Premisas de análisis

Golpe de Estado en El Callao

A partir de la nacionalización del oro decretada por el Presidente Chávez, lo que venía avanzando como una evidente conspiración dentro del propio estado (ver doc. "La Conspiración Dorada del Sur", Aporrea, Laguarura.net), en estos momentos se devela en pleno poniendo sobre el tapete uno de los aspectos cruciales de lo que será el futuro político de nuestro país: la lucha descarnada por la apropiación de nuestras reservas de oro y petróleo y la complicidad interna de sectores hegemónicos dentro del estado corporativo-burocrático en construcción, enmascarado en discursiva socialista.
 
Efectivamente en estos momentos se ha desatado una lucha que ya está al borde de la violencia entre fracciones del gobierno.  Una de ellas liderizada por el Ministro José Khan quien viene utilizando toda su influencia dentro de los sindicatos ligados a la llamada FBT, y en particular aquellos ya doblegados a los inteses del grupo transnacional Agapov (sindicato de Minerven, sindicato PMG, Rusven, sectores de compradores de oro y comerciantes privilegiados) por la toma del poder dentro de Minerven y en función de controlar toda la zona del oro, ya avanzada en su mitad por el grupo Ruso. Por otro lado otros sectores burocráticos y nacionalistas, más ligados al actual presidente de Minerven Ing. Luis Herrera, tratan de retomar el control pero sin el apoyo de la gran masa minera por tratarse de sectores, en particular él, que se han distanciado por completo de las luchas reales en una zona tan crucial y conflictiva. Es una burocracia marcada por la deslealtad y la aspiración del cargo como tal, que usan los laberintos de influencia dentro del gobierno como mecanismo político de conservación de cargos, aunque contraria a los intereses de esta mafia rusa y los sectores de gobierno ligados a la línea Maduro-Khan-Rangel Gómez-Laura Paredes, lo cual objetivamente los sitúa más cerca de las fuerzas transformadoras pero sin poder de movilización. Por eso "quien pierde corazón pierde convicción" como dice el dicho.
 
La situación del oro, como bastión monetario en última instancia de una economía global en crisis, exacerba todos los barbarismos que en nuestro suelo no han llegado al desastre Libio, pero ya vemos como poco a poco nos acercamos a la situación. Sobre todo por la irresponsabilidad, la corrupción y la actitud traidora y conspirativa de sectores de gobierno que son capaces de venderlo todo por sustentar intereses que ni siquiera ellos gobiernan.  Descomponen hasta el punto del desastre nodos cruciales de gobernabilidad, en este caso lo del oro y nos van aproximando a nubarrones parecidos a la descomposición que efectivamente vivió el gobierno Libio en manos de Kadafi y sus hijos, viviendo de la leyenda de una revolución que en algún momento liderizaron y luego vendieron. Todavía hay un camino por salvar, hay una reacción posible cuya premisa es solo y solo sí los sectores revolucionarios de base rompen la pasividad y la crítica formal y nominalista que a la final no dice ni le pega a nadie. En el caso de Bolívar, esto lo confirma la victoria de la derecha en el sindicato de Alcasa. El saboteo hecho por estos sectores conspirativos dentro del gobierno ya hicieron lo necesario para facilitarle el camino a la reacción, bloqueando por completo la gestión de Elio Sayago presidente de Alcasa. Seguirán en esta línea mientras no vean controlada por su logia de poder y los sectores que representan a nivel transnacional el codiciado plantel industrial de Guayana y las gigantescas reservas al sur del Orinoco. Lo que vivivimos hay que leerlo desde el punto de vista geopolítico, es una inmensa geografía la que está en juego, siguiendo una coordenada continental de control amazónico y de Los Andes ya adelantada y diseñada por el IIRSA-Banco Interamericano,  y el golpe que actualmente avanza en El Callao, va perfectamente en esta línea.
 
El problema que tenemos es la situación concreta de una clase trabajadora que no logra encontrar camino claro de rebelión contra esta telaraña de intereses, que muchas veces la ahoga a ella misma y a muchos de sus liderazgos. El "punto claro y limpio" del simple apoyo a Chávez no les sirve como elemento de identidad suficiente, porque los factores burocráticos se apropian de esta misma premisa para ejercer una violencia cada vez más descarada y cínica contra el cuerpo colectivo trabajador. Esa identidad clasista y emancipadora hay que volver a limpiarla pero con una "carta de lucha" como principio de identidad política mucho más clara que el decir viva Chávez o solo Chávez.  Eso es precisamente lo que vienen logrando los mineros del sur en un proceso muy pero muy engorroso pero hermoso. La actitud de esta burocracia arrogante y en muchos casos ya vendida, está punto de ser confrontada por una redefinición de sí mismo del sujeto de clase: ser, quien relamente insurge contra la condena centenaria a que nos tienen acostumbrados. Contra todo nacionalismo pasivo ante el monstruo burocrático y la lógica del barbarismo transnacional, la democracia absoluta y socialista, para que nosotros terminemos de enteder en el gigantesco conflicto en que estamos metidos pienso que tendrá que salir de las selvas y los subsuelos de nuestra tierra. Cada orito virtual o real que veamos en adelante entendamos que lo produjo ese ser de libertad,.., (y hasta Mario Silva está de acuerdo).

jansamcar@gmail.com


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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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