Aznar: Desenmascar la imagen del posible futuro Presidente “salvador” de la crisis española

La burguesía española, con los instrumentos ideológicos de sus medios de  comunicación, prepara el terreno del retorno del expresidente Aznar a la política presidencial española para evitar una situación de crisis gubernamental del sistema bipartidista neoliberal.

En una España plusmarquista, con 6,2 millones de desempleados, el 27,12% de la población activa, y el 57,22% de jóvenes menores de 25 años, según la Encuesta de Población Activa (enero-marzo)[1], no solamente se mueven protestas de movimientos sociales contra el empobrecimiento del más amplio sector de la población, la clase trabajadora, sino que también una parte minoritaria de la sociedad, donde se ubican los mismos gobernantes y simpatizantes del Partido Popular con apoyo de la “oposición” del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), es decir la clase adinerada, cosen hilos para legitimar en la sociedad sus reformas neoliberales, y ganar la batalla a las luchas sociales. El PP y PSOE aprobaron el pasado 25 de junio el Pacto sobre Europa proponiendo a Bruselas acelerar un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.[2]

 

En el inicio de la crisis económica española, en septiembre de 2008, a causa de dos fenómenos esenciales, el externo, impacto negativo económico de créditos suprime de los Estados Unidos, y el interno, la sobreproducción inmobiliaria y a la vez endeudamiento de la población, en España gobernaba uno de los dos partidos hegemónicos, el PSOE, liderado por Rodríguez Zapatero. Justamente en las elecciones generales de noviembre de 2011, el PSOE perdió un 38% de lo votos y el 34,9% de escaños en comparación al plebiscito de 2008,  pasando de más de 11 millones de votos a 7 millones, y de 169 escaños a 110 escaños. Mientras el PP en 2011 creció de 10,2 millones de votos a 10,8 millones, pasando de 154 diputados a la mayoría absoluta de 186.

 

Una tesis defendible de estas cifras es que un sector votante de la población etiquetaba al PSOE como causante de la crisis económica, y por ello la otra fuerza hegemónica, el PP, aumentó sus votos, sin dejar de lado que también hubo un crecimiento en otras fuerzas políticas minoritarias, como Izquierda Unida. En estos tres años, de 2008 a 2011, el último periodo que gobernó el PSOE, el desempleo pasó de 10,44%[3], en el segundo trimestre de 2008, a 22,85% en el cuarto trimestre de 2011[4]. Después de la contundente victoria del PP en las elecciones de noviembre 2011, y con la investidura del presidente Mariano Rajoy, al pasar esta formación política de la oposición al gobierno sufrió el mismo impacto negativo que el PSOE. Según  un sondeo publicado por el diario El País el pasado mes de mayo “el PP obtendría un 22,5% de los votos si se celebrasen elecciones generales, frente al 44,6% por ciento de los votos que logró en las últimas elecciones”[5], es decir, no superaría los 6 millones de votantes



[5] http://noticias.lainformacion.com/politica/encuesta/los-grandes-partidos-politicos-de-espana-siguen-perdiendo-apoyos_KzLGxP4saMxUlEhYywLYK4/

El PP y el PSOE, en diferentes periodos pero siempre realizando diversos pactos estructurales legislativos, han gobernado España durante más de 30 años, y más allá de mínimas diferencias ideológicas en valores sociales, como lo referente a la homosexualidad o la religión católica, han consensuado constantemente en la defensa de un modelo político y económico neoliberal siguiendo las directrices de la Unión Europea, es decir, justamente el proyecto que consolidan y guían las gigantes empresas españolas del IBEX 35 (Telefónica, Repsol, BBVA, Iberdrola, Endesa,...). Pero todo esto lleva una conclusión principal, con la pérdida de apoyo electoral de las dos mayoritarias fuerzas políticas españolas, se puede decir que se está generando una creciente crisis de legitimidad del sistema político y económico, pero, consecuentemente se produce otra pregunta. ¿Cuál será una de las estrategias principales de la burguesía española para evitar esa crisis política?

