Cinismos de la Iglesia Católica y sus fieles

Programa “De primera mano” del 22 de octubre de 2007 en RNV canal 6.30 AM. (transcripción libre de Mariela Sánchez Urdaneta ). Especial para Aporrea.org

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I. Desmontemos el mito hipócrita de que la muerte lo lava todo

Comenzaré con un comentario corto acerca de la muerte del cardenal Castillo Lara referido a la hipocresía que nos han inculcado hacia la muerte, hipocresía que compartimos sin darnos cuenta de que se nos manipula con ésta. Parto de la idea de no desearle la muerte a nadie. No sé si eso será cristiano o no pero en todo caso considero humano no desearle la muerte a nadie. Pero a quienes por estos días dicen que no hay que desearle la muerte a nadie, les recomiendo no andar deseándole entonces la muerte a unas personas a cambio de llorar la muerte de otras. Hoy los mismos que lloran la muerte de Castillo Lara son quienes le desean la muerte a Chávez todos los días y hacen fiesta cada vez que intuyen que Fidel puede morir... Así pues, somos coherentes o no somos. Y me refiero a la hipocresía porque ahora resulta que Castillo Lara es ejemplo de ser un gran venezolano.

Pero, ¿para quién puede ser un ejemplo Castillo Lara? ¿qué hizo ese cardenal por el Pueblo venezolano, por los pobres y los explotados? Castillo Lara fue un político ensotanado de tinte reaccionario al servicio de los ricos terratenientes, rentistas, y hacendado él mismo. ¿Quién fue Castillo Lara sino uno de los dirigentes del Vaticano en una de sus épocas más sórdidas, época de mafia fascista, de historias de drogas, del Banco Ambrosiano, de muerte sospechosa del Papa? ¿Y qué fue Castillo Lara sino un abierto enemigo de este proceso democrático, de construcción de una Venezuela soberana, libre, en la que el Pueblo al fin recibe los beneficios sociales que se le han adeudado por siglos y que los gobiernos adecos y copeyanos que él apoyó, le negaron, masacrándolo incluso en el Caracazo? Porque se murió Castillo Lara (como moriremos todos), ¿hay que olvidar entonces todo lo que hizo y describirlo como un “ejemplo” para los venezolanos? ¿o no decir nada malo acerca de él, porque no se puede decir nada malo de los muertos? Esa es una conducta hipócrita. El hecho de morirse no cambia lo que se fue en vida. En vida fuimos lo que fuimos en vida, la muerte simplemente interrumpió ese proceso. Pero el hecho natural de la muerte no limpia todo lo que pudo haberse hecho en vida.

Esa conducta hipócrita se manifiesta en muchos casos. (Dejo claro que no me refiero a Castillo Lara, quien sólo fuera un político hipócrita y reaccionario. No fue un dictador derechista ni fue un asesino. Pero fue amigo de quienes sí lo fueron, de dictadores fascistas y asesinos como Franco y Pinochet, con quienes se ha pretendido hacer lo mismo: hacerlos pasar por unos viejitos inocentes de cabellos blancos, de ochenta o más años, temblorosos y de quienes hay que olvidar los crímenes cometidos u ordenados porque son viejitos inocentes. como si envejecer fuera algo que dependiera de él y no simplemente una regla natural. Ahora mediáticamente todo viejito fascista que muere es sacralizado.

Y cuando muera Bush, ¿se dirá también que fue un gran hombre? Sin ir muy lejos, cuando muera Carlos Andrés Pérez ¿se dirá también que no mató ni desapareció a nadie, que no robó un centavo, que no tuvo relación con el Caracazo y que también fue un gran venezolano?

Les recuerdo que esos hipócritas que proclaman que Castillo Lara fue un hombre ejemplar son los mismos que celebraron el asesinato de Danilo Anderson, los mismos que mandan a matar a revolucionarios bolivarianos, a dirigentes campesinos y luego salen llorando por Castillo Lara; son los mismos hipócritas que hoy, cuarenta años después del asesinato del Che Guevara (que vivió y murió luchando a favor de la dignidad y de la soberanía de nuestros Pueblos) lo acusan de asesino (al “asesinado” lo convierten en “asesino”), van a la misa fúnebre de Castillo Lara y, al salir, se dirigen al Pico El Águila a caerle a tiros a la estela en homenaje al Che. Pura hipocresía. Pero mientras exista injusticia y se luche por un mundo mejor, ahí estará el Che vivo como una referencia heroica para el mundo (y de Castillo Lara nadie se acordará).

