1 abril 2019 - Eran las 7 de la mañana en el Fundo La Guacharaquera, el sol tenía poco tiempo de haberse puesto por completo y Alexander Méndez, Danny Mújica, Vladimir Sánchez y María Martínez (nombre ficticio) tenían rato faenando en el conuco cuando fueron abordados por 4 hombres armados quienes los sometieron y dispararon a los rostros; solo María, quien logró escapar, sobrevivió a la masacre.
Los campesinos formaban parte del programa Plan Chamba Juvenil - Vuelta al Campo para producir en el latifundio improductivo de más de mil hectáreas, ubicado en la parroquia Las Cruces, municipio Guanarito, estado Portuguesa.
Tony Gómez, miembro de la Plataforma de Lucha Campesina (PLC) en Portuguesa, organización que acompaña a los familiares de los productores asesinados, indicó que el pasado 23 de marzo los campesinos habían denunciado a Paúl Soto Vivas, terrateniente y antiguo dueño del fundo, por amenazarlos con “desaparecer uno por uno” de una lista de 11 personas si no desalojaban los terrenos.
Detener la impunidad
Con el asesinato de los 3 productores del Fundo La Guacharaquera, son 19 los muertos por sicariato campesino en menos de 9 meses, desde que la Marcha Campesina Admirable (MCA) se reuniera con el presidente Nicolás Maduro el 2 de agosto del año pasado.
Tony Gómez , manifestó que la Plataforma Lucha Campesina clama por justicia en los casos de sicariato campesino, “es una manera de frenar el miedo que tienen los habitantes del campo en producir”.
Por otro lado, una sentencia judicial en contra del sicariato permitiría frenar la impunidad que autoriza a los antiguos terratenientes y a sus cómplices acabar con la vida de los productores y las productoras agrícolas.
Las autoridades del estado hicieron acto de presencia en el sitio de suceso e indicaron que iban a realizar las pesquisas necesarias para capturar a los asesinos de los campesinos. Gracias a la superviviente, se pudo identificar a los autores materiales, ahora falta el autor intelectual que apunta al terrateniente, Paúl Soto Vivas.
