Hablemos de fascismo

Hemos oído hablar, digo la mayoría de los Venezolanos en los últimos 20 años del fascismo, calificando un sector radical de un sociedad en descomposición y me ha llamado la atención cuando me he dirigido a unos amigos a preguntarles que es el fascismo y la respuesta no me ha convencido por carente de razones filosóficas que solo me demuestran que repiten como loros.

Bien hoy quisiera filosofar sin ser filósofo como los Roberto que de eso si saben, para tratar de entender un poco de donde proviene esta corriente que identifica acciones y comportamientos de un sector de la derecha Venezolana , digo derecha aunque esa definición no sea exacta , tendríamos que definir a que se llama derecha en política, a no ser que como pienso sea un término antagónico con las izquierdas que han luchado siempre contra lo normal de la sociedad que ha mandado desde el poder por el poder del dinero y la sociedad imperial o real, bien pero para no alargar el tema y derivarnos sin motivo podemos decir que:

El fascismo es una ideología y un movimiento político de carácter totalitario y anti-democrático que surgió en la Europa de entre guerras desde 1918 hasta 1939 creado por Benito Mussolini. El término proviene del italiano fascio (‘haz, fasces’), y éste a su vez del latín fascēs (plural de fascis), los signos de la autoridad de los magistrados romanos.

Se ha caracterizado históricamente (sobre todo en la Italia de Mussolini y en la Alemania de Hitler) por la exaltación de valores como la patria o la raza para mantener permanentemente movilizadas a las masas, lo que ha llevado con frecuencia a la declaración de guerras y a la opresión de minorías (judíos, gitanos, homosexuales…).

El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo el Estado totalitario y una economía dirigista,1el fascismo de la Primera Guerra Mundial como una revolución que trajo cambios masivos a la naturaleza de la guerra, la sociedad, el Estado y la tecnología.

El advenimiento de la guerra total y la movilización total de la sociedad habían creado la distinción entre civiles y militares. Una "ciudadanía militar" surgió en la que todos los ciudadanos se involucraron con los militares de alguna manera durante la guerra.

La guerra había dado lugar al surgimiento de un poderoso estado capaz de movilizar a millones de personas para servir en primera línea y proporcionar producción económica y logística para apoyarlos, además de tener una autoridad sin precedentes para intervenir en la vida de los ciudadanos. Para ello es importante la destrucción de los partidos y los sindicatos. La democracia y el voto se consideran métodos inútiles, aboga por un sistema con un partido político único.

El fascismo se caracteriza por eliminar el disenso; el funcionamiento social se sustenta en una rígida disciplina y un apego total a las cadenas de mando, llevar adelante un fuerte aparato militar, cuyo espíritu militarista trascienda a la sociedad en su conjunto, junto a educación en los valores castrenses un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos.2

Los fascistas creen que la democracia liberal es obsoleta y consideran que la movilización completa de la sociedad en un Estado de partido único totalitario es necesaria para preparar a una nación para un conflicto armado y para responder eficazmente a las dificultades económicas. Tal estado es liderado por un líder fuerte—como un dictador y un gobierno marcial compuesto por los miembros del partido fascista gobernante—para forjar la unidad nacional y mantener una sociedad estable y ordenada.

El fascismo rechaza las afirmaciones de que la violencia es automáticamente negativa en la naturaleza, y ve la violencia política, la guerra y el imperialismo como medios que pueden lograr el rejuvenecimiento nacional. Los fascistas abogan por una economía mixta, con el objetivo principal de lograr la autarquía mediante políticas económicas proteccionistas e intervencionistas.

Se presenta como una «tercera vía» o «tercera posición»3 que se opone radicalmente tanto a la democracia liberal en crisis (la forma de gobierno que representaba los valores de los vencedores en la Primera Guerra Mundial, como el Reino Unido, Francia o Estados Unidos, a los que considera decadentes) como a las ideologías del movimiento obrero tradicional en ascenso (anarquismo o marxismo, este último escindido a su vez entre la socialdemocracia y el comunismo, que desde 1917 tenía como referente al proyecto de Estado socialista que se estaba desarrollando en la Unión Soviética); aunque el número de las ideologías contra las que se afirma es más amplio:

El fascismo tiene sus enemigos agrupados en estos tres frentes: el social-comunista, el demo liberal-masónico y el populismo católico

El Fascismo va cambiando de ideología según se necesita; va creando diferentes condiciones hasta crear un proyecto de guerra y de autoritarismo; elimina la oposición a punta de tortura y se asocia con la burguesía y la gente más rica para suprimir el movimiento obrero.

La historia somera del fascismo:

Hitler, toma el fascismo y los tecnifica a gran escala, hasta convertirlo en un proyecto bélico gigantesco, montado en la teoría nietzscheana del "superhombre" en reemplazo de Luperca, la loba mitológica que amamantó a Rómulo y Remo.En 1933, la historia junta a Hitler, como el Führer (líder, jefe) y Mussolini, como el Duce (guía, conductor).

Ambos con un espectacular manejo de las masas, logran hipnotizar a la gente, meterle en la cabeza sus ideas, llenarlos de mentiras, decirles un montón de cosas absurdas...Wilhelm Reich tenía un libro: "La psicología de masas del fascismo" y buena parte del siglo XX se preguntó qué era lo que pasaba con la masa para que un par de locos convencieran a tanta gente de tantas barbaridades.

Toda la escuela de Fráncfort dedicó toda su filosofía a preguntarse eso. Bueno, la pregunta se nos olvidó, y otra vez están saliendo "líderes" que convencen a las masas de cualquier cantidad de barbaridades, la mayoría de ellas en contra de su propios intereses; que las hipnotizan, que manejan un tema mediático que hace que la gente no piense en los contenidos de lo que le están diciendo. Levantan "chivos expiatorios" con sus discursos xenófobos, racistas y populistas.

Cuando ahora se habla de los emigrantes en EE.UU. Europa y América Latina (los venezolanos, hondureños, salvadoreños, mexicanos, p.ej.); cuando hablan de que los recursos no alcanzan sino para los que los merecen; cuando ahora empiezan a darse estos discursos descalificadores, pues, hay que acordarnos del "El gran dictador" de Chaplin, porque esos discursos fueron los que nos llevaron hasta allá.

Ahora seguimos intentando saber más sobre el fascismo a ver si podemos definir a esta masa de la oposición y ponerle el verdadero nombre.

Mientras tanto recordemos que

NO SE DEBE SER DÉBIL, SI SE QUIERE SER LIBRE



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Antonio Daza


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