Hay muertos de la derecha, los de los ricos; y hay muertos de la gente que quiere justicia y libertad, que son los muertos del Pueblo. Y a cada quien le duelen sus muertos. Pero desmontemos el mito hipócrita de que la muerte lo lava todo. Como si morirse de viejo en la cama de ochenta o noventa años tuviera algún mérito. Ahí no hay mérito: se trata de un fenómeno natural que no cambia nada la historia. (Lo único sería una muerte voluntaria: por ejemplo, que un Franco o un Pinochet, mucho antes de convertirse en viejitos canosos que dan como lástima, cuando están en la plenitud de su poder, esos dictadores decidan suicidarse porque tomaron súbita consciencia de su obra malvada. Esa muerte lavaría algo porque hubo un reconocimiento de que se estaban cometiendo crímenes).

Hago estos comentarios para que se reflexione. Pongo en evidencia las mentiras, las manipulaciones que nos han inculcado desde siempre y que seguimos compartiendo a pesar de ser revolucionarios; no hay que estar necesariamente de acuerdo con lo que digo, pero sí debe reflexionarse. Espero no escandalice demasiado lo que voy a decir: si Castillo Lara, cardenal de la Iglesia Católica, era en verdad un cristiano y creía en el Infierno, debería estar allí; pero estos obispos y cardenales no son cristianos porque no creen en lo que predican, no creen en Dios ni en el diablo. Predican esas ideas concretamente para someter a los ingenuos, manipularlos y así explotarlos mejor: “Pórtate bien en este mundo, obedece a tus amos, sé humilde, déjate explotar, déjate robar... y entonces conocerás el Reino de los Cielos”. Pero ellos mismos no creen en lo que predican porque actúan exactamente a la inversa: explotan, engañan, manipulan, le sirven a los explotadores, algunos incluso violan niños, niñas y adolescentes inocentes, beben y comen bien ¡pero son la voz de Dios y hablan en su nombre!

(Ningún católico o cristiano debería creer en el Infierno si pensara de forma coherente. Porque si creen que Dios es infinitamente bueno debería parecerles absurdo que ese Dios bueno sea tan malo que castigue una corta vida de maldad (sesenta, ochenta años) con una eternidad en el Infierno. Esto pone a Dios como un ser brutal e injusto.

Por último, no se mal interprete mi crítica porque yo sé que hay sacerdotes honrados, monjas honestas ¡y hasta obispos! que creen en la justicia, que están al lado del Pueblo, que tratan de que la Iglesia Católica sea diferente de lo que es, que le sirva de verdad a los pobres y a los explotados. Por ellos y por ellas tengo respeto aunque no comparta ninguna de sus ideas religiosas. No me refiero en absoluto a ese tipo de sacerdote o de monja honrada ni deben darse ellos o ellas por aludidos con mis palabras. Me refiero aquí a curas, obispos o cardenales como Castillo Lara, Lückert, Porras, Velasco, Urosa y tantos otros que, si creyeran de verdad en Dios y en el castigo eterno para los malvados, no actuarían como actúan porque temerían ir al Infierno. Además, a estos supuestos representantes de Dios, ¿quién los eligió? ¿cuándo y cómo los eligió Dios?

II. Enredos y manipulaciones del documento de la Espada Espiritual venezolana

Analizaré hoy la “Exhortación del episcopado venezolano sobre la propuesta de Reforma Constitucional”, joya que no tiene desperdicio. Se sabe que estos altos prelados católicos, serviles de la IV República, enemigos del Pueblo, enemigos de la revolución, cómplices del golpe de Carmona, del sabotaje petrolero, de las guarimbas y de todos los intentos de derrocar al presidente Chávez, porque su línea es la misma y su hipócrita “Exhortación” la refleja. Justo por ser un documento de la Conferencia Episcopal ante un pueblo que es en buena parte católico, que todavía respeta a esa Jerarquía enemiga de sus propios intereses y que todavía cree que esa Jerarquía tiene autoridad moral para darle pautas de conducta, es conveniente desmontar las mentiras. Sin embargo, no tengo tiempo para analizar en detalle el documento; sólo me detendré en lo que parece más abiertamente cínico o manipulador.

