¿Reunión entre Nicolás Maduro y el Senador Bob Corker?

 

  1. Del "Decreto Obama" a las Sanciones Trump

Para nadie es un secreto que el gobierno de Estados Unidos ha sido hostil al chavismo desde sus inicios. Sin embargo, como bien lo muestran los informes de la U.S. Energy Information Administration, ambos países sostuvieron relaciones comerciales ininterrumpidas a pesar de las tensiones diplomáticas. No obstante, a partir de agosto del 2017 se da un punto de inflexión, implementado por la Administración Trump, con respecto a las relaciones con Venezuela, a saber: las sanciones financieras. Por primera vez, Washington acomete severas represalias contra Caracas.

En el 2015 el chavismo tuvo una lectura equivocada del famoso "Decreto Obama", en el cual se declaraba a Venezuela como una "Amenaza, inusual y extraordinaria para la seguridad de los EEUU". El chavismo siempre había denunciado los peligros de una "intervención" norteamericana en Venezuela, al estilo de Irak, Afganistán o Libia. Según esta lectura, el "Decreto Obama" sería la antesala inmediata a una invasión. Lejos de esta realidad, el Decreto sirvió para sentar un precedente jurídico, que permitiese generar sanciones futuras contra Venezuela, a los fines de presionar hacia un cambio de modelo político en el país. Hoy en día, hay decenas de funcionarios sancionados y sanciones financieras que recaen sobre deudas, servicios de intermediación bancaria, criptoactivos y elementos neurálgicos del comercio de exportación e importación de petróleo, que agravan la crisis económica en Venezuela.

2. De la transición concertada de la Administración Demócrata a la tesis del Colapso de Trump.

"Da igual si ganan Demócratas o Republicanos" decía una izquierda latinoamericana acostumbrada a los análisis monocromáticos de la realidad. Por tanto, es imposible que en víspera de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos pudieran ver los acuerdos, negociaciones y debates tras telones en la región. Por el contrario, los altos dirigentes de izquierda si comprendían a fondo la importancia de las elecciones en los EEUU: "Si yo fuera ciudadano estadounidense votaría por Obama" dijo Chávez en una entrevista con José Vicente Rangel por el año 2012. También Fidel Castro se mostró entusiasta a la elección de Obama. Ahora bien, sin lugar a dudas, hubo fuertes tensiones entre la Administración Obama y los gobiernos progresistas de A.L, sin embargo, también hubo, al final del mandato Demócrata, tres importantes procesos de negociación con la izquierda latinoamericana liderados desde Cuba: 1) acuerdos de paz en Colombia 2) restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales Cuba-EEUU 3) Renegociación y acuerdo en Venezuela para un cambio de político en el gobierno venezolano. Se trataba del Smart Power, desplegado por un ala del establishment norteamericano, para restablecer su hegemonía en la región, cortándole el paso, por la vía de la negociación y el acuerdo a la amenaza comercial china y la amenaza geoestratégica y militar rusa.

En este sentido, sería sumamente interesante rastrear la maraña de intereses que se tejieron alrededor de las elecciones norteamericanas del 2017 y los gobiernos progresistas en A.L. y el mundo. Por ejemplo, Rafael Correa señaló en una entrevista, durante el proceso de campaña que "a Latinoamérica le sería beneficioso que ganara Trump". Aunado a esto, resulta curioso el gesto de financiamiento de la filial petrolera estatal de Venezuela PDVSA, Citgo Petroleum, a la investidura de Donald Trump. ¿Tendrá algo que ver el supuesto apoyo ruso a la campaña de Trump denunciado por el Partido Demócrata? ¿Habrá influido Rusia, socio estratégico de Venezuela y de Ecuador en materia energética, en esta posición con respecto a las presidenciales en EEUU? ¿Tendrá algo que ver la asociación estratégica entre la Exxon Mobil y la petrolera rusa Rosneft (hoy importante accionista de CITGO) con el nombramiento de Tillerson en su momento? Preguntas al aire para investigadores con vocación de detectives. A contrapelo de Correa y Maduro, Fidel Castro en uno de sus últimos escritos, en su habitual columna "las Reflexiones de Fidel", titulada "medalla de barro para Obama y Trump", en ocasión de un debate entre Clinton y Trump, ataca con mucha fuerza a Trump diciéndole que queda "descalificado como político", mientras que sobre Hillary no dice nada. ¿A qué se debió esta presunta discrepancia de posiciones entre Castro y Correa-Maduro? Otro hecho curioso, hecho viral, fue el llamado a los ciudadanos norteamericanos, de un medio oficial de Corea del Norte, a votar por Trump.

