Inteligencia artificial y las tecnologías antropomórficas : impacto y riesgos

La sociedad vive en constante evolución, así como en el pasado hubo ""fabricantes de hachas" que fabricaban de todo incluida nuestras esperanzas y sueños, hoy las TIC siguen fabricando cuanto odiamos y amamos que con sus beneficios y riesgos producen los instrumentos que cambian nuestro entorno; Y cuando aceptamos sus innovaciones y las usamos, con ello configuramos el mundo en que vivimos, las creencias por las que luchamos y morimos, los valores de los que nos nutrimos, y nuestra propia naturaleza.

Cualquier ámbito actual es el resultado de una combinación de las innovaciones, cuyo origen se remonta a varios milenios atrás. La posibilidad de leer un libro se debe a la imprenta inventada en el siglo XV. Los alimentos con que desayunó usted esta mañana llegaron al supermercado gracias al motor de explosión del siglo XIX.

La ropa que cubre tu desnudez comenzó a existir en un telar prehistórico. Esta usted vivo, quizá, gracias a algún avance medico realizado en los últimos cien años. Si contamos con que se respeten nuestros derechos civiles es porque están recogidos en leyes difundidas y aplicadas en nuestra sociedad gracias a la invención de la imprenta y a la tecnología de las telecomunicaciones. Y se tiene tendencia a menospreciar la opinión de los ancianos es en parte porque hace quinientos años la imprenta de Gutenberg degrado su posición social, al sustituir los libros a la tradición de la oralidad como principal depósito de la experiencia y el saber acumulados.

Hoy día, millones de personas del Tercer Mundo, sobreviven gracias a la higiene y a la medicina, pero también se mueren de hambre. Paradójicamente, los países desarrollados utilizan al mismo tiempo sus inmensos recursos tecnológicos y científicos para pavimentar y asfaltar gran parte de sus tierras cultivables.

Hoy lo que tenemos que hacer además de familiarizarnos con el proceso mediante el que la tecnología cambia las mentes, es asumir una posición crítica ante el desborde de las tecnologías por mantener y controlar el poder y los privilegios con grandes costos sociales, económicos planetarios.

Ante el surgimiento de la Inteligencia Artificial (IA) la tecnología ha dado un gran salto cualitativo entre las tecnologías; se puede hablar de las tecnologías entre un antes y un después de la IA.

Según el filosofo galo Éric Sadin (2021) las tecnologías antes de la aparición de la IA eran prótesis humanas, es decir herramientas que permitían mayor efectividad en la realización de nuestras labores, donde a través de las PC, calculadoras, tablas, pero ahora la IA se nos plantea como un régimen de verdad "la que dice lo que es correcto y lo que es incorrecto".

Así, como ocurre con todo lo novedoso, la IA maravilla y entusiasma con el poder de sus algoritmos que controla determinada base del conocimiento para emular razonamientos y acciones humanas con precisión de asombro moldean cada vez la vida humana; así como las valoraciones las formas de pensamiento, las decisiones, las organizaciones políticas y lo que podamos o no conocer gracias a los "agentes digitales" son sin ninguna duda el desafío del siglo XXI lleno de un anti humanismo radical nunca visto.

Ese estado de asombro, según Sadin citado por Ramírez (2021), es a la vez y sobre todo, un estado de engaño, cuyo poder está, principalmente, en la dificultad de advertirlo como tal, porque ya estamos moldeados digitalmente. Ante esto podemos preguntarnos donde queda la cuestión acerca de la neutralidad de la técnica. Agrega Sadin, que la definición de IA se remonta a muchos años atrás, pero esos cambios no son como los de antes, ahora son cambios que presenta la indexación de datos, además de la manipulación de la información tanto individual como colectiva.

La escritora Kate Crawford en su obra intitulada Atlas de la Inteligencia Artificial (2022) nos detalla del porque la IA no es inteligente ni es artificial; dentro de sus descubrimientos se encuentran que la IA es finalmente una tecnología de extracción, que esta impulsando una gobernanza no democrática, incrementando la ingenuidad, siendo erróneo el que la IA corresponde meramente a una acumulación de algoritmos matemáticos colocados de manera etérea en la nube"; de hecho explica, que esta funciona al extraer grandes cantidades de datos, trabajo humano y factores que incluyen energía, agua y minerales. La IA no es una innovación tecnológica neutral ni objetiva ni tampoco es una fuerza espectral o incorpórea sino una verdadera industria de extracción global que implica grandes proporciones a nivel planetario.