“Los Arzobispos y Obispos de Venezuela, como ciudadanos y como legítimos pastores de la Iglesia...”. Así comienza. Tengo años denunciando esa expresión de “pastores”. ¿Ellos se sienten pastores y los católicos están destinados a sentirse las ovejas y a ser tratados como tales? El rebaño balando detrás de los pastores y a la oveja que se sale del rebaño con el cayado se la devuelve...

“... compartiendo con el Pueblo las angustias y esperanzas...”. Qué hipocresía. Ellos, que viven reunidos con los ricos, que le sirven a los ricos, que no les importan las zozobras ni los pesares ni los azotes del Pueblo, entonces ahora ellos comparten las angustias del Pueblo. ¡Justo a ese Pueblo que desprecian, al que traicionaron desde que le sirvieron a sus enemigos utilizando su prestigio religioso, su sotana, para manipularlo! Sumemos el hecho de que cristianizan a los niños muy pequeños para después poderlos dominar, manipular y hacerles creer cualquier concepto absurdo o mentira. “Ponerlos a comulgar con ruedas de molino”, como se decía hace algunos siglos.

“... Nuestra contribución tiene el propósito de iluminar, desde una valoración ética...”. Esto es cinismo puro. ¿Cuál ética? ¿cómo se atreven estos políticos de derecha –ensotanados- a hablar de ética? Ellos, representantes y líderes de una Iglesia en profunda decadencia, de una Iglesia que ha traicionado los valores de defensa de los sectores populares que dicen defender, de una Iglesia que sirve a los ricos, que miente a diario, que tiene un alto número de curas pedófilos y de autoridades eclesiales ¡hasta cardenales implicados! encubriendo esas perversiones sexuales, una Iglesia que desprecia y somete a la mujer, una Iglesia que ha apoyado todas las vagabunderías y los crímenes de la derecha, que recibían dinero de Lusinchi, esa Iglesia va a iluminar éticamente ¿a qué?

“...Fundamentamos esta iluminación en los principios y criterios del Evangelio, de la Doctrina Social de la Iglesia...”. Sin comentarios porque esta mentira la he desmontando en otros programas y tomaría mucho tiempo hacerlo ahora. El hecho es que en el presente aman la Constitución de 1999 igual que toda la derecha venezolana. Recordemos que ellos llamaron a rechazarla y votaron por el “no” en 1999 (hasta algunas maestras afirmaban que en sus escuelas no entraría la Constitución Bolivariana).

“...hemos examinado la relación entre el contenido de la Reforma con las exigencias de la persona humana, su conciencia, su libertad, sus derechos, su dignidad, y con la concepción cristiana de la mayoría de la sociedad venezolana”. El papel aguanta todo. Sólo apunto que la concepción cristiana de los católicos venezolanos poco tiene que ver con el derechismo antipopular que la Conferencia Episcopal encarna.

“... una Constitución es un pacto social, el resultado de las deliberaciones, discusiones y acuerdos...”. ¿Y qué es nuestra Constitución Bolivariana sino el producto de una serie de deliberaciones, discusiones y acuerdos en los cuales ellos participaron en 1999? ¿Y qué es el proyecto de Reforma Constitucional sino un proyecto que se debate (la discusión se está dando pero ellos no quieren participar porque no tienen razones suficientes) con la participación de todo aquel que quiera participar haciendo críticas y observaciones; incluso provienen del propio movimiento chavista porque no todo el mundo está de acuerdo con todas los artículos y es normal que sea así; no podemos estar de acuerdos todos todo el tiempo sobre toda cosa; tenemos opiniones divergentes, críticas, etc. pero estamos de acuerdo con el conjunto de este proyecto porque sabemos hacia dónde va y no perdemos de vista el bosque viendo los arbolitos. Se está discutiendo, se está debatiendo para que luego esa Reforma sea llevada a consulta popular y sea la mayoría de los venezolanos la que decida si está o no de acuerdo y, si está de acuerdo, esa Reforma se convertirá en parte de la Constitución. Eso es democracia.

Es el colmo del cinismo que esta jerarquía católica venga a dar clases de democracia. Y sobre todo pretender darle clases de democracia al Pueblo venezolano de hoy, a ese mismo Pueblo que salió en masa el 12 y el 13 de abril, desarmado, jugándose la vida exigiendo el regreso del presidente Chávez, a derrocar la dictadura fascista de Carmona y la serie de militares traidores que esa misma Jerarquía contribuyó a “nombrar” y luego todos juntos celebraron en Miraflores. Muchas veces hemos visto las imágenes en televisión y en cine sobre la huida, corriendito como ratas asustadas, del Palacio cuando cayó la dictadura de Pedro el Breve. ¡Y quieren dar clases de democracia! (Esto podrían hacerlo algunos grupos de derecha que de alguna forma han participado de instituciones democráticas representativas aunque sean instituciones manipuladas y falseadas, autoritarias y asesinas como AD y COPEI).

