Víctimas de la delincuencia marchan hacia la Ciudad de México

El poeta y activista mexicano Javier Sicilia encabeza la "Marcha por la Paz" que salió de Cuernavaca, rumbo a la Ciudad de México

El poeta y activista mexicano Javier Sicilia encabeza la "Marcha por la Paz" que salió de Cuernavaca, rumbo a la Ciudad de México

Credito: AP

23 de Enero - Cientos de víctimas de la delincuencia y sus familiares iniciaron el jueves una marcha de cuatro días hacia la Ciudad de México para protestar por la ola de asesinatos y desaparecidos que dejó 35.588 muertos en el país en 2019.

La marcha es encabezada por el poeta Javier Sicilia, cuyo hijo fue asesinado en 2011. Ese año Sicilia encabezó un movimiento nacional de víctimas que se enfocó en encontrar a los cerca de 61.000 desaparecidos en México.

En esta ocasión, familiares de nueve mujeres y niños con nacionalidad estadounidense y mexicana que fueron asesinados en noviembre pasado en el estado de Sonora se integraron a la marcha, la cual partió de la ciudad de Cuernavaca y llegará el domingo al Palacio Nacional de la capital.

“México está en llamas, sus caminos anegados de sangre y fosas”, dijo Sicilia mientras encabezaba a unas 400 personas al iniciarse la marcha. El activista, conocido por dar abrazos, dijo que la política de “abrazos, no balazos” que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha implementado contra la delincuencia no está funcionando.

Con la medida el mandatario pretende evitar confrontaciones con los cárteles del narcotráfico, al tiempo que promete programas sociales a largo plazo para reducir la pobreza y el desempleo. López Obrador también ha propuesto una amnistía para delincuentes comunes.

“Para que el presidente nos entienda, no somos sus enemigos, sino enemigos de la violencia”, dijo Sicilia. “Sin verdad, ni justicia, hoy la amnistía significa impunidad y olvido. Lo único que habrá es más infierno”.

“¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, gritaban los manifestantes, refiriéndose a sus familiares desaparecidos. Cargaban pancartas y letreros, incluyendo una enorme bandera mexicana que tenía impactos de bala pintados.

Un contingente de ciudadanos con nacionalidad estadounidense y mexicana vino desde los estados de Chihuahua y Sonora, en la frontera con Estados Unidos, donde nueve mujeres y niños fueron masacrados el pasado 4 de noviembre, ataque que según las autoridades fue perpetrado por narcotraficantes.

Julián LeBarón, quien perdió amigos y familiares en esa emboscada, dijo que el gobierno ha fracasado en proteger a la sociedad, y le niega a la ciudadanía el derecho a defenderse a sí misma.

“Necesitamos empezar a involucrarnos todos para enfrentar el problema de la violencia”, dijo LeBarón. “Nos hemos dado cuenta que votar no nos da las soluciones que necesitamos”.

LeBarón dijo que los miembros de la comunidad con doble nacionalidad en el norte del país se han visto obligados a vivir bajo el yugo de los cárteles durante años; en 2009 su hermano Benjamín fue asesinado por miembros del crimen organizado. LeBarón dijo que espera que miles de mexicanos se unan a la marcha en la Ciudad de México para exigir una mayor seguridad.

“Lo que tenemos aquí es un ejemplo de cómo superar al miedo en la unidad”, dijo LeBarón.

A pesar de que el objetivo es mantener la protesta al margen de la política, Sicilia condenó otras políticas implementadas por López Obrador.

Pidió que se suspendiera el proyecto de construir un tren en la península de Yucatán hasta que se les permita votar al respecto a las comunidades mayas en la región, y también condenó la detención de cientos de migrantes centroamericanos que intentaron ingresar horas antes en una caravana.

 



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