Su tesis es la renuncia a la confrontación directa tradicional (línea del otro clan, y del derrotado McCain junto a Kissinger), proponiendo un dominio estadounidense mundial a través de representaciones, la “acción secreta (poco costosa) por encima de la guerra (demasiado onerosa)”, como acota Meyssan. (3)

Por cierto, al decir del citado periodista, Thierry Meyssan, el papel estelar de los patriotas en la presente gestión presidencial es expresión y consecuencia (no tanto expresión como consecuencia) de un cuidadoso golpe de Estado perpetrado por los militares el 18 de diciembre de 2.006 en contra de la “camarilla gobernante en los EEUU” (4), conformada por la gestión de George W. Bush y su vicepresidente Dick Cheney, ambos promotores de una política de confrontación directa, privatizadora de la guerra, fundada en el uso de grupos mercenarios, hecho que terminó por enervar la fila militar al afectar su interés corporativo.  Robert Gates, el flamante Secretario de Defensa estadounidense de la presente gestión, sería el hombre fuerte impuesto a Bush, desalojando a Donald Rumsfeld del Pentágono, tal y como lo sigue siendo hoy –¡que casualidad!- respecto de Obama.

Tanto Meyssan como Panarin coinciden en apreciar que la era que se le avecina a los EEUU es nada halagüeña, el primero pronosticando revueltas sociales para cuando se declare la bancarrota del país y el segundo anunciando fragmentación territorial como efecto de la crisis y del fementido respaldo económico del dólar como moneda imperial.  No oculta Meyssan la maquiavélica jugada del poder (blanco mayoritariamente) en los EEUU al dejar en manos de un negro lo que se supone será la conducción política de unos de los periodos más nefastos de la historia presidencial norteamericana desde el punto de vista de la estabilidad social y económica.  El negro Obama será el encargado de declara la quiebra.

El otro clan lo denomina Panarin “los globalistas” y cimenta sus posturas en la continuidad de la política colonial de los EEUU, expansiva y de confrontación directa, con el nada oculto empeño de doblegar a Rusia (otrora Unión Soviética) en su meta por controlar el mundo.  Son la élite financiera del país, con cabezas visibles en Dick Cheney y Condoleezza Rice.  Clan hoy en recesión en sus posturas belicistas, incluso a precio de que se merme la industria del armamento en su sentido tradicional, interesado ahora en salvar al imperio, evitar su derrumbe en hora tan crítica, apostando al lineamiento que se le impone ahora a Obama de hacer la guerra de manera camuflada.

Sus apreciaciones contrastan notablemente con las posturas de los patriotas y, al decir de Panarin, ya se han enfrentado en algunos tópicos.  Por ejemplo, sus aseveraciones respecto de que Irán maneja un componente nuclear militar (Cheney y Rice) fueron desmentidas por los informes de inteligencia presentados por los patriotas.  Un tanto igual ocurrió con la Guerra del Cáucaso, respecto de la cual los globalistas acusaron a Rusia de iniciar el conflicto, siendo contradichos por los patriotas y sus informes de inteligencia que presentaban a una Georgia agresora y provocadora en contra de Osetia del Sur.

Sin ir tan atrás, puede verse hoy, notablemente, cuando los patriotas con Gates comandan la gestión de Obama, cómo ha ocurrido un giro en los enfoques ideológicos, aunque comporte modificaciones en el aspecto formal y no esencial de la política imperial norteamericana:  dijo el Secretario de Defensa que más le preocupa la presencia de los iraníes en América Latina que la de los rusos mismos.  Textualmente:

“Estoy preocupado por el nivel de actividad francamente subversiva que los iraníes están llevando adelante en una serie de lugares de América Latina, particularmente en América del Sur y Central. Están abriendo muchas oficinas y frentes, detrás de los cuales interfieren en lo que está sucediendo en algunos de esos países. Sinceramente, estoy más preocupado con la intromisión iraní en la región que con los rusos.” (5)

Para muestra un botón, pues, como se dice.

Notas:

(1)  “En Estados Unidos estallará una guerra civil que conducirá al desmoronamiento del país” [en línea].  En Ria Novosti. – 26 nov 2.008. - [Pantalla 9]. - http://sp.rian.ru/analysis/20081126/118553444.html. - [Consulta:  9 feb 2.009].
(2)  Thierry Meyssan: "Presidencia USA 2008: un show antidemocrático" / entrevista por Sandro Cruz. [en línea]. En Voltairenet.org . - 26 mayo 2008. - [Pantalla 5. - http://www.voltairenet.org/article157134.html. - (Consulta: 9 feb 2008).
(3)  Op. Cit., [pantalla 20].
(4)  Vea el artículo de otro periodista al respecto, Ernesto Villegas:  “Robert Gates, ¿el poder detrás de Obama?” [en línea].  En Aporrea.org. – 22 ene 2.009. - [Pantalla 3]. - http://aporrea.org/actualidad/a70957.html. - [Consulta:  9 feb 2.009].
(5)  “[Titulares, miércoles 28 enero de 2009]” [en línea].  En Democracy Now! – 28 ene 2.009. - [Pantalla 5]. - http://i1.democracynow.org/es/2009/1/28/titulares. - [Consulta:  9 ene 2.009].

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Oscar J. Camero

Escritor e investigador. Estudió Literatura en la UCV. Activista de izquierda. Apasionado por la filosofía, fotografía, viajes, ciudad, salud, música llanera y la investigación documental.

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