No. El caso de la Iglesia Católica es peor. La Iglesia ha sido, es, y todo indica que seguirá siendo, una institución por definición, por estructura, por concepción, una institución antidemocrática, autoritaria, enemiga de cualquier tipo de democracia. Porque una institución que se pretende de origen divino –y no de origen popular-, que fue instituida supuestamente por Dios a través de varias mediaciones, y que recibe órdenes e instrucciones solamente de Dios, órdenes que sólo ellos entienden y transmiten al resto de las ovejas para que entiendan lo que ellos (los pastores) quieren que entiendan y hagan, es una institución estructuralmente antidemocrática, enemiga de la discusión, enemiga de la consulta, enemiga de la voz del Pueblo, enemiga del respeto y la decisión de las mayorías. Como se sabe, ningún dogma religioso es decidido por las mayorías. El dogma se impone desde la Autoridad única. Por eso se creen iluminados (como bombillos celestiales), autorizados por el propio aparato de la Iglesia Católica para imponer su voluntad y convertirla en la Palabra Divina. Y como es la Palabra de Dios hay que calársela y al que no quiere calársela, antes lo quemaban y ahora lo execran y lo calumnian a través de los medios de comunicación.

Así es la Iglesia Católica como institución que se pretende de origen divino, lo cual –entre otras cosas- les permite no rendirle cuentas a ningún humano porque su poder viene de Dios. Es una institución que se impone al Pueblo, al que considera una manada de ovejas baladoras, sin que el Pueblo tenga en esa institución ningún otro papel que el de recibir instrucciones, normas y luego obedecer, balando. Obedecer como obedece el esclavo al amo y las ovejas al pastor.

La Iglesia Católica se ha opuesto durante toda su historia de casi dos mil años a la democracia. Ese concepto estaba satanizado. ¡Y ahora pretende que siempre fue democrática aprovechando que el Pueblo no conoce la historia! Recordemos el pasado. Del siglo XIX, cuando se luchaba por la democracia, por que el Pueblo fuera realmente partícipe de las decisiones políticas y no simplemente un borrego (como ocurría en los regímenes feudales que la Iglesia Católica tanto apoyó) hay que leer y revisar lo que fueron las furibundas encíclicas del Papado contra la democracia; las calumnias que tejieron contra la democracia, las innumerables excomuniones para los católicos liberales (ni siquiera demócratas) republicanos, excomuniones para quienes apoyaban la República frente a la Monarquía, y peor aún, para quienes apoyaban la democracia sosteniendo que el poder venía del Pueblo... cuando según ellos sólo puede venir de Dios.

¡Como para que hoy la Iglesia Católica dé consejos de democracia!

(Cierto es que con el tiempo esa Iglesia se ha adaptado pasando del feudalismo al capitalismo; y continúa adaptándose para quedarse en el poder y perpetuar, a través de la manipulación ideológica, que las masas balando obedezcan a quienes los dominan como ocurre hoy).

Además a la Conferencia Episcopal le gusta un tipo específico de democracia: la representativa, autoritaria y burguesa. Otra democracia en la que el Pueblo aprenda a razonar, a discutir, opine, critique y piense no les interesa porque se les acabaría el “dogma”, se les terminaría el dominio porque cuando las ovejas se alzan, los pastores tienen que refugiarse en una embajada o en el propio Vaticano.

Esta es la situación por la cual la Iglesia Católica falsifica una suerte de vocación democrática y se permite dar consejos de democracia, por cierto, consejos que ella misma no practica. Lo primero que han debido hacer estos hipócritas es comenzar por ser demócratas ellos mismos, por democratizar su propia Iglesia, por transformar su institución supuestamente divina. Son el partido político (con todo, los partidos políticos están sujetos a ciertas normas y reglas democráticas) del cielo aquí en la tierra. Y como tiene origen divino ese partido es de Dios, lo manda Dios y el programa político lo pone Dios y las ovejas deben obedecer. Ahí no hay democracia así es que tienen que empezar por democratizar, por transformar su institución en una democrática y luego que vengan a discutir con los demás acerca de democracia...