3. Donald Trump, algunos cambios en el "Estado Profundo"

Muchos analistas de la política norteamericana han utilizado el término "Estado Profundo" para señalar el lugar opaco del establishment norteamericano donde se toman las decisiones políticas más trascendentales fuera del escrutinio de la opinión pública. Documentos desclasificados y analistas independientes han realizado trabajos que demuestran nexos entre los grupos de presión (lobbies) y las políticas asumidas por las diferentes instancias de gobierno en los Estados Unidos (caso del lobby israelí AIPAC y la política norteamericana hacia el Medio Oriente, caso de la National Rifle Association y la venta de armas a civiles, caso de las "supermajors" petroleras y la industria del carbón con la derogación de leyes de protección ambiental, caso de Lockheed Martin, Boeing, General Dynamics y otras firmas de la industria armamentista, tan solo por nombrar algunos casos). Estos influencian las decisiones del Congreso, el Departamento de Estado, las agencias de inteligencia, entre otros. Por tanto, hasta ahora, el presidente de los Estados Unidos se convertía en un punto de equilibrio entre complejos intereses de corporaciones y grupos. Organizaciones como la CIA, el FBI, la NSA, la DEA, cumplían el trabajo sucio que se derivan de esas decisiones. No obstante, en la Administración Trump, la CIA toma el control del aparato del Estado, después de años de acumular poder y de reclutar a lo más avanzado de la intelligence de las academias y corporaciones vinculadas al complejo industrial-militar, personajes como Mike Pence, toman directamente el control del gobierno norteamericano.

Esto sucede cuando la hegemonía de los EEUU empieza a entrar en cuestión. Esta nueva facción de poder, diferenciada del Partido Demócrata y del Republicano clásico, ha desplegado una agresiva política exterior, utilizando los conflictos en Siria, Corea del Norte, Irán, Kurdistán, Ucrania, etc, como complejos tableros de negociación con potencias adversarias. En la región, la Administración Trump derrumbó los procesos de negociación de paz en Colombia, destruyó el acuerdo de restablecimiento de las relaciones diplomáticas y comerciales con Cuba y cierra canales para una transición concertada en Venezuela.

4. El fin del acuerdo Thomas Shannon para Venezuela

Las negociaciones con Shannon no fue la primera vez que se hace un esfuerzo de acercamiento desde Caracas con Washington. Durante el segundo mandato de Bush, después del Golpe de Estado y del Paro Petrolero, en donde el deterioro de las relaciones entre ambos países llegó a su nivel más alto, mientras que en el terreno de la diplomacia de micrófonos se mantenían lenguajes hostiles por parte de la entonces Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y los portavoces de la política exterior de Venezuela, el gobierno venezolano llegaba acuerdos permanentes con la Chevron, de allí derivaron las empresas mixtas, Petrobascan (Zulia), Petroindependencia(Faja Petrolífera), PetroPiar (Anzoátegui) y PetroIndependiente (LL-652 Lago de Maracaibo Zulia). Para la opinión pública norteamericana es bien sabido los nexos entre Rice y la petrolera Chevron desde que en el 2001 se suscitó un escándalo cuando la corporación decidió bautizar a uno de sus buques de transporte como Condolezza Rice, en honor a la Secretaría de Estado. Ahora bien, fue con Thomas Shannon que los principales actores políticos del gobierno venezolano encontraron mayor disposición al diálogo. Recordemos que la muerte de Chávez y la crisis económica, dio inicio a un periplo complejo de inestabilidad política para el chavismo en el poder.

Thomas Shannon asesorado por los estudios sobre la transición, realizados por el Eurasia Group, le apostaba a un cambio pacífico y electoral en Venezuela. Comprendió que el chavismo es un bloque de poder bicéfalo (Maduro-Diosdado) y que fracturando esta unidad lograría colocar en el gobierno a una fuerza aliada. Nombres como los de Henri Falcón y Rodríguez Torres estuvieron puestos sobre la mesa de la transición. A pesar, de que Ian Bremmer, presidente de la Eurasia Group, es uno de los teóricos de la "Weaponization of finance", "armar las finanzas", es decir, el uso de sanciones económicas como estrategia de presión política, Thomas Shannon no las consideró necesarias, comprendía que la crisis económica en Venezuela se agravaría inevitablemente y que la transición era un asunto de tiempo.

