De Jamaica al Esequibo: dos desafíos históricos del pueblo venezolano

La historia patria nos coloca frente a dos desafíos que como fervientes bolivarianos no podemos obviar. Y atendiendo las reflexiones del mismísimo Simón Bolívar expresadas en la Carta de Jamaica, debemos orientar los pasos que daremos para tener éxito en la lucha contra quienes pretenden desconocer y torpedear los objetivos estratégicos de la revolución bolivariana. Decía Bolívar:”El velo se ha rasgado, ya hemos visto la luz, y se nos quiere volver a las tinieblas; se han roto las cadenas; ya hemos sido libres, y nuestros enemigos pretenden de nuevo esclavizarnos. Por lo tanto, la América combate por despecho; y rara vez la desesperación no ha arrastrado tras sí la victoria”. El pensamiento bolivariano plasmado en la Carta de Jamaica, en 1815, se proyecta hasta nuestros días como la respuesta más acertada ante los retos de la coyuntura actual. De ahí la deuda pendiente del pueblo no solo con Bolívar sino con el pueblo mismo, porque la consolidación de la quinta república y la irreversibilidad de la revolución pasa por ser fiel al legado del Libertador y del Comandante Hugo Chávez. La unidad de los patriotas, hacer de la educación y el trabajo los procesos fundamentales para alcanzar los fines de la Constitución, hacer de Venezuela un país potencia inserta en el mundo como territorio de paz, enfrentar con éxito la pretensión del imperio norteamericano de desestabilizar nuestras fronteras tratando de apropiarse incluso de parte de ella como es el caso de la Guayana Esequiba, son desafíos históricos de los venezolanos que sin desesperación seguro coronaremos con la victoria.

La profunda reflexión de los procesos libertarios en América, la identidad como pueblo y género humano americano, la unidad continental, la estrategia política y militar a seguir y la preservación del territorio patrio fueron preocupaciones del Libertador plasmados en la Carta de Jamaica que han servido de guía programática tanto del Comandante Chávez como del Presidente Nicolás Maduro. El Presidente Chávez trabajó incansablemente por la unidad latinoamericana: la CELAC, UNASUR, PETROCARIBE son expresiones de ello, pero además fortaleció lazos diplomáticos estratégicos con presencia muy importante a nivel mundial e internamente avanzó significativamente en los procesos de inclusión social y en la unidad de las fuerzas patriotas.

Particularmente en la coyuntura actual el Presidente Maduro ha tenido que hacer valer el legado histórico bolivariano y chavista y salirle al paso con medidas contundentes a la pretensión de los enemigos de la patria de desestabilizar el territorio y la paz. El uso del territorio colombiano para agredir la moneda venezolana y generar el caos económico, deteriorar la relación comercial fronteriza formalizando el contrabando de productos venezolanos y la presencia impune de bandas criminales y paramllitares, ha obligado a proteger la patria cerrando la frontera con Colombia. Casi simultáneamente ha tenido que responder categóricamente el Presidente Maduro a la intensión del imperialismo, a través de la Guyana Británica, de apropiarse de la Guayana Esequiba.

Es la Carta de Jamaica un legado porque es un documento en el cual “las observaciones y pensamientos” del Libertador son una lección a aprender y constituye un desafío que debemos cumplir, pues hay tareas pendientes que en los momentos actuales se traducen en hacer respetar la integridad territorial y el derecho de los venezolanos a vivir en paz.

¡Viva Bolívar¡ ¡Viva Chávez¡ ¡Viva Maduro¡ ¡Viva el pueblo venezolano y latinoamericano¡



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Salvador Camacho


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