Resumen para el trajín politico de hoy del Manifiesto Comunista

Marx y Engels se necesitan hoy como nunca antes, ante un avance del capitalismo que parece no detenerse en sus propias y profundas contradicciones, sin que se visualice la alternativa sociopolítica que lo sustituirá. La historia continúa y se necesitan las pistas que ellos proporcionaron para encontrar el camino, que hagan más productiva las iniciativas que muchos pueblos han intentado y que se han visto frustradas en sus esfuerzos.

Creo que parte de la estrategia que para su permanencia ha utilizado el capitalismo y sus estados líderes, ha sido enterrar, marginar, ocultar las grandes obras revolucionarias y sus autores, para que caigan las nuevas generaciones en un analfabetismo revolucionario, desconociendo el avance ideológico y politico que dejaron los revolucionarios anteriores, lo cual hace más difícil el camino del progreso colectivo.

Una gran parte de la responsabilidad de esta situación la tienen los propios gobiernos socialistas, que se olvidan de utilizar la infraestructura intelectual, académica, de investigación que tienen, para fortalecer la teoría y la práctica del socialismo, y solo se toma como ejemplo sus resistencia ante los ataques o los discursos de sus fundadores, y no hay miles de nuevas obras, de investigación, de política, que nutran el pensamiento y la lucha socialista. 

Venezuela ha dicho que tiene miles de investigadores, pero ninguno investiga sobre el socialismo. Lo mismo sucede en China, Rusia, Nicaragua, Cuba, que donde no se generan obras con libertad intelectual revolucionaria, necesarias para superar las estructuras ideológicas y políticas nuestras, que nos impiden interpretar el presente y prever el futuro.” De China con su inmenso desarrollo no se tiene un libro, una obra intelectual, ni un creador que sirva de referencia teórica, con validez mundial. El mundo cambiaría si esos países socialistas impulsaran a la producción y lucha intelectual socialista a miles de personas en sus universidades y centros de investigación.

Así que en este contexto presentamos, un resumen del Manifiesto Comunista adicionándole aspectos característicos de la situación presente que pueden ayudar a actualizar sus análisis.

El Manifiesto nos recuerda que la explotación puede cambiar de forma, pero no de fondo. Y que el lenguaje de la lucha de clases, de la plusvalía y el llamado a la conciencia de la explotación siguen siendo actos revolucionarios. 

En las situaciones actuales de la Hipermodernidad, resuena su afirmación « ¡Que las clases dominantes tiemblen ante una revolución comunista! Los proletarios no tienen nada que perder más que sus cadenas. Tienen un mundo que ganar.  Manifiesto del Partido Comunista su vigencia contemporánea.

Publicado en 1848 por Karl Marx y Friedrich Engels, el Manifiesto Comunista es una obra fundacional que articula una crítica radical al capitalismo con un llamado a la acción revolucionaria. Su estructura se divide en cuatro secciones. A sus 177 años, ante la automatización, la inteligencia artificial y el colapso soviético, hay que retomarlo.

1. La historia como lucha de clases.   “La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases.” Marx y Engels trazan una historia del conflicto: desde los esclavos y patricios hasta burgueses y proletarios. En el capitalismo moderno, el antagonismo se da entre quienes poseen los medios de producción y quienes solo tienen su fuerza de trabajo, que son los trabajadores en general. 

Hoy, aunque la clase obrera clásica ha cambiado al modificarse la base tecnológica de producción, el conflicto persiste, trabajadores de plataformas digitales, migrantes precarizados y usuarios convertidos en datos. La lucha de clases se ha vitalizado, pero no ha desaparecido. El capital financiero y tecnológico concentra poder global, mientras millones enfrentan exclusión digital y laboral.

2. El papel revolucionario de la burguesía.     “La burguesía ha desempeñado en la historia un papel eminentemente revolucionario.” Ellos reconocían que la burguesía destruyó el orden feudal y globalizó el mercado. Pero también denuncian que se redujeron los vínculos humanos a relaciones monetarias. Es el fetichismo de la mercancía. En el presente, la burguesía digital, corporaciones tecnológicas, fondos de inversión, élites informáticas, ha acelerado esta disolución. Los Algoritmos reemplazan decisiones humanas, y la vigilancia digital convierte la intimidad en mercancía. La burguesía sigue revolucionando los medios de producción, pero también profundiza la alienación.

3. El comunismo como horizonte.   El manifiesto propone abolir la propiedad privada burguesa y liberar a la humanidad de la explotación. Rechaza las acusaciones de querer destruir la familia, la cultura o la libertad: el capitalismo ya ha vaciado esas instituciones.  Tras la caída de la URSS, muchos proclamaron el “fin de la historia”. Sin embargo, las crisis ecológicas, la desigualdad extrema y la fragilidad democrática han reactivado debates sobre modelos socialistas alternativos. Se necesita el comunismo de la era digital?  

4. Respuesta a las críticas.  “El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; sólo priva del poder de subyugar el trabajo ajeno.”  Marx y Engels responden a corrientes que buscan reformar el capitalismo sin tocar sus raíces. Hoy, frente al “capitalismo verde”, el “capitalismo de plataformas”, esta crítica sigue vigente. 

El Manifiesto Comunista no es un fósil ideológico. Sus frases resuenan como relámpago y rayo, y su vigencia se renueva con cada crisis. Y Venezuela necesita de sus enseñanzas hoy. ! Trabajadores del mundo uníos ¡

 


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Oscar Rodríguez E


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