Con la llegada de Trump, el demócrata Shannon pierde fuerza y su tesis de una negociación concertada comienza a ser engavetada. Trump está ávido de trofeos en el terreno internacional, pide se aceleren las gestiones para el cambio político en Venezuela, Tillerson fue el primero en tomar el mando. La "gira Tillerson" por América Latina para hablar sobre Venezuela tuvo un impacto muy grande en la región.Sin embargo, también Tillerson llegó a emitir opiniones tibias como:"No hemos defendido un cambio de régimen, sino una vuelta a la senda constitucional". La posibilidad del retorno de la ExxonMobil y de la ConocoPhillis a la Faja Petrolífera del Orinoco fue un instrumento de negociación del gobierno de Venezuela con Rex Tillerson. La salida de Shannon y de Tillerson representa el fin de los puentes de negociación entre ambos gobiernos y el inicio de un recrudecimiento sin igual de las relaciones diplomáticas en Venezuela.

5. Cocker y el caso de Joshua

La censura internacional a las elecciones presidenciales en Venezuela y el desconocimiento del resultado electoral por parte de la oposición, profundiza, severamente, el aislamiento internacional contra Venezuela. Una nueva ola de sanciones bloquea las posibilidades del gobierno venezolano para afrontar la crisis económica interna. Nicolás Maduro ya le había propuesto públicamente a Trump una negociación, a la cual este respondió: "no nos reuniremos hasta que se restablezca la democracia en Venezuela". La detención de Joshua Holt hace que algunos sectores de poder de los EEUU se preocupen por la liberación de este ciudadano americano. El Senador Republicano, Bob Cocker, venía haciendo gestiones, a título independiente, para la liberación de Holt. El alto gobierno venezolano, vio en esta situación, una posibilidad para realizar un buen gesto unilateral, que permitiera restablecer canales de negociación con Venezuela. El gobierno pensó, que a pesar de que Bob Cocker pertenece a una corriente republicana adversa a la de Trump, este Senador posee buenas relaciones con Pence y pudiese servir para ablandar la posiciones de los Estados Unidos contra Venezuela. Sin embargo, la respuesta de Trump y Mike Pence fueron claras al respecto: las sanciones siguen.

6. El "I´ll give you enough rope to hang yourself" de la política exterior de los EEUU con respecto a Venezuela y el cruce de los dedos de Maduro.

"Te daré suficiente cuerda como necesites para ahorcarte" dice un refrán norteamericano que describe perfectamente la política exterior de los EEUU contra Venezuela. El gobierno de Venezuela vive una carrera contra el tiempo, mientras que el gobierno de los EEUU se lucra con una asfixia lenta. Con el tiempo, son cada vez más severas las sanciones y cada vez son mejores las condiciones de las trasnacionales petroleras y mineras para negociar en Venezuela. Por tanto, las sanciones se convierten en un suculento negocio, que sirve para debilitar cada día más al chavismo, a la industria petrolera nacional y a la estructura del Estado venezolano. ¡Quienes se esperan una invasión se están equivocando!, ¡los Estados Unidos nos cocinarán a fuego lento!

Por su parte, Nicolás Maduro gobierna un país que se desmorona. Una hiperinflación sostenida, un sistema de servicios básicos (agua, luz, transporte) a punto de colapsar por completo, una inexistente política de fronteras, las cuales están tomadas por poderosas mafias de contrabando en cada punto cardinal, sin que alguien haga algo al respecto, un sistema de salud totalmente inoperativo, un sistema bancario a punto de quiebra y una caída brutal de la producción petrolera. En este contexto, Nicolás Maduro solo espera tres milagros: la victoria de López Obrador en México para el 1 de julio, la victoria de Lula en las elecciones presidenciales de Brasil en octubre y el impeachment a Trump después de la esperada victoria Demócrata en las elecciones a la Cámara de Representantes y la renovación de un tercio del Senado.

De no cumplirse tales "milagros" el cerco a Venezuela terminará por generar una destrucción del país similar a la de una guerra. La incapacidad del gobierno para conducir la economía, la incapacidad de la clase política venezolana para llegar a marcos de acuerdos mínimos para el juego democrático y las corruptelas mafiosas que se tejen alrededor de cada decisión del gobierno de Nicolás Maduro, con el añadido de las sanciones, llevarán al país, luego del colapso, a un proceso de colonización que dejará en pañales a la condición de estado libre y asociado de Puerto Rico.


 

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 3242 veces.



Damian Alifa

Combatiente en la batalla de las ideas

 daalifa@gmail.com      @AlifaDamian

Visite el perfil de Damian Alifa para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas


Revise artículos similares en la sección:
Actualidad