La Otra Cara

F.D. ROOSVELT, en la segunda guerra mundial en uno de sus discursos anuncio sus cuatro libertades, para la construcción de un mundo mejor: la libertad de palabra, la libertada de culto, la satisfacción de las propias necesidades y, la de estar libre de miedo.

En pleno siglo XXI somos testigos de lo que ha sucedido con el capitalismo y el discurso imperial que es el mismo desde dos siglos atrás. Dentro de la tan cacareada libertad imperial que provocan un máximo de agresión e inseguridad causando una gran destrucción en su lucha contra el terrorismo, que es un pretexto más que una razón. Irak, Afganistán, Colombia, Líbano, los Prisioneros en Guantánamo, las cárceles políticas en el mundo entero, con persecuciones, terrorismo de Estado, torturas y atropellos, donde existe una base militar Norteamericana.

El símbolo Nazi se cierne sobre el águila en el escudo militar estadounidense fragmentado y roto por su discurso engañoso con armamento destructivo, hacen exactamente lo que Hitler hizo, negar la otra cara, la del fascismo que existe escondida en la cara del presidente norteamericano, déspota, arbitrario, racista, colonialista, asesina, enajenado mental.

La santa inquisición anterior y posterior e Hitler y Bush, también esta presente en países del mundo entero aliados al imperio. Jerarquía eclesiástica arrimada al poder imperial.

El capitalismo imperial negando su otra cara no sabe que hacer y se colocan en contra de si misma. Hambre, pobreza, enfermedad, carestía, epidemias, contaminación, son producto de los siglos de traficar con la vida.

El Departamento de Estado, el Pentágono, la casa blanca, son un triangulo confuso que repiten modelos anteriores de explotación y represión, niegan sus propias caras, sus mil otras caras y las proyectan hacia el Sur, al que dicen querer y amar. Ese amor termina siendo una invasión mas, destruyendo la relación y la cultura. Familias desunidas en países dependientes del FMI., haciendo fotocopias de sus limitaciones y desvalorizaciones. Mientras ríos enormes de niños abandonados, maltratados, vendidos, violados, prostituidos por los sistemas capitalistas globalizados.

Les disgusta la otra cara. Se persigue al niño que crece digno, rebelde, espontáneo, caprichoso que existe en los pueblos oprimidos y reprimidos por la globalización. Convierten al humano en despojo hacinando las cárceles, reformatorios, ancianatos y psiquiátricos.

Nuestra vida diaria en países dependientes del imperio, nos lleva a preguntarnos con seriedad lo que es vivir. Si verdad es, pasarnos la vida aceptando las mentiras, negando nuestra otra cara, negando nuestro cinismo y nuestros contextos. Negamos nuestras propias contradicciones. Contradicción que es el verdadero elemento de la existencia humana. El hombre es una mezcla extraña de ser y no ser. Su sitio esta en el polo opuesto al capitalismo.

Al negar la contradicción, se niega el crecimiento, la evolución, la realidad, la experiencia. En definitiva se niega la otra cara.

El ser humano del Sur, se ha dado la espalda a si mismo. Se ha empeñado en ver una sola cara y a terminado actualizando sus partes negadas, en culpas contra si mismo, negándose la posibilidad de ver la otra cara la del socialismo bolivariano, cristiano. Alfarista, indígena, del siglo XXI o XXII, pero socialismo

Este despertar revolucionario es una enorme responsabilidad para cada uno de nosotros, otra opción es una especulación inútil a nuestra actual realidad, conservarla, mejorarla es nuestra obligación, un mundo mejor para nosotros y las próximas generaciones, es nuestro trabajo.


rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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