Si hay algo de importancia estratégica que dejó Chávez como capital político para hacer la revolución , fue el PSUV, verdadero ejército bolivariano chavista revolucionario, consciente de su papel para las presentes y futuras luchas en Venezuela y Latinoamérica por el socialismo y la unidad de nuestros pueblos, de dimensiones aun insospechadas. Es la organización más formidable y robusta que cualquier país nuestroamericano anhela construir, que ha llevado a Chávez al poder y ahora a Maduro ya por 20 años continuos. Siete millones de venezolanos rodilla en tierra, ciertos, bolivarianos y chavistas rojo rojitos. Esa es la mejor cuenta de las elecciones del 14 A. El balance real de la fuerza política revolucionaria más cualificada del continente junto al partido comunista cubano y el sandinismo.
En Venezuela se libra una guerra. La derecha apátrida ligada a los intereses del imperio por arrebatar el petróleo, que ha experimentado todas las formas de confrontación desde un golpe de Estado,- sin que por ello exista el menor escarmiento-, hasta los espacios de elecciones directas que han llevado falsa pero preocupantemente a la percepción superficial de un país dividido en dos partes iguales y a casi entregar trecientos años de luchas independentistas en virtud del juego político engañoso de la democracia liberal, lastre de montoneras, engañadas, amorfas degradadas y anárquicas frente al avance cualitativo de una fuerza social que de lejos en América Latina despertó para estos tiempos de miserias ideológicas, como un milagro, a la alborada señalada hacia el socialismo por el Comandante Eterno desde aquel “por ahora”; historia documentada minuto a minuto por la maravilla de los medios tecnológicos en los últimos 20 años de revolución pero que, con todo ello, deja grietas en la unidad del batallar diario contra el monstruo de la derecha venezolana, asunto medular y contradicción fundamental del que hacer actual y que no da lugar a guabineos de elementos que con su actitud deshonesta o errada no hacen sino debilitar el partido y ofrecer al enemigo un escenario propicio para la desestabilización y la derrota de la revolución, obrando como agentes de división con su pretendida “critica”.
Una de las recientes muestras de este accionar es la expresión pequeñoburguesa de la izquierda que naturalmente hace vida en el partido, el sifrinismo de izquierda, que ha visto como un horror, la decisión de Diosdado Cabello de negar el derecho de palabra a los diputados que no reconocen a Nicolás Maduro. Ellos –los sifrinos de izquierda- hablan de una unidad extraña. Su mente aun colonizada por el capital explica esa unidad como un Mall, un gran almacén por departamentos, todo perfectamente delimitado pero integrado y bla bla bla… de modo que la pequeña parcela partidista quede salvaguardada con miras a una negociación de poderes miserables para cuando haya lugar. Unidad de intereses mezquinos y oportunistas. La explican lindamente con un academicismo aterrador para los seres humanos. Es divertido ver cómo algunos de estos personajes se deshacen los sesos en sus disertaciones politólogas en un enredo diletante, que sería de algún valor si de ello se sacaran lecciones para la práctica política en organización y avance revolucionario. Pero no hacen sino partir de la gramática para volver a la gramática y todo ese esfuerzo en galimatías etimológicos sobre unidad, diálogos y otras yerbas para justificar y ocultar su pequeñez ideológica y política posando de intelectuales sabihondos.
A esos galimatías expresados desde fuera , reflexionados con toda la sabiduría de quien no los vivió y peor aún, pasando por alto que fueron hechos provocados con toda meditación por parte del fascismo asambleario, decimos: ¡! si señor que buenos coñazos!! Y más, a esos fascistas que no entienden de razones ni siquiera se les debería dejar hacer presencia en el parlamento. ¿O es posible creer que ellos han estado alguna vez allí para parlamentar, María Cochina, Julio Borges y pandilla? A los fascistas hay que aplicarles el método revolucionario. ¿Existe otro método para el fascismo? Se necesita ser demócrata cabal como Chávez para hacer la revolución y hacer la revolución para hacer democracia.