“Un modelo de Estado socialista, marxista-leninista, estatista, es contrario al pensamiento del Libertador Simón Bolívar...”. Esta es una mentira descarada. Aquí se está construyendo –y hay una discusión abierta- una sociedad democrática porque el socialismo es verdadera democracia. O la verdadera democracia es socialismo y no otra cosa. Aquí se está construyendo una sociedad democrática que ni siquiera se define como marxista, y mucho menos como marxista-leninista. Esto simplemente lo escribe la Conferencia Episcopal para aterrorizar con consignas trasnochadas a los ciudadanos. Y como ahora la idea es involucrar a Bolívar en todo lo que hacen (para manipularlo) plantean que el modelo que se está construyendo es contrario al pensamiento del Libertador. Pero ellos saben perfectamente que Bolívar es anterior al marxismo; saben que Bolívar murió en 1830 cuando Marx apenas tenía doce años; saben que en esa época no había ningún marxismo-leninismo porque Lenín nació en 1870 y tampoco nació leninista; se hizo marxista en el camino y luego aportó ideas al marxismo). ¡Por favor no traten de seguir engañando a este Pueblo venezolano, al cual ustedes mismos volvieron ignorante para continuar nadando sobre esa ignorancia, manipulada a su divino antojo.

Bolívar insistió, en ese mismo Discurso de Angostura que citan, en que el gobierno que se debe buscar es aquel que le garantice la seguridad social a la mayoría, que le garantice la mayor felicidad, que le garantice la mayor suma de derechos y de estabilidad. Eso es lo que empata, conecta, con este proyecto democrático participativo y protagónico. Bolívar no se opuso a reelecciones indefinidas; Bolívar habla de un gobierno permanente, un gobierno que quiera permanecer en el poder –está hablando de una suerte de tiranía- y no dice sobre que un gobernante pueda ser reelegido. Léanlo completo para que se den cuenta de que Bolívar no dice esa frase.

Además el presidente Chávez no está proponiendo ser un monarca. Chávez simplemente está proponiendo tener el derecho –como distintos gobernantes de esos países europeos que se autodenominan democráticos- de lanzar de nuevo su candidatura junto con la de otros candidatos. Si la gente se cansa de él porque piensa que lo está haciendo mal, vota por otro candidato y se acabó. Simplemente está planteando el derecho a poder proponerse como candidato, es decir, a ser reelecto sucesivamente hasta que el Pueblo ya no vote por él. Basta pues de tantas trampas y mentiras de parte de esos políticos ensotanados.

Otra manipulación: “... en la sociedad socialista que se propone no tendrían cabida los no socialistas”. Hay que repetirles: socialismo es democracia plena, popular; en ella caben y se expresan todos. (¡hasta conspiran sin que les pase nada!).

¿Saben donde sí no cabían los socialistas y los comunistas? En la sociedad venezolana de antes, en la sociedad de Gómez, que la Iglesia Católica apoyó; en la de López Contreras, en la de Pérez Jiménez; en todas esas dictaduras que ellos apoyaron. Particularmente en el período de López Contreras se le negaba la nacionalidad a los comunistas. O en la IV República (que la alta jerarquía católica también apoyó) que persiguió, encarceló, asesinó, torturó y desapareció a un gran número de revolucionarios, muchos más de mil casos documentados.

La alta jerarquía católica apoyó a todos esos gobiernos y bastante dinero recibió por el apoyo. Incluso desde su propia perspectiva religiosa de los Evangelios son unos falsos cristianos: Jesucristo andaba descalzo rodeado de pescadores, vestía humildemente y vivía de limosnas. ¿Y de qué vive la Iglesia Católica? ¡Será de limosnas del Estado porque el Estado les da cada año bastante dinero también! Y viven en la opulencia. Observen (por televisión incluso) cómo vive el Papa en el Vaticano y observen si tiene relación con el vivir de san Pedro quien, según el manipulado Evangelio de san Mateo, recibió de Cristo la idea de que fundara una iglesia (que nunca fundó) y que Pedro era la cabeza de esa iglesia (que no lo era tampoco).

La alta jerarquía católica venezolana concretamente vive en el poder, en la buena mesa, y es cómplice de los ricos para ocultar las hipocresías de los ricos y las hipocresías propias y también la doble vida que llevan muchos de ellos...