 

Aznar conoce a Menem

 

En la entrevista de José María Aznar, expresidente español, en el canal de Televisión Antena 3 (medio muy cercano políticamente al binomio PP y PSOE), el pasado 21 de mayo, se llegó a conclusiones que Aznar insinuó su retorno a la política activa española[1]. Posiblemente haya empezado ya su función pre-electoral haciendo presencia en los medios de comunicación teniendo entrevistas y reportajes sobre su opinión respecto a la actualidad política y económica española, como su reciente entrevista en el medio de comunicación derechista ABC donde radicaliza su contundencia de unidad españolista, para ganar simpatías del nacionalismo español, contra cualquier fenómeno nacionalista periférico, entre ellos el vasco y el catalán.[2]   

 

Más allá de las afirmaciones de Aznar, la temática de estudio presente es por qué sus diferentes apariciones mediáticas, incluso algo críticas con el presidente español actual, Rajoy, después de un silencio temporal. Pregunta que nos lleva a presentar la hipótesis que a la burguesía española le interesa retomar la imagen de Aznar para evitar una crisis política española y desacelerar el crecimiento de los movimientos sociales a favor de estabilizar los votos del PP sobre las cifras de las últimas elecciones de 2011. Pese a las críticas a Aznar, guste o no guste, lo que ha quedado en una parte de la memoria de la población española, olvidando fenómenos como el atentado del 11-M por la intervención española en la invasión de Irak, es el crecimiento económico - aunque falso por ser la misma causa de la crisis actual -,  de finales de los 90 y principios del siglo XXI, cuando Aznar fue presidente (1996-2004), pasando en 1996 a un crecimiento constante de 12.400 euros del PIB per capita a 19.700 en 2004[3]. Mientras en 2008 (con Zapatero como Presidente) inició su decadencia la economía pasando de 23.900 euros a 22.700 en 2012. Y este dato es un factor que inclina a que una parte de la población podría votar a Aznar si se presentase como Presidente. Esta estrategia no es algo nuevo, y los españoles están aprendiendo de los argentinos.

 

Tras la dura crisis del Corralito que sufrió el pueblo argentino en las navidades de 2001, ejerciendo el rol de Presidente cuatro personas en menos de un mes, se criticó en la izquierda, y en cualquier discurso científico, que esa crisis fue producto del mismo expresidente Carlos Menem con sus planes neoliberales, de privatizaciones y de paridad


[3] http://www.datosmacro.com/pib/espana

peso dólar, estrategias que produjeron un falso crecimiento, como el de Aznar en España con las hipotecas suprime y la sobreproducción en la construcción. A pesar de ello, en las elecciones de 2003 el pueblo argentino no acabó escuchando ese discurso racional y no identificó a Menem como la causa del problema sino como la posible solución ya que durante su presidencia hubo crecimiento económico y de consumo. Por ello, Menem en la primera vuelta de las elecciones argentinas en abril de 2003 ganó con el 23,92%, siendo segundo Néstor Kirchner con el 21,82%[1]. Posteriormente Menem decidió no presentarse a la segunda vuelta[2], ya que su estrategia fue más personalista, de limpieza de imagen, que de toda una estructura financiera empresarial argentina que sabía que con Kirchner no tendría inconvenientes. En definitiva, paradójicamente el causante de la crisis, ganó la primera vuelta de las elecciones y podría haber vuelto a ser Presidente.

Las burguesías españolas y argentinas, siendo una clase social de la misma descendencia colona se conocen muy a fondo, teniendo lazos estrechos desde los vínculos entre Perón y Franco que se iniciaron a finales de los años 40[3]. Por ello con sus mecanismos de comunicación conocen diferentes estrategias para manipular la conciencia de los pueblos[4] como posibilidad de controlar a las masas sociales, y esto lleva a que dentro de los movimientos sociales se reflexione popularmente sobre esta intención.

 

La izquierda española, en coordinación con la de las naciones periféricas, deben planificar y ejecutar sus acciones y adelantarse a estas estrategias de las grandes corporaciones para desenmascarar la táctica simbólica y política sobre el mantenimiento del neoliberalismo los próximos años con el posible retorno de Aznar. “Las luchas no son espontáneas, sino de análisis científico”.

 

anibal_gb@hotmail.com

 

 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1853 veces.



Anibal Garzon

La mayor verdad de la historia es que la humanidad está llena de mentiras. Dialécticamente, como humanos vamos a desenmascararlas.

 anibal_gb@hotmail.com      @AnibalGarzon

Visite el perfil de Aníbal Garzón Baeza para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: