¿El sueño americano o el el éxodo por atropellos?

“La sabiduría convencional dice que la mayoría de los migrantes
latinoamericanos que vienen a EEUU lo hace en busca de una vida mejor,
inspirada en el "sueño americano", y es difícil negar que hay mucho de
cierto en eso. Pero la verdad es que el gobierno de EEUU,
históricamente, ha hecho la vida en América Latina más difícil
derrocando gobiernos, financiando atrocidades contra autoridades
democráticamente elegidas y promoviendo políticas comerciales que
socavan y golpean las economías locales de América Latina. Tal vez en
lugar de construir muros, Estados Unidos debía tratar de ser mejor
vecino”.

A esa conclusión llega un trabajo que publica el diario estadounidense
The Huffington Post con el título de “Diecinueve razones que no se
relacionan con el sueño americano por las que vienen a Estados Unidos
tantos latinoamericanos”, con la firma del periodista Roque Planas.
Aunque con omisiones tan notables como las invasiones a República
Dominicana (1965), Granada (1983) y Panamá (1989), el autor cita
algunas razones contribuyentes al fenómeno migratorio que aborda,
todas derivados de la voracidad de EEUU en sus relaciones con
Latinoamérica y sus consecuencias de pobreza, inestabilidad política y
crisis financieras recurrentes que conspiran para hacer más difícil
vivir en Latinoamérica que en Norteamérica.

Recuerda que tras anexar a Texas, EEUU precipitó una guerra contra
México que le permitió quedarse en 1848 con la mitad de esa nación.
Hoy, 33.5 millones de personas de origen mexicano viven en Estados
Unidos.
En 1898, Estados Unidos invadió a Cuba y Puerto Rico, que eran
colonias españolas. Desde entonces se apropió de la primera y
actualmente, viven más puertorriqueños en Estados Unidos que en Puerto
Rico.
En Cuba, Washington asumió el control mediante los acuerdos de
rendición impuestos a España. Tras cuatro años de ocupación militar,
la isla logró autonomía formal bajo la férula de Washington, aunque
en 1906 y en 1912 fue nuevamente invadida y ocupada. Hasta 1933, EEUU
ejerció una insólita autoridad legal dispuesta por su Congreso en
1902 para intervenir en los asuntos internos de Cuba.

EEUU invadió Nicaragua en 1912 y ocupó el país hasta 1933 cuando, tras
asesinar al líder popular Augusto César Sandino, impuso la dictadura
dinástica de los Somoza que duró décadas.
Con Woodrow Wilson de presidente, marines estadounidenses invadieron
Haití en 1915 y lo ocuparon hasta 1934.
Invadieron República Dominicana en 1916 con el pretexto de cobrar
deudas y la ocuparon ocho años.
A solicitud de la United Fruit Company, la CIA derrocó en 1954 al
legítimo gobierno guatemalteco de Jacobo Arbenz, marcando el comienzo
de décadas de cruenta guerra civil en el país.
En 1961, la CIA llevó a cabo la invasión de Bahía de Cochinos
utilizando como mercenarios a exiliados cubanos, en fallido intento
por derrocar al gobierno revolucionario, que con ello se radicalizó.
Washington ejecutó en 1964 el derrocamiento del gobierno brasileño de
Joao Goulart. Las dictaduras militares que gobernaron el país hasta
1985, asesinaron, torturaron o desaparecieron cientos de miles de
opositores y disidentes.

En 1973, el gobierno de Richard Nixon derrocó al presidente legítimo
chileno, Salvador Allende, utilizando para ello al general Augusto
Pinochet, cuya sangrienta tiranía se extendió por décadas.
En Argentina, EEUU promovió la dictadura militar de Jorge Rafael
Videla que asesinó a unas 30.000 personas y financió, por cuenta de
EEUU, un ejército fascista para derrocar al gobierno sandinista
nicaragüense llegado al poder mediante una revolución popular en 1979.
Por años, la CIA libró una sucia guerra contra los sandinistas,
financiada contrabandeando drogas hacia EEUU con conocimiento y apoyo
de la administración Reagan.
Durante la década de 1980, ejecutando programas de la CIA, militares
salvadoreños reprimieron atrozmente las luchas populares en ese país.
Murieron o sufrieron bárbaras torturas cientos de miles de personas
incluyendo monjas, sacerdotes, niños y ancianos.
En 2004, el Congreso estadounidense se negó a prohibir la venta de
armas de asalto a México, en complicidad evidente con sus adquirentes
principales, los cárteles de la droga.

Estados Unidos financió y entrenó durante los años 1960 y 1970, a los
Kaibiles, fuerza especial contrainsurgente del ejército guatemalteco
vinculada al narcotráfico, responsable de masacres y violaciones
generalizadas de los derechos humanos.
La lista de motivos para la emigración de latinoamericanos a EEUU
incluye políticas comerciales como los Tratados de Libre Comercio que
mediante la importación barata de productos agrícolas dejen sin empleo
a agricultores del Sur.
Sin que esto sirva para descargar culpas de los colonialistas
ibéricos, es preciso reconocer cuánto ha agregado el imperialismo de
EEUU a las injusticias dejadas en América por el colonialismo.


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Manuel Yepe

Abogado, economista y politólogo. Profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales de La Habana, Cuba.

 manuelyepe@gmail.com

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