La infame “Exhortación” continúa criticando uno a uno diversos artículos de la propuesta de Reforma. Crítica que hacen: “desde el punto de vista de la democracia y de los derechos democráticos”. ¡Bravo! Por lo menos, son una banda de farsantes que no solamente manipulan y mienten sino que –repito- pretenden darle clases de democracia al Pueblo venezolano, perteneciendo ellos a una institución que a través de su historia ha sido enemiga de la democracia; es una institución antidemocrática.

Después hablan de “persona” y de “libertad”. ¡Lo que faltaba! Sostienen que “... Dios nos ha creado como personas libres”. Esa frase la sostiene ¡nada menos! que la Iglesia Católica, cómplice de la esclavitud desde los propios tiempos evangélicos. Leamos la segunda epístola de Pedro (2, 18): “Siervos, sed sujetos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y humanos, sino también a los rigurosos”, es decir, amen a sus amos en dócil esclavitud. ¡Qué importa que sus amos los maltraten y torturen! Obedezcan a sus amos independientemente de que sus amos sean malvados. Entonces, ¿a cuáles personas “libres” creó Dios? La Iglesia ha defendido la esclavitud como obra divina, como voluntad de Dios, hasta no hace mucho tiempo.

Aquí en América la Iglesia Católica defendió y sancionó como obra divina la esclavitud de los africanos, de las poblaciones traídas para ser esclavos en América. Y esa Iglesia Católica bautizaba a los esclavos y les pedía resignación y obediencia a sus amos, como hacía Pedro dos mil años atrás. Si se portaban dócilmente como ovejas, balando en lenguaje cristiano, irían al cielo por toda la eternidad...

Ahora se dan cuenta de que Dios los hizo “libres”. ¿Y qué pasó entonces con el Espíritu Santo que los “ilumina”? ¿se quedó dormido diecinueve siglos? Los cardenales y obispos venezolanos quieren hacer pasar esta frase demagógica y tramposa como si esto hubiera sido verdad para la Iglesia durante su trayectoria. ¿Hasta cuándo van a seguir creyendo que la gente es ignorante porque los sacerdotes se las arreglan para volverla ignorante desde muy pequeños llenándoles la cabeza de fantasías, mentiras y mitos haciéndoles creer que esa es la Palabra de Dios y después los tienen mareados para el resto de su vida porque no saben despegarse de eso.

Otra barbaridad racista: “... que Dios libera porque Dios liberó a su pueblo”. ¡Y hoy en el siglo XXI todavía esa jerarquía católica afirma que Dios tiene un pueblo! Si según ellos mismos Dios es el creador de todos los pueblos, es el creador de toda la humanidad, ah, pero resulta que tiene un pueblo suyo, favorito. Habría que entender primero qué es ser pueblo favorito porque eso ya lo plantea la Biblia con el pueblo judío y resulta que esa misma Iglesia estuvo aislando y masacrando a los judíos durante casi veinte siglos. Ahora resulta que los judíos se siguen apoyando en esa idea para decir que ellos son el pueblo favorito de Dios lo que significa entonces que ese pueblo judío (masacrado por los cristianos como ya dije) ahora tiene el derecho a quitarle las tierras a los palestinos y a masacrarlos a diario. Es decir que bajo el mando del sionismo, los sionistas judíos tienen derecho a liberar a los palestinos de sus tierras, de sus vidas y de sus propiedades sin siquiera la esperanza de ir al cielo porque, como son musulmanes, no van al cielo.

¿Entonces a qué se refiere la Iglesia Católica aquí al hablar de su pueblo? Si no es el pueblo judío, ¿es el cristiano? Pero el pueblo cristiano no es todo el pueblo humano! el pueblo cristiano es una partecita de la humanidad. ¿Y los musulmanes, los shintoístas, los ateos y los miles y miles de millones de personas del mundo que no son cristianas? ¿esos no son pueblos de Dios? ¡Que a estas alturas de la historia humana que estos cardenales y obispos seudo demócratas vengan a decir que Dios tiene un pueblo! Porque o Dios tiene a todos los pueblos y todos los pueblos son de Dios y se supone que Dios los creó o Dios, si tiene un pueblo no es ningún Dios, es el dios de un pueblo y entonces es un dios tribal, como era el dios del Antiguo Testamento.

Más adelante para terminar, los arzobispos y obispos meten dos contrabando insólitos: “...Conforme a la enseñanza de la Iglesia, el pueblo, y no el Estado, es el centro de toda la vida social...”. Puro cinismo apoyado en la ignorancia de los cristianos, de los católicos, que no conocen la siniestra historia de su propia Iglesia. En esa larga y sórdida historia de crímenes, que es la historia de la Iglesia cristiana, y católica particularmente, el pueblo ha sido formado por ella como una dócil masa de ovejas ignorantes que no tienen derechos y que está hecha para obedecerles.