Al preguntarse de cómo se "hace la IA" se puede afirmar que todo comenzó desde mediados de la década de 2010 cuando la IA comenzó a expandirse aceleradamente como campo académico y como industria, siendo lo cierto que un gran número de compañías tecnológicas poderosas hace uso de la IA, y sus sistemas son aclamados y lo peor que sucede por los riesgos que eso implica es su aclamación como superior a la inteligencia humana (IH).

Además, no pocos son los que plantean de que Ia referida IA es solo una ideología del dualismo cartesiano: la mente es una computadora y viceversa; es lo que se limita a ser entendida como inteligencia incorpórea, tendencia muy acentuada de liberarla de cualquier relación con el mundo material.

La IA es un certificado de poder y son sistemas diseñados puestos a disposición y servir a intereses dominantes ya existentes, siendo su deseo capturar el mundo y de instituir otra forma de conocimiento.

La numerosa información sobre la IA nos habla solamente de la instrumentalización de la tecnología, pero muy poco o nada del impacto de las mismas y lo que eso significa en el garantizar la vida en el planeta ante los momentos de crisis climática profunda. Según Tung Hui Hu citado por Kate Crawford (2022) refiere que "la nube es una tecnología de extracción extensiva de recursos, que convierte agua y electricidad en poder computacional, dejando tras de sí una cuantiosa cantidad de daños medioambientales que luego oculta a la vista". (pág., 74). Lo cual significa que lidiar con esta infraestructura de uso intensivo de energía se ha vuelto una preocupación fundamental; las emisiones de globales de gases de efecto invernadero para el año 2030 tan sólo en las demandas eléctricas de los centros de datos habrán aumentado 15 veces.

La huella de carbono continua presente en los modelos de procesamiento de lenguaje natural (PLN), esbozaran algunas estimaciones ejecutando modelos de IA durante cientos de miles de horas computacionales. El equipo de Strubell de la University of Massachusetts Amherst descubrió que, al ejecutar un solo modelo de PLN, se producían mas de 600.000,00 toneladas de emisiones de dióxido de carbono, lo cual es equivalente a toda la vida útil de cinco automóviles a gasolina o a 125 viajes de ida y vuelta desde Nueva York a Beijing. (Crawford, 2022).

Es bueno alertar y dar a conocer que los centros de datos se encuentran entre los mayores consumidores de electricidad del mundo; según la autora precitada las empresas Microsoft, Google, Amazon, Alibaba, Tencent y GDS otorgan licencias de sus plataformas de IA a compañías de combustible fósiles para ayudarlas a ubicar y extraer combustibles del suelo, lo que impulsa todavía más a la industria hacia una mayor responsabilidad en el cambio climático antropogénico.

Al realizar el presente escrito sobre el impacto de las tecnologías y la Inteligencia artificial sobe la Educación se hace en el entendido que al hacer referencia a la educación lo hacemos porque la educación forma parte del quehacer histórico del hombre y todo es antropogénico. Las tecnologías y la inteligencia artificial obedecen y son parte del proceso social de la humanidad, la cual muchas veces es la gran afectada por el mismo hombre; obedece al anti humanismo radical que afecta derechos fundamentales para la existencia como el derecho al agua.

Precisamente el derecho al preciado líquido también tiene su historia sobre el verdadero uso de la IA; según cálculos estimados de la ONU "un déficit del 40% de los recursos de agua dulce para 2030, sumado al aumento de la población mundial, están dirigiendo al mundo hacia una crisis mundial del agua.

Otras de las ideas falsas de que la IA es incorpórea y a pesar de que las tecnologías digitales y la nube se consideran inmateriales erróneamente, requieren enormes cantidades de agua.

Como cualquier otra máquina, un ordenador convierte la energía eléctrica que lo alimenta en energía térmica lo que se conoce como el efecto Joule; lo cual significa que los centros de datos, que contienen decenas de miles de estas máquinas, requieren evacuar este calor y mantenerse fríos para ofrecer unas condiciones aceptables para du funcionamiento. (Lechelle y Benoit, 2022). Para logra el enfriamiento consumen menos electricidad, pero se incrementa el consumo de agua, lo cual es pan para hoy y hambre para mañana. Para contrarrestar esto se debe romper el pacto de silencio acerca de los centros de datos y el consumo de agua.

