Basura y política en el espacio sideral

Antes y después de la segunda guerra mundial EEUU y la ex URSS estuvieron compitiendo por conquistar el espacio sideral, EEUU escogió la luna como meta, la ex URSS en 1957 lanzó su primer satélite el Sputnik y el cosmonauta Yuri Gagarin fue el primer hombre en circunvalar la tierra.

Hasta esos momentos la URSS era más exitosa en los vuelos espaciales, permitió que la ciencia y tecnología misilistica socialista se ubique en el primer lugar del mundo. Pero, tanto Washington como Moscú, por la guerra fría, la política influyo enormemente en los adelantos tecnológicos militares. Para la vida civil, todavía se requieren enormes y tontos aeropuertos para que los aviones puedan corretear al aterrizar y despegar, los militares no permitieron que la ciencia civil masifique la cohetería, la NASA tuvo que quebrar para que científicos civiles empiecen a diseñar nuevas aeronaves capaz de volar más alto y a menor precio con fines turísticos y comerciales en el límite de la atmosfera terrestre.

Con la ciencia y tecnología estamos conscientes que las razones políticas se imponen a las razones de la ciencia, el calentamiento global es un catastrófico ejemplo, las armas nucleares son otro tenebroso e inútil hecho político sobre la ciencia y tecnología.

Para EEUU, los transbordadores espaciales pasaron a la historia sin ton ni son, ahí quedo la visita a la luna, uno de los logros más insignificantes de la ciencia espacial estadounidense, con la llegada a la luna la ciencia espacial de EEUU se durmió, jamás ni en perspectiva razonable pensaron alcanzar Marte, por citar una de las más grandes frustraciones de la NASA, estancaron por décadas la ciencia espacial con el cuento de ser un líder mundial, que líder puede ser EEUU con una economía en quiebra, internamente llenos de armas, vehículos y estupidez social ¿lideres?

60 Años después EEUU y Rusia todavía compiten, aun cuando ya no exista la rivalidad política con parámetros de guerra fría, la rivalidad espacial se trasladó a Europa y Asia, hay nuevas potencias misilisticas como China, India, las dos Coreas, Irán, y por supuesto que el tema de fondo es político.

Las potencias emergentes requieren ser observadas con su poderío misilistico, esta competencia permitió que países como Venezuela, Ecuador tengan sus satélites porque el espacio sideral no le pertenece a nadie, ningún gobierno de ningún país puede impedir que alguien acceda al espacio a algún planeta, no hay ningún reglamento que regule los satélites o los vuelos o supervisen la cantidad de chatarra flotando en el espacio, basura que va desde un cepillo de diente hasta chatarra por la colisión de dos satélites de comunicación de EEUU y Rusia en el año 2009 a 780 kilómetros de altura y a una velocidad de 40.234 kilómetros por hora.

Para ser considerado objeto basura tiene que tener más de 10 centímetros de diámetro, esta basura orbita la tierra a una velocidad de 25.000 kilómetros por hora; un portal de la NASA explica que la basura no está distribuida de manera uniforme sino que se acumula en las dos bandas principales de altitud.

La primera se la llama órbita baja que va desde los 200 a los 2.000 Kilómetros de altitud, en esta orbita esta la estación internacional, es la banda preferida para la toma de fotografías, la otra banda se encuentra a 36.000 kilómetros, es una órbita para los satélites meteorológicos y de comunicaciones en orbitas geoestacionarias, otros satélites están ubicados entre los 9.000 y 14.000 kilómetros de altura.

En la órbita baja se encuentran la basura más pequeña que se incinera cuando ingresa a la atmosfera terrestre, si la basura está en la órbita alta tendrá que esperar miles de años para descomponerse motivo por el cual muchos satélites son guiados al sol para su incineración.

La NASA explica que la mayor parte de la basura mide 1 cm en la órbita terrestre baja, existen 300.000 piezas mayores de 1 centímetro, 19.000 de 5 centímetros monitoreados constantemente. Esta basura no tiene un proyecto político para su eliminación.

58 Países disponen de satélites de todo tamaño, Rusia tiene 1.457, EEUU dispone de 1.110, China 140, de ahí para abajo el número disminuye en los casos francés, inglés, alemán, Venezuela dispone de un satélite el Simón Bolívar y Ecuador del Pegaso que posiblemente colisiono con una chatarra espacial en estos días.

Después del proyecto escudo anti misiles, se sospecha que los satélites militares se multiplicaron con una gama de armas que van desde los rayos láser hasta ojivas nucleares, asunto de difícil verificación, sin embargo, es un secreto a voces altas.



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Raul Crespo


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