Una mujer excepcional
El comité editorial en pleno conoció su quehacer en la lucha social y en pro de mejorar la salud del paciente en general y en especial de enfermos de lepra. La conocimos como compañera de estudios de postgrado y luego como profesora y compañera de trabajo. Cuando nos aunamos en este camino de la Dermatología, ya ella había realizado un largo trecho; en la universidad, en las calles, en la lucha social por calidad de vida del menesteroso.
Estaba comprometida con los enfermos de lepra no solo por su dolencia sino por su entorno social, situación económica, psicológica y posibilidades reales de tratamiento.
Ingresó a la "Leprosería de Cabo Blanco" como residente lo que representó un hito en su vida profesional; guerrera para defender la justicia del enfermo y sus ideales. Palpó las condiciones en las que se encontraban los pacientes de lepra y las leproserías que eran manejadas con la idea de aislar en forma radical a esas personas provenientes de toda la geografía venezolana
Con el Dr. Jacinto Convit ingresó en un equipo humano excepcional de médicos. Luchó por el establecimiento de las sulfonas como recurso terapéutico y luego en el programa de poliquimioterapia de la Lepra, y en la inmunoterapia impulsada por el Dr. Convit. Decidió ampliar su conocimiento científico y ya después de varios años de graduada, en 1973 ingresa a realizar el postgrado de Dermatología del "Instituto de Biomedicina Jacinto Convit", posteriormente se encargó de la jefatura del Servicio Central del MSAS en lepra y otras enfermedades infecto-contagiosas dermatológicas como leishmaniasis y oncocercosis. Con caminos no siempre paralelos, sabíamos que no era "medias tintas", tenía un objetivo y lo consiguió; acabar con las leproserías en Venezuela y disminuir los pacientes con enfermedad de Hansen logrando que tuvieran mejor calidad de vida.
A sus hijos Vladimir, Carlos, Leticia, su hermana Estela, con la cual hemos compartido muchos quehaceres del Instituto demás hermanos, primos y amigos entre los cuales nos incluimos queremos ofrecer nuestras más sinceras palabras de condolencia.
Nacarid, que en Paz descanses
Por el comité editorial
Jaime Piquero Martín, Rolando Hernández Pérez, Félix J Tapia, Ricardo Pérez Alfonzo, José Hernández.