Sin corresponsabilidad no hay Patria

Muchos juristas, intelectuales, letrados e ilustrados de la oposición gastan su tiempo inútilmente en producir declaraciones mediáticas o en tomar posiciones miopes para desprestigiar la acción de gobierno que en el actual proceso se ha emprendido.

No podemos seguir echando la culpa de los males de nuestra sociedad exclusivamente al gobierno, como si nosotros no viviéramos aquí, o no existiéramos, como si todo el tiempo hubiésemos estado comprando kerosén, según expresión popular que trata de evadir las responsabilidades o de proveer una explicación. Compatriotas, la corresponsabilidad es la base fundamental de la acción del Estado y de los ciudadanos, sin la cual es imposible que ningún país adelante, se desarrolle o simplemente impulse los objetivos superiores de cualquier comunidad nacional.

El principio de corresponsabilidad es concomitante y de plena concurrencia con los Fines Superiores del Estado; hecho por el cual se encuentra taxativamente desarrollado a todo lo largo del texto constitucional venezolano, considerando además, que el Estado es el pueblo.

La patria no es una extensión de terreno. Mucho más que eso, la patria es un concepto grabado en el sentimiento, en el corazón y en el alma de nuestra gente. La patria es la gente como decía Alí Primera, porque el territorio geográfico ha estado allí desde siempre. Somos nosotros los que hacemos la patria.

Afirmamos solemne y absolutamente que en el contenido del Art. 55 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el legislador consagra: “la participación de los ciudadanos y ciudadanas en los programas destinados a la prevención y seguridad ciudadana…” Lo cual implica que las comunidades son aliadas de los Cuerpos de Seguridad en la consecución de tales fines. Sin las comunidades como aliadas, es imposible tener éxito. Son las comunidades las que deben destruir esa ecuación siniestra, según la cual silencio más complicidad es igual a impunidad. Esa es la razón y la lógica por la cual, en Carabobo hemos implementado el sistema de Intranet Social para vincular a las comunidades no solo a la lucha contra la inseguridad, sino también para robustecer la estructura comunicacional entre el pueblo y el gobierno regional y viceversa. Las comunidades concientizadas y orientadas participan en la lucha por su bienestar. Eso es corresponsabilidad y no correr la arruga como se hizo en la Cuarta República.

Igualmente estamos conscientes que las políticas de prevención del delito tienen que penetrar profundamente todos los estamentos sociales y transformarse en conducta cotidiana y permanente de todos los ciudadanos, No es posible que el ciudadano no tome previsiones para evitar delitos en contra de su vida, integridad física o de sus bienes. La prevención primaria empieza en cada uno de nosotros. Empieza por tomar actitudes realmente preventivas, no omisivas.

La corresponsabilidad elimina y anula de hecho y de derecho la representatividad, que tanto daño causó al desarrollo y al alma colectiva del venezolano. Solamente a través de la corresponsabilidad es que se llega a la inclusión, a la integración, a la democracia protagónica y participativa. En eso justamente consistió el Quinto Motor y es así como se transfiere poder al pueblo para que aborde y construya su propio destino.

El Art. 55 y el 326 tienen una diferencia esencial. Mientras el primero de ellos consagra el derecho a la protección ciudadana, el 326 tiene como objeto y fundamento la seguridad de la Nación, la defensa de la soberanía e integridad territorial de la patria, lo cual sería imposible sin la correspondencia entre el Estado y la sociedad civil.

Sin esa prenombrada correspondencia seria imposible dar cumplimiento a los principios constitucionales de independencia, democracia, igualdad, paz, libertad, justicia, solidaridad, promoción y conservación ambiental y afirmación de los derechos humanos.

Se olvida la decadente y escuálida oposición, que en su parte in fine el supranombrado artículo 326 establece que la “corresponsabilidad se ejerce sobre los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar”. Ello también explica la conformación de una fuerza de reserva para defender la patria, lo cual se ha hecho con alta mística y fervor patriotico.

Vistos y analizados los enunciados constitucionales anteriores, concluimos en que la corresponsabilidad es parte de nuestra esencia venezolana desde los orígenes de la patria. Fue esa corresponsabilidad la que juntó voluntades de esclavos, de zambos, de mantuanos, de venezolanos, de colombianos, de ingleses y de hombres cuya única bandera y horizonte era la libertad.

Por construir patria venezolana, Bolívar promulgó el 15 de junio de 1813, siendo Brigadier de la Unión, General en Jefe del Ejercito del Norte y Libertador de Venezuela, el famoso y comentado Decreto de Guerra a Muerte.

Qué estatura de estadista y que visión de futuro tenia Bolívar cuando concluyó su decreto en forma de arenga diciendo: “españoles y canarios, contad con la muerte, aún siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América”.

A los ignorantes ilustrados y politiqueros de la oposición, debe quedarles bien claro que, la seguridad es responsabilidad de todos. Eso no es cuestión de varitas de magos y encantadores, ni de un Gobernador, ni de nadie en particular. No, aquí la inseguridad es efecto directo de la descomposición social, que empieza por la familia, pasa por fiscales y jueces concupiscentes, por policías que conviven con malandros y por toda una serie de factores que sería largo mencionar

Todos tenemos que incluirnos y contribuir con nuestra patria, a su grandeza y a su gloria. A mayor grado de conocimientos, mayor responsabilidad. Quien no colabore tiene sobre su frente la marca oprobiosa del apátrida. Quien habla mal de su país, habla mal de sí mismo. Definitivamente, la corresponsabilidad es la patria misma, porque sin corresponsabilidad no hay patria.

Recordemos que Eróstrato, un escritor egipcio, frustrado porque nunca había escrito un buen libro, se llenó de ira y reconcomio contra la biblioteca de Alejandría, donde reposaba la suma de los más grandes conocimientos del mundo antiguo y terminó quemándola.

Francamente, en este proceso revolucionario, debemos cuidarnos de los nuevos Eróstratos.

Herreramarianoj@Gmail.com


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Mariano J. Herrera Villera

Periodista Venezolano-Palestino.

 marianoali73@gmail.com      @aliperiodista

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