La semana pasada saqué un artículo: ¡Alerta, alerta!, ¡alerta que nos invaden! ¡Todos a la calle!, y recibí solo un correo comentándolo, no como me ha ocurrido con otros menos importantes. Pero, como es costumbre, es que tuvo pocos lectores. Pareciese que, apartando a los columnistas de alta talla, casi todos los lectores se van por los títulos que muestran controversia, especialmente entre articulistas y entre revolucionarios. Ha sido continua, y ya prolongada desde 1999, la campaña de desprestigio contra Chávez y contra el proceso de cambios estructurales que adelantamos en Venezuela hacia su soberanía total, USA basada en la guerra mediática, de cuarta generación, que mina nuestra credibilidad entre la clase media y, aunque parezca mentira, en cantidades de compatriotas de las clases populares, hemos expresado -junto a montones de articulistas- que seguimos en la mira de la voracidad capitalista y que estamos expuestos a que de un momento a otro, meses, años, etc., nos invadan, ahora con más razón porque cuentan con la nueva estrategia de usar a la oposición para cometerla.
Estrategia que han usado siempre, porque la oposición -mal llamada escuálida, en vez de estólida- lejos de poseer una conciencia nacionalista son los mayores apátridas del universo. Por querer recuperar sus súper privilegios, no participan en la política de acabar con los abusos, las especulaciones, contra el enriquecimiento fácil -incluye corrupción y drogas-, y la posibilidad cierta de sacar a los pobres de su olvido involuntario, como estamos lográndolo, prefieren combatir a un hombre bien criollo y bien intencionado para esa tarea como Chávez.
Los meritócratas, especialmente los petroleros, muchos exgeneralotes, y grandes banqueros y comerciantes, han tenido como su único horizonte a los Estados Unidos de Norteamérica. Peor… a Miami. Allá hicieron postgrados, cursos de estado mayor, cursos gerenciales y conocieron el gran negocio del “capitalismo salvaje”, que incluye pertenecer a cualquier estilo mafioso incluso, según dicen de algunos, el lavado de dólares.
Era y es una meta común gustarle la moda de vestir norteamericana, viajar para el disfrute del país en sus zonas turísticas, las de los grandes negocios, comer en lujosos restaurantes, llegar a los mejores hoteles y alquilar hasta limosinas, y los más platudos a sus inmuebles adquiridos con los dólares sacados en la época de los dateados por los banqueros cuando estábamos a 5,6 u 8 bolívares por dólar. Hasta para que sus hijos se admiren. Ah y sin ver miserias.
Es peligroso porque es un monstruo que succiona todo para ellos, mientras arropa destruye. Arropa con todos sus sofisticados sistemas de detección y comunicación satelital para el espionaje; con sus flotas navales recorriendo los océanos o estacionados en madrigueras para atacar o intimidar.
Pero su mayor bombardeo, incesante, es la acción mediática. Son miles de horas agrediendo con “globoterrolocutores”, y los disimulados bajo el mismo esquema apátrida y mezquino.
Hoy 11 de setiembre están conmemorando, sin ningún tipo de vergüenza, su propia destrucción de las Torres Gemelas, en Nueva York, sin importarles asesinar a más de 3.000 personas, demoliéndolas y haciendo ver que eran ataques “terroristas” de Al Qaeda, y los pobres familiares engañados los lloran mientras escuchan a Obama y al alcalde de la ciudad, acentuando junto al los israelitas que dominan su capitalismo, el odio a lo musulmán, esperando ponerle la mano a Siria, a Irán, etc. Nosotros estamos metidos en esa clasificación. Y nos tiene una eterna campañita de que somos facilitadores del narcotráfico. De que apoyamos a las FARC y al ELN colombianos. Lo recalcan a cada rato. O sea que mediáticamente, internacionalmente, la República Bolivariana de Venezuela, especialmente el gobierno de Hugo Chávez, el gobierno antiimperialista de Chávez, es TERRORISTA Y NARCOFACILITADOR.
Fíjense la porquería que le sacaron estos días, no los voy a nombrar, a representantes de varios importantes espacios, y de poder, Fuerza Armada, Asamblea Nacional, el Parlamento Latinoamericano lo que significa, queridos camaradas, que se aproxima la justificación sobre la posibilidad de que nos invadan. Sin embargo esperan a que los “dirigentes de la oposición”, apartidas todos, hagan lo imposible, con sus líderes de pacotilla para ganar las elecciones de 2012. Para no aparecer como insultante -asunto que hacen contra nuestros dirigentes- apreciaría que entendieran que me refiero a sus pocas cualidades o condiciones de estadistas modernos y populares para gobernar una nación “Soberana” como es nuestra Patria hoy día.
Pero preocupa que las encuestas y opiniones de personeros de las encuestadoras más recalcitrantes de la oposición, manifiesten la ventaja de Hugo Chávez sobre todos ellos, hasta sobre la dama de Bush, que sin conocerles su formación intelectual pero con billete fácil y verborrea asqueantes y llenas de mentiras, como los otros, recorren la patria. Y esto hace que USA, viendo que los candidatos “opsiescuálidos” electoralmente no tienen mucha vida, pueden cambiar la estrategia y, como lo vienen haciendo, acelerar las agresiones para el desprestigio y darnos, por fin, un zarpazo.
De inmediato, el presidente Chávez organiza con su brillante ministro Maduro una reunión de cancilleres de la ALBA, buena respuesta que yo sugerí en mi artículo de la semana pasada: “Y para dar una muestra de unión, unión con fuerza, propongo que, apoyados con la ALBA, Unasur, todos quienes se quieran plegar a la iniciativa, produzcamos una protesta mundial tercermundista”. Y escuchando una tremenda opinión del periodista argentino, analista político, Luis Bilbao, y luego una entrevista a Fernando Buen Abad, filósofo mexicano, hablaba de que se requiere una movilización colectiva, agrego lo que incluí: “Entonces, camaradas, camaradas de otros países amigos -imperialistas todos porque cualquier imperialismo es negativo y dañino y hay que oponérsele-, debemos unirnos mucho más estrechamente, sólo así tenderemos fuerza y nos respetarán. Solos no valemos una mierda. Un sacudón simultáneo desde cada país con marchas y concentraciones populares, nacionalistas, mediáticamente bien promocionadas y cubiertas, con varias consignas: “NO MÁS INTERVENCIONES POR PARTE DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA, Ni La OTAN”. “NO MÁS BOMBARDEOS” “NO MÁS MUERTES JUSTIFICADAS”, “RESPETO POR LOS SERES HUMANOS” “RESPETO A LA NATURALEZA” “LLEVÉMOSLOS AL TRIBUNAL INTERNACIONAL DE LA HAYA POR SER LOS MAYORES GENOCIDAS DEL PLANETA”. Y todos los que ustedes quieran, camaradas. Elevar comunicados conjuntos de protestas y enviarlos a los países que los apoyan y a las organizaciones internacionales, aunque no funcionen –agrego que esto se lo escuché a Chávez cuando leyeron los acuerdos de la ALBA- Estas quejas y protestas deben ser mensuales, constantes, permanentes para que surtan algún efecto planetario”
Claro, no contamos con una dirigencias regionales con fuerza revolucionaria desde el alma, con el corazón, porque ya que deberíamos estar en la calle. Pero, no nos quedemos como unos pendejos.
¡PATRIA LIBRE SIN INVASORES! ¡SIN ATENTADOS A CHÁVEZ! ¡PATRIA CON RESPETO Y SOBERANÍA! ¡CARAJO!!!!!
simnelacir@gmail.com
