La preocupante asesoría neocon de Trump

Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona

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En tanto el impacto de la victoria presidencial de Donald J. Trump se asienta, en medio de las filas de profesionales, políticos e intelectualidad de Washington, varios neo-conservadores provenientes del gobierno de George W. Bush, muchos de los cuales se opusieron a la candidatura de Trump desde el comienzo, están ensayando su juego hacia altos cargos en el equipo de transición y de gobierno de Donald J. Trump. El más preocupante de estos oportunistas es el embajador de Estados Unidos ante la Organización de Naciones Unidas que fue rechazo por el Senado, John Bolton.

Bolton figura entre los más radicales de los neo-conservadores que contribuyeron al diseño de la desastrosa política exterior de Bush. Bolton sostiene que él es duro con el terrorismo, especialmente si se trata del terrorismo "iraní". En cierta oportunidad propuso volar diez pisos del edificio del Secretariado de la ONU en la ciudad de Nueva York. Bush entonces le dio a Bolton un nombramiento temporal de receso para encabezar la delegación norteamericana ante la ONU, precisamente porque Bolton hacía tiempo que proponía deshacerse de la ONU.

Los problemas de Bolton con la ONU emanaban de su ideología neo-conservadora en el sentido que la ONU estaba prejuiciada ya que a menudo se oponía al expansionismo y a las agresiones israelíes en el Medio Oriente. Tan pronto como Trump comenzó el proceso de seleccionar a los más altos miembros de su gobierno el nombre de Bolton fue reflotado como posible Secretario de Estado o Asesor de Seguridad Nacional.

Bolton y Trump comparten algunos opiniones sobre política exterior, incluyendo la mudanza de la embajada norteamericana en Tel Aviv, Israel a Jerusalén y cancelar el acuerdo nuclear Irán-P5+1 formalmente conocido como Plan Conjunto de Acción Amplia (JCPOA sigla en inglés). Donde ellos tienen diferencias es en torno a la política exterior de Estados Unidos hacia Siria, Rusia y Ucrania. Trump públicamente está a favor de restaurar relaciones más estrechas con Rusia, aliarse con Rusia y el gobierno sirio y luchar contra el Estado Islámico y otras fuerzas yijadistas como también reconocer la retrocesión de Crimea a la Federación de Rusia.

En el año 2002 Bolton identificó a Siria como un "estado forajido" que junto con Irak "podría esperarse que se conviertan en nuestros futuros blancos". Bolton también apoya el levantamiento yijadista contra el presidente Assad. En el mes de octubre del 2015 Bolton discutió con el brigadier general israelí Israel Shafir, durante una conferencia en la sinagoga Beth Jacob en Beverly Hills, California acerca de la permanencia del gobierno de Assad en Siria. Shafir respondió que a él le preocupaba que el derrocamiento de Assad pudiera poner en el poder en Siria fuerzas que pusieran en peligro la seguridad de Israel.

Bolton, que también se las da de ser un experto en todo, pero que solo es un tarado levemente funcional en la mayoría de los casos, planteó que el partido israelita Likud y los neo-conservadores norteamericanos creían que un gobierno yijadista suni en Siria era preferible antes que Assad.

Durante una entrevista en el mes de julio del 2016 en el programa radial de Stephen K. Bannon, editor de Breitbar News, Bolton emitió palabras duras contra Trump en torno a una declaración del entonces nominado presidencial republicano en el New York Times, que como presidente él solo apoyaría a los países de la OTAN en caso de un ataque ruso. La asistencia, dijo Trump, solo se materializaría luego de comprobar si aquellos países de la OTAN habían cumplido sus obligaciones financieras con la OTAN y Estados Unidos. Bolton exigió que Trump retractara su declaración de manera inmediata y cambiara su posición respecto de Rusia y asumiera la de Ronald Reagan "paz a través de la fuerza".

Cacareando otros puntos de la conversación neo-conservadora, Bolton acusó a Trump de "estimular la agresión rusa". Bolton defendió el enorme gasto militar de Estados Unidos en la OTAN "morirán menos norteamericanos si nosotros impedimos la invasión rusa y de otros agresores". Bolton también declaró que Rusia era "una daga en el corazón de la más exitosa alianza político-militar en la historia humana."

Ahora se informa que Trump estaría considerando a Bolton para un alto cargo en la política exterior de su gobierno. Bannon se convirtió en jefe ejecutivo de la campaña presidencial de Trump luego que Trump despidió al anterior jefe de campaña, Paul Manafort, en medio de acusaciones de la prensa corporativa y neo-conservadora en el sentido que los vínculos empresariales de Manafort con Rusia y el gobierno ucraniano del presidente Viktor Yanukovych, derrocado por Soros y los neo-conservadores, planteaba un problema de "seguridad nacional" para la campaña de Trump. Bannon actualmente está siendo propuesto como jefe de gabinete de la Casa Blanca de Trump.

Otro prominente neo-conservador que está siendo mencionado para un alto cargo en el equipo de política exterior de Trump, es el ex vocero de prensa de Bolton y su "criado" en la ONU, Richard Grenell, quien sirvió como vocero de seguridad nacional en la campaña del candidato presidencial republicano, Mitt Romney el año 2012. Pronto Grenell renunció luego que su abierta orientación homosexual enfureció a sus seguidores cristianos evangélicos y mormones. Mientras laboraba como jefe del personal de asistentes de Bolton en Naciones Unidas, Grenell molestó a los diplomáticos, al personal de Naciones Unidas y al cuerpo de prensa de la ONU con su estilo descarado que imitaba a su jefe en todos los aspectos.