En verdad el modelo de sociedad de la Iglesia ha sido el Estado, y no el pueblo como dicen. El Estado cristiano basado en la teoría medieval papal de “Las dos Espadas” (la Espada Espiritual, la superior, que es el Papa y la Iglesia, y la Espada Temporal, la material, sujeta a la Espiritual, se encarga de poner el orden que esa Iglesia defiende. La Espada Temporal -el Emperador- se encarga de mantener la explotación, de apresar y quemar vivos a los rebeldes, de las persecuciones, de la cristianización forzosa (porque ni el Papa ni la Iglesia querían mancharse de sangre), de las cruzadas, de la Inquisición. Todo el pueblo sometido a ese dogma, a ese poder y a esa voluntad que se presenta como voluntad del Dios cristiano (que ellos definen además como Dios de la vida y que en buena parte de esa historia siniestra de la Iglesia ha sido mucho más Dios de la muerte que Dios de la vida).

¿Cuántos millones de personas fueron torturadas, cuántos millones de asesinados, de encarcelados, de quemados vivos, de ahogados, ha costado imponer a la fuerza ese Dios intolerante, absolutista, de represión y de muerte que ellos –repito- presentan como Dios de la vida? Si existe un Dios no puede ser ese Dios intransigente y de pensamiento único... ¡Como si la Conferencia Episcopal tuviera un pensamiento abierto! Como si la Iglesia pudiera saber otra cosa que no fuera el dogma que impone la Autoridad religiosa. ¡Como si la Iglesia Católica no fuera el mejor modelo de pensamiento único que impone a sangre y fuego su dogma arcaico como única verdad!

Y terminan con este diamante. Luego de sus análisis, la Conferencia Episcopal considera que el proyecto de Reforma Constitucional es “...moralmente inaceptable a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia”. De ese modo ¡ellos son los iluminados e iluminadores, los guardianes morales de la libertad y de la democracia! pero que en realidad no pasan de ser sino unos mentirosos derechistas y enemigos del Pueblo. Se escudan en la ignorancia de la gente y envueltos en su sotana predican una moral que ellos mismos no practican para prevalerse de la confianza que todavía buena parte del Pueblo sano e ingenuo les tiene, porque fue educado desde la más temprana infancia en la obediencia a la sotana y en la engañosa creencia de que esos ensotanados representan la voz de la Justicia y la voluntad de Dios.

Un último asunto. Ni siquiera son cuidadosos al citar a sus supuestas fuentes y maestros. Citan mal a Mateo. Se refieren a Mateo 5, 12 y dicen: “Bienaventurados los que trabajan por la paz”. (Pareciera que hablaran sobre las Naciones Unidas). Sé que esto es una manipulación moderna, reciente, en las nuevas traducciones del Nuevo Testamento; he revisado varias de ellas, nunca hablo sin saber de qué estoy hablando, y así aparece. “Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Aquí critico la manipulación permanente de los textos sagrados porque siempre dicen que el Evangelio es la Palabra de Dios y, como acaba de ratificar Ratzinger, el papa Benedicto XVI, no se le puede modificar ni una coma. Pero resulta que ellos mismos modifican esa Palabra de Dios muy a menudo, siglo tras siglo. No han hecho otra cosa sino manipular esos textos. Si ellos creyeran de verad que ese texto es sagrado, que fue obra de Dios o que fue inspirado por el Espíritu Santo, no lo tocarían. No tendrían veinte siglos manipulando la Palabra del Espíritu Santo para modernizarla y adaptarla a sus intereses y que parezca más o menos moderna y actual. Es decir, hacerla pasar por Eterna. La traducción tradicional, la que se encuentra en biblias anteriores, dice: “Bienaventurados los pacíficos” y no “Bienaventurados que trabajan por la paz”.

Además el Jesucristo evangélico no era precisamente un amante del trabajo ni llamaba a trabajar.