La historia del agua en USA está llena de batallas y pactos secretos y, al igual que ocurre con la computación, estos acuerdos se han mantenido en secreto.

La geopolítica del agua ahora está profundamente mezclada con los mecanismos y las políticas de los centros de datos, la computación y el poder, en todos los sentidos. Según Crawford (2022), en la zona desértica de Utah, el consumo estimado de 1,7 millones de galones de agua al día así lo indica. Desde las áridas laderas que asoman al depósito de datos de la National Security Agency (NSA), toda la impugnación y ofuscación sobre el agua tienen sentido: este paisaje tiene limite y el agua que se usa para enfriar los servidores se la están quitando a las comunidades y a los hábitats que la necesitan para sobrevivir.

Hoy el mundo es testigo de la presencia y vive la plena época de la digitalización del conocimiento, donde lo cotidiano este marcado por la cultura digital- ello a pesar de las grandes desigualdades que rebosan en la era digital:

Hoy en el mundo desarrollado se viene realizando de manera acelerada llamada inteligencia artificial, la cual según no pocos autores e investigadores no es ni inteligente ni artificial; estamos en presencia de un desarrollo asimétrico que suele ser inherente a los países menos aventajados; actualmente el 17% de la población mundial unos mil trecientos millones de personas, no tiene acceso a los beneficios de la segunda evolución industrial, y mas de la mitad de la población mundial no está conectada a internet. Según Moran Reyes (2022) "una cosa muy cierta es que esta cultura se manifiesta como uno de los giros mas determinantes sobre la actualización y defensa de los Derechos Humanos referida a la seguridad, a la educación, a la información".

Por último, hacemos referencia a la posible existencia pedagogía digital que citando de nuevo a Moran (2022) "podría pensarse que con el solo hecho de situarnos en un ecosistema de digitalidad nos encontramos permeados por algún tipo de pedagogía digital, como si este proceso se agotara solo a través del acceso y el manejo de las tecnologías digitales…pero vivir en una sociedad soportada por tecnologías digitales, cuya dinámica se define por sistemas informativos, no presume una compresión de los efectos de esta cultura, y los determinantes que se han vuelto estas herramientas para las capacidades cognitivas".

Por tanto, se requiere de una epistemología digital que partiendo de profundas reflexiones acerca de lo digital (y mas allá) y no sea únicamente un esfuerzo intelectual por ampliar un espectro de aplicación (es decir pensar de manera critica las tecnologías digitales para avanzar en su compresión).

Se trata de una vertiente que estudie como las tecnologías digitales condicionan la forma en cómo se adquiere conocimiento, pero a la vez tener presente las circunstancias sociales y culturales en las que se genera algunas creencias y la circulación de la información, a través de la interacción continua y compleja entre el espectro analógico y el digital.

Estamos ante un gran riesgo para el planeta Tierra, pues gracias desarrollo de la IA, éste se ha convertido en lo que Mizen Labban citado por Crawford (2022) ha llamado la "mina planetaria"; el cambio climático antropogénico ya esta bastante avanzado y no es tan y no es tan fácil llegar a conocer las profundas raíces humanas y materiales que tienen los sistemas IA, pues esos costos permanecen ocultos y protegidos por las leyes de propiedad intelectual.

Fuentes:

Crawford, K (2022). Atlas de la Inteligencia Artificial. Poder, política y costos planetarios. Fondo de Cultura Económica.

Lechelle Yann y Benoit P. Romper el pacto de silencio: Los centros de datos y el consumo de agua. Revista Cloud Computing: 26 de julio 2022

Moran Reyes. La epistemología digital como puente entre la alfabetización digital y el derecho a la información (2022). Investigación bibliotecológica, 36(91), 193-206.Epub 15nov2022.

Ramírez, A. Éric Sadin. La Inteligencia Artificial o el desafío del siglo. Anatomía de un anti humanismo radical. Revista de filosofía versión On-line ISSN 0718-4360. Vol. 78; Santiago, dic 2021.



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Heriberto Rivera


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