Se trata de una respuesta a la noticia publicada por el diario La Nueva España, en la se informaba de que el dueño de los apartamentos de turismo rural Camino Picos de Europa, en Cangas de Onís, había logrado que cerrasen ese gallinero al probar que el cacareo de los animales sobrepasaba los decibelios permitidos en el municipio.
“Esta noticia me llamó la atención”, explica el pastor en el vídeo publicado en su cuenta de Facebook. “A los inquilinos del hotelito rural les molestaba el canto de los pitos porque cantaban en horas intempestivas. ¿Qué horas son intempestivas, majos?”.
Cañedo comenta que esas horas para él son las tres de la mañana, cuando los inquilinos molestan con la música. “Están en el jardincito, ‘chunda, chunda, chunda’, y ¡nunca nadie protestó! Pero que un pollo cante a las siete de la mañana cuando sale el Sol es lo normal. ¿Para que venís a un pueblo a hacer turismo rural? Encima lo llamáis turismo rural. ¿A qué venís?”, pregunta.
No solo critica la actitud de quienes denunciaron, sino también la de José María García, el propietario del establecimiento. Le recuerda “que lo rural tiene unas características determinadas: las gallinas cantan, las vacas cagan y los tractores meten ruido”.
“Cuando vas a Madrid o a Oviedo, ¿se te ocurre ir al dueño del hotel a protestar porque meten ruido los coches o pasan los camiones de la basura a las dos de la mañana? ¿A que no se te ocurre?". También explota contra el juez que tramitó la denuncia.