En el mes de marzo del 2011 Bolton urgió a Naciones Unidas asesinar al líder libio Muammar Gadafi, algo que la Secretaria de Estado Hillary Clinton autorizó posteriormente y luego lo celebró riéndose cuando Gadafi fue brutalmente sodomizado y torturado. Trump, por otra parte, señaló que él nunca apoyó la invasión a Libia. Además, se informa que Trump había discutido en su estancia "Mar-a-Lago" en Palm Beach, Florida con el embajador libio en EE.UU. a cerca de un extenso balneario de Trump en la costa mediterránea de Libia. El balneario habría sido establecido a través de una licencia acordada entre el gobierno libio y la organización de Trump. Cuando Gadafi visitó la ONU el año 2009 y el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg se negó a que Gadafi armara su tienda en el Parque Central, Trump le ofreció al líder libio la estancia Westchester de su propiedad en Nueva York. La amistad de Trump y sus planes empresariales con Gadafi, que incluían inversiones <#65839513> por siete mil millones de dólares de fondos de riqueza soberana, estaban totalmente en contra del llamado de Bolton para asesinar al líder libio.

En cuanto a Ucrania, Bolton pidió que Rusia fuera expulsada del G8 y que se le impusieran en castigo sanciones económicas. Trump también tiene un registro variable en cuanto a Ucrania, habiendo elogiado las "reformas" del entonces presidente Mikhail Saakashvili en la república de Georgia. Sin embargo, Saakashvili es un conocido acólito del archienemigo de Trump, el magnate de los fondos de cobertura globales George Soros. Posteriormente, Saakashvili huyó de Georgia en medio de una investigación criminal. Actualmente, Saakashvili es un ciudadano de Ucrania justamente donde organizó un partido político neo-conservador luego de renunciar como gobernador de la región de Odesa.

Bolton se mantiene firme en su opinión que la decisión del gobierno de Bush de invadir y ocupar Irak fue una decisión correcta. Trump señaló numerosas veces durante su campaña, que la decisión tomada por el gobierno de Bush era equivocada. No obstante, en otro ejemplo del reciclaje que hace Trump de desacreditados neo-conservadores en su embrionario gobierno, el ex Director de la Agencia Central de Inteligencia, CIA James Woolsey <93655808> despedido por el presidente Bill Clinton el año 1994 se está mencionando para un alto cargo en gobierno de Trump.

Fue Woolsey quien posteriormente postuló la causa de la más fraudulenta organización frentista jamás amañada por la CIA. Se trata del Congreso Nacional de Irak con el convicto Ahmed Chalabi a la cabeza. Insuflado por la firma cabildera de Washington DC Black, Kelly, Scruggs & Healy también conocida como BKSM & Associates. Woolsey y Chalabi convencieron a ambos gobiernos, al de Bush y al de Clinton para en principio cometer el derrocamiento del gobierno de Saddam Hussein. BKSM & Associates fue formada el año 1996 a consecuencia de la fusión de Black, Manafort, Stone y Kelly con otra firma cabildera. De manera muy interesante, los socios de la firma incluían a Paul Manafort, el expulsado jefe de campaña de Trump y a Roger Stone, uno de los primeros asesores de campaña de Trump. Woolsey y Chalabi también estaban involucrados en los malabares de un tal Rafid Ahmed Alwan al-Janabi conocido en la CIA como "Curveball". La CIA todavía creía que Curveball era el peor falso informante de inteligencia jamás empleado por ella, que suministró cientos de páginas de documentos falsos de la inteligencia iraquí en lo que resultó ser imaginarios laboratorios móviles de armamento biológico. Esas falsas "evidencias" fueron parcialmente utilizadas como justificación para la invasión y ocupación de Irak por parte de Estados Unidos.

Hay varios notables neo-conservadores que están siendo considerados por el equipo de transición de Trump que está encabezado por el vicepresidente electo, Mike Pence quien es asistido por el yerno de Trump, Jared Kushner. El despedido jefe del equipo de transición y gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie recibió el sobre azul porque Kushner recordó cómo en el año 2005 el entonces Fiscal Christie procesó al padre de Kushner, el multimillonario de Nueva Jersey y Nueva York magnate de bienes raíces Charles Kushner, por evasión tributaria, contribuciones ilegales a campañas y soborno de testigos al estilo mafioso. El viejo Kushner estuvo un año preso en una cárcel federal y su hijo nunca perdonó a Christie por aplicar la sentencia a prisión. El periódico de Jared Kushner "The New York Observer" es el campeón de las causas neo-conservadoras especialmente en lo concerniente a mantener la línea dura de Estados Unidos hacia Rusia, China, Palestina, Venezuela, Cuba y otros países.

Nunca ningún beneficio se ha obtenido albergando neo-conservadores. Operaciones en el extranjero patrocinadas por insensatos neo-conservadores arruinaron al gobierno de Jimmy Carter y pusieron a Ronald Reagan al borde de la acusación constitucional. Los neo-conservadores remanentes del gobierno de George W. Bush hundieron a Ucrania, Siria, Libia y a Yemen en guerras civiles; a Venezuela, Egipto, Túnez y Honduras en luchas internas.

Considerando a Trump como es y con quienes se rodea, su gobierno y Estados Unidos se aproximan a un período sumamente difícil.

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Wayne Madsen

Escritor. Especializado en Asuntos Internacionales


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