Rubio y Menéndez: otro par de joyas

Las migraciones a Estados Unidos, son de vieja data. En realidad, comenzaron a verse en profundidad a principios de siglo pasado, y jugaron un papel preponderante en el desarrollo de la economía estadounidense antes y durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. Los chinos fueron de la primera migración, junto a los mexicanos, y un grupo de japoneses, quienes por cierto fueron confinados a barracas durante la Segunda Guerra Mundial, por supuesto espionaje. Cabe destacar que ya muchos eran japoneses nacidos en Estados Unidos. Entre las últimas migraciones, están, muy recientemente, los rusos, que ya juegan un papel clave en la economía de algunas ciudades yankis, fundamentalmente por el poder y los recursos que generan sus poderosas mafias.

Ya en los años 50, Gringolandia vivía lo que se llamó el American Way of life, que el mundo entero comenzaba a querer vivir. Ya había varias generaciones de mexicanos que apenas se consideraban latinos. Había nacidos, estudiado y trabajado en ese país. Eran en realidad ciudadanos estadounidenses cuyo razonamiento y mentalidad comenzaba a ser totalmente estadounidense. Ya en los 60, el 30% de los apellidos que fueron a Vietnam, eran latinos, de migraciones que llegaban de toda Centroamérica. Sin embargo, la mayoría de los soldados que invadió Irak, era de apellido latino, pero absolutamente estadounidense. Hoy día, la Oficina del Censo de ese país, reconoce que hay 60 millones de hispanohablantes, pero 40 millones hablan español en sus hogares. Mas, estudiosos del tema, aseguran que hay al menos 100 millones de latinos, de los 300 millones de habitantes que pueblan ese país. Y esos latinos no tiene nada que ver con su lugar de origen, incluso muchos dejan de hablar su lengua madre y se dejan absorber por el inglés. Estudiaron primaria, secundaria y universitaria en ese país. No conocen otra costumbre ni otra cultura que no sea la gringa. De allí vienen dos latinos entronizados hoy en el Parlamento, uno demócrata Roberto (Bob) Menéndez, y otro republicano, Marco Rubio, que al fin al cabo es lo mismo, cuyo comportamiento pareciera inexplicable por ser latinos. Pero allí es donde se centra el error, no son latinos, ni piensan como tales. Son estadounidenses de corazón y sentimiento, son invasores, creen en el sometimiento y en que su país -Estados Unidos- debe ser el guía del mundo.

Este par de joyas, fue aplaudido recientemente por el Senado de ese país, porque introdujeron un proyecto de ley, llamado "Venezuela Emergency Relief, Democracy Assistance and Development Act (VERDAD)", (Ley de asistencia y desarrollo de la democracia de ayuda de emergencia de Venezuela).

Y a propósito, Rubio declaró: "Me enorgullece el haber sido coautor del VERDAD, un esfuerzo legislativo que fortalece la respuesta de nuestra nación a la crisis humanitaria en Venezuela y el esfuerzo internacional para una Venezuela post-Maduro… Mientras el usurpador Nicolás Maduro continúa su mandato ilegítimo, los Estados Unidos está reafirmando su apoyo inquebrantable al presidente interino Juan Guaidó y a la Asamblea Nacional, cuerpo electo democráticamente. Al otorgar 400 millones de dólares en asistencia humanitaria para los migrantes venezolanos y a las comunidades vecinas quienes han acogido a los migrantes, EE.UU. reitera una vez más su apoyo al pueblo venezolano y a nuestros aliados regionales que han hecho un gran esfuerzo recibiendo a los migrantes.

Por su parte, Menéndez explicó que: "Estoy increíblemente orgulloso de haber liderado los esfuerzos para aprobar el Proyecto de ley VERDAD, el paquete legislativo más grande de apoyo de Estados Unidos a Venezuela y una señal incuestionable a nuestro compromiso total con el pueblo venezolano… Esta propuesta amplía enormemente la respuesta estadounidense a la trágica crisis humanitaria de Venezuela y su impacto sobre nuestros aliados más cercanos en la región. Más allá, esta propuesta también mantiene una presión estratégica sobre el régimen de Maduro y avanza esfuerzos para lidiar con la gran cantidad de recursos robados al pueblo venezolano por los funcionarios del régimen Madurista", explicó Menéndez.

Por último, el Proyecto de ley VERDAD les envía un mensaje muy claro a los funcionarios del régimen sancionados: "Si no está involucrado en abusos de los derechos humanos de los venezolanos y apoya el retorno a un camino democrático en Venezuela, incluyendo nuevas elecciones presidenciales justas, las sanciones individuales en su contra pueden ser impedidas."

Las principales provisiones de la Ley VERDAD son las siguientes:

• Proporciona 400 millones de dólares en ayuda humanitaria a Venezuela

• Brinda 17 millones de dólares en apoyo a actores democráticos y la sociedad civil en Venezuela

• Fortalece el apoyo de Estados Unidos al presidente interino, Juan Guaidó, la Asamblea Nacional elegida democráticamente por Venezuela, y una solución negociada a la crisis venezolana.

• Establece una exención para levantar las sanciones específicas a las personas que toman medidas para restaurar la democracia en Venezuela.

• Requiere que el Departamento de Estado informe sobre la complicidad del régimen de Maduro en crímenes contra la humanidad.

• Restringe la entrada a los Estados Unidos a familiares de personas sancionadas

• Prohíbe visas para las familias de funcionarios sancionados del régimen de Maduro.

• Requiere nuevos esfuerzos para congelar y recuperar los activos robados al pueblo venezolano por el régimen de Maduro.

• Codifica una prohibición de venta de armas al régimen Maduro.

• Prohíbe visas para personas que trabajan con el gobierno ruso para socavar la gobernabilidad democrática en Venezuela.

Como diría Galeano, es el mundo al revés. Estos inefables personajes debieron estudiar la historia de sus países de origen. Debieron, al menos, escuchar de sus abuelos la historia de la esclavitud en Cuba (ambos tienen ese orígen), la extinción de las poblaciones aborígenes en la isla, el apropiamiento de Guantánamo para instalar una prisión y una base militar. Son ellos, cuyo origen es la Latinoamericana que los gringos desprecian, quienes hacen tal propuesta. Lo contradictoriamente sin sentido, es que no producen una ley para sacar al pueblo haitiano de su miseria, cuya población pareciera caminar al exterminio, o ayudar a los países centroamericanos, o a las islas del Caribe. Pero destinan 400 millones de dólares para que se lo roben Guaidó y su pandilla.

Tiene un desconocimiento total de la realidad venezolana. Y terminan siempre creyendo el cuento de los traidores. Los que nunca hicieron nada por su país. En lo personal siempre me pregunto, qué le pasaría al país si Guaidó y su pandilla asumieran alguna vez el poder. Con toda seguridad ser{iauna desgracia.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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