La misma situación se observa en un grupo de antihojilleros que lo único que dejan ver es su miseria humana. Pamplinas para ellos la función comunicacional estratégica que ha tenido y tiene Mario Silva y el programa que noche a noche enseña, ilustra , prepara y previene al pueblo sobre los planes del enemigo para destruir la revolución. Esa ruindad hace perder de vista, con intención de soslayar para el pueblo, el papel ya histórico de La Hojilla en defensa de la revolución y en lugar de proponer una agenda comunicacional estratégica que cierre filas frente a la canalla mediática, - por ejemplo la toma y cierre de Globovision, a ver si lo intentan-, se dedican a servir de francotiradores con ridiculeces sobre escoltas y otras especies.
Difícil entender que a estas alturas dentro del campo revolucionario y con ese enemigo tan poderoso que no escatima un segundo para destruir la revolución, existan gentes imbuidas de ese espíritu sectario haciendo trabajo a los fascistas
Históricamente, la burguesía fascista no se ha equivocado en sus intereses y ha aplastado al pueblo con todo su poder. En Colombia, hubo un presidente que fue lo más parecido a un idiota -como el majunche- quien dijo un día: ¿y el poder para qué?; sin embargo, con todo y lo estúpido, tenía claro su rol como agente de la oligarquía, al punto que por ello sus cofrades y áulicos lo llamaron El Maestro Echandia.
En Venezuela esta clase parasita se las tuvo que ver un día con nuestro padre Bolívar, y ahora con nuestro comandante Chávez. Esta vez el pueblo venezolano tiene una hoja de ruta, el Plan de la Patria de Chávez, el camino al socialismo y la soberanía nacional, no dejemos que ese plan se extravíe.
El PSUVes la espada que combate a esa canalla fascista y debe estar bien afilada. Hay que seguirlo fortaleciendo ideológica política y orgánicamente, hay que integrar a cientos de miles de militantes cada día, en función de esos venezolanos engañados por siglos y que tienen inoculado el veneno del mundo capitalista, con sus vicios, marcas de lujo trapo y lentejuela. Que entendamos que en el capitalismo los ricos son una inmensa minoría que explota y se burla del pueblo y de las clases medias, que hace creernos que todos podemos ser millonarios, que todos podemos ser un Lorenzo Mendoza, que entendamos que eso es un imposible, una quimera, el espejismo con el que nos engañan los oligarcas haciéndonos creer que un día es posible llegar a tener riquezas y lujos sin importarnos para nada nuestro prójimo, que su filosofía es: mírenme admírenme sírvanme y jódanse. Que el capitalismo en fin es el Anticristo.
Chávez lo dijo y el mundo lo reclama. El socialismo, único sistema político y social alternativo al estado de miseria capitalista.
Trabajemos por la unidad, por elevar el espíritu combativo siempre crítico y propositivo en disciplina de partido del chavismo, esa nueva ideología que nació de la pura tierra patria y que aún no ha sido considerada en su dimensión política en los gabinetes de propiedad intelectual secuestrados por conserjes del pensamiento doctrinario, teorizante, dogmático. En el sentido bolivariano, no tengamos filósofos por jefes, aislemos a los charlatanes disociadores de oficio develemos su papel de zapa.
La revolución está en el gobierno pero no tiene el poder suficiente, eso lo demuestra el chantaje de los “empresarios”. Chantaje que validan con el resultado ficticio del 14 A.
El PSUV es la fuerza política formidable para arrinconar al enemigo, para desarmarlo, asfixiarlo, que no tenga defensa, su poder económico actual es lo que le hace desafiante y el partido sabrá y deberá en su momento darle el golpe mortal, correrle la cerca y dejarlo en el abismo. El partido sabrá organizar la economía y la producción nacional de alimentos que “por ahora” está en manos de acaparadores y especuladores, chantajistas y fascistas.
¡Todos al PSUV!
Patria socialista o muerte!!!
Chávez vive la lucha sigue!!!
Bolívar y Chávez por siempre!!!
hzamora07@gmail.com