El Jesús evangélico es un predicador. Habla, predica; no trabaja. Y en Mateo 6, 25, 34 dice, incluso, que no hay necesidad de preocuparse por el mañana porque si Dios alimenta a los pájaros que no trabajan y si Dios viste a los lirios del campo, que tampoco trabajan, con unos plumajes hermosos que le darían envidia al propio Salomón, ¿por qué entonces el hombre ha de preocuparse por el mañana? De tal manera que la actitud que muestra Jesús en los Evangelios no es la de alguien que esté trabajando por nadie y mucho menos trabajando por la paz. Es mucho más coherente hablar de “pacíficos” que de “trabajadores de la paz”. (Como llamar a las prostitutas, trabajadoras sexuales: forma hipócrita de tratar un tema para encubrir las cosas no queriendo ofender a nadie. Lo que ofende es la sociedad que crea estas situaciones, y no la palabra que se utiliza.

Encima, la referencia que dan de Mateo está equivocada. Ya sea porque “trabajadores de la paz” o “bienaventurados los pacíficos”, la referencia es Mateo 5, 9 y no Mateo 5, 12, como citan. (Estos hipócritas recuerdan lo que habría dicho Jesús en Mateo 23, 27, cuando habla de “sepulcros blanqueados” que parecen hermosos por fuera pero que por dentro están podridos y llenos de huesos y de toda inmundicia. Sólo que los hipócritas de la Conferencia Episcopal ni siquiera son hermosos por fuera).

Es lamentable que esa Iglesia Católica venezolana se pretende vocera moral, defensora del Pueblo no siendo otra cosa que un instrumento, una institución al servicio del poder más reaccionario, de los ricos, enemiga del Pueblo al cual pretende abusivamente representar sin que nadie (salvo la educación temprana de los niños en la religión) la haya elegido como vocera de un Pueblo que, por cierto, cada vez se despega más de esa hegemonía, de esa hipocresía y que quiere tener sus propias creencias, sus propios dioses, sus propias esperanzas sin tener que pasar por una institución cada vez más podrida como la Iglesia Católica venezolana (que cada día conocemos mejor), que cada día tiene menos autoridad para pretender imponer su voluntad como voluntad divina y convencer a la mayoría de la población venezolana de que esos son sus intereses, y no los verdaderos intereses que se defienden del lado de la revolución y del proceso de cambio, del lado del gobierno del presidente Chávez.

III. Si la Reforma Constitucional es cristiana, los no cristianos no tendrían por qué apoyarla

La respuesta que el ministro Lara le dio al documento de la Conferencia Episcopal Venezolana me pareció insatisfactoria, que cae en una trampa. Responde el ministro que la Reforma sí es cristiana y que está dirigida a concretar los ideales de Jesús de Nazareth. Yo creo que esto es un error. Seguimos mezclando la religión con la política y hacer de la política, religión. No nos podemos salir así del terreno de la Iglesia. Que la Iglesia se meta en política y actúe como un partido político, no puede tener como respuesta la actitud política de meternos en la religión y de evaluar las cosas políticas en términos religiosos. Esta no es una Reforma Constitucional cristiana. Y no tiene por qué ser una reforma cristiana. Ni es cristiana ni es no cristiana.

La Reforma Constitucional simplemente es justa, una Reforma que beneficia a la mayoría del Pueblo y eso basta. La Reforma Constitucional es laica. Tiene que ser laica y su justificación es social, humana. Una justificación que no debe ser religiosa. Nosotros los venezolanos y venezolanas no vivimos en un convento medieval sino en un país moderno. Aquí se trata de la sociedad civil y no se trata de una sociedad de clérigos. Si queremos de verdad evitar que la Iglesia Católica siga haciendo política y actuando como un partido político lo mejor es que nosotros nos circunscribamos a lo político y que defendamos todas las cosas justas que estamos haciendo porque son justas desde el punto de vista social, porque corresponden a los intereses del Pueblo y después que cada quien las evalúe.

Porque si la Reforma Constitucional es cristiana, los no cristianos no tendríamos por qué apoyarla.

La Reforma Constitucional es social, democrática, y todos los que defienden los intereses del Pueblo tienen que apoyarla independientemente de que sean religiosos o ateos, católicos o no católicos. Basta con que sean venezolanos y que quieran que el Pueblo tenga cada vez más poder para apoyar esta Reforma Constitucional. Dejemos entonces la discusión religiosa para evitar que la Iglesia Católica (o cualquier otra) como contrapartida, se meta a hacer política y no tengamos argumentos para refutarla.



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Vladimir Acosta

Historiador y analista político. Moderador del programa "De Primera Mano" transmitido en RNV. Participa en los foros del colectivo Patria Socialista

 vladac@cantv.net

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