La gasolina de la recuperación económica

Es razonable que el sistema de expendio de gasolina tenga una fase de estabilización y una fase definitiva, como anunció el Presidente Maduro. El Gobierno Bolivariano ha decidido implementar un sistema durante 90 días con un equipo portátil que se comunica con el Sistema Patria y administra un cupo de gasolina por persona. Si alguien quiere comprar más gasolina que la que le corresponde por el cupo, puede hacerlo pero pagando mucho más por litro adicional.

Como un mecanismo de emergencia este sistema luce suficiente, pero dista mucho de ser un mecanismo ideal para adoptarlo como definitivo. La solución basada en un monedero de gasolina es barroca y propensa a fallos, que ya se están viendo. Los equipos hay que adquirirlos, programarlos, mantenerlos y tener “Plan B” para los fallos de equipo o conectividad. Consideremos además que la gasolina a Bs. 5000 sigue siendo muy atractiva para revenderla allende las fronteras.

Primera trampa de la que es susceptible este sistema: la gasolina en el monedero patria es bachaqueable, porque el que no vaya a usar los 120 litros, sólo tiene que surtir esa cantidad en varias tandas y vender la gasolina que no vaya a usar al "precio internacional” a algún bachaquero. La enorme diferencia de precios entre la gasolina subsidiada y la gasolina a “precio internacional” es una apuesta segura a la corrupción.

Hay reportes de que en muchas bombas tuvieron que regalar gasolina porque no funcionaron los equipos o no hubo conectividad. Segunda trampa que puede aplicar un corrupto: dañar intencionalmente sus equipos o decir que no funcionan para evitar la conexión con el Sistema Patria y así vender gasolina a algún bachaquero. Ha habido muchos reportes de maquinitas que “no funcionan”. No es que no funcionen, es que no hay interés en que funcionen.

Hay que cotejar la venta de gasolina en cada bomba con los despachos de gasolina que tuvo. Tercera trampa que pueden hacerle al sistema: en la bomba dicen que la gasolina se agotó y el remanente se lo venden a unos bachaqueros.

Por diseñar una solución barroca, propensa a fallos por las condiciones actuales de conectividad, y con un diferencial de precios en la gasolina, va a haber mucha corrupción con el consecuente desprestigio de la épica llegada de los barcos con gasolina desde un país amigo, rompiendo el bloqueo yanqui.

Debemos alejarnos de las soluciones innecesariamente complejas y barrocas, que suelen ser más propensas a fallas. Abogo por que se implemente lo antes posible la fase definitiva, antes de los 90 días, y que en esta fase definitiva (1) se adopte un precio único para la gasolina, cercano a su “precio internacional”, (2) se dé un subsidio directo en bolívares al través del Sistema Patria y (3) se elimine la verificación de cupos, porque con subsidio directo ya no serán necesarios. Con esta solución tampoco será necesaria la maquinita. Los dueños de las bombas cuidarán sus ventas y tampoco será necesario tener guardias nacionales en las bombas.

*La gasolina y la recuperación del ingreso*

Consideremos la siguiente analogía. El motor de un carro necesita otro motor de arranque. El motor de arranque deja de funcionar una vez que el motor principal prende. Es el principio de la inversión pública en momentos de crisis o de la expansión cuantitativa ( _quantitative easing_ ) que se aplicará en casi todo el mundo para contrarrestar los efectos recesivos de la pandemia.

La propuesta de aprovechar la oportunidad para aumentar la gasolina y dar un subsidio en dinero que cubra un gasto básico de gasolina lo considero un motor de arranque, luego debe ir desapareciendo y que sea el salario el que se quede funcionando como motor principal del consumo de los asalariados.

Si el litro de gasolina cuesta $0.50 importada o $0.30 producirla en el país, por decir algo, y la hemos estado casi regalando, entonces sin mucho impacto en las finanzas del país podemos cobrar toda la gasolina a ese precio y dar en bolívares el dinero para comprarla.

Esto (1) evitaría una revuelta social por el aumento desproporcionado de la gasolina, (2) reduciría dramáticamente el contrabando de extracción, (3) tendría el efecto de una especie de expansión cuantitativa para la economía, como el que tuvo el famoso incremento a 1/2 petro del salario mínimo en 2018, que incrementó la demanda de bienes y servicios, dando una relativa sensación de bienestar durante un par de meses, (4) los ciudadanos verán conveniente no usar todo el bono/subsidio en gasolina, induciendo un ahorro de gasolina para el país, (5) al tener un precio único para la gasolina, se elimina el despropósito de tener gasolineras para ricos y gasolineras para pobres, lo que además es una fuente segura de corrupción.

Este mecanismo de arranque también puede usarse después con los servicios públicos, subirlos pero implementando un bono/subsidio que cubra la factura y que le llegue a todas las familias.

Es vital que esto se haga evitando más devaluaciones del bolívar, o habría que indexar los bonos/subsidios. Y se debe implementar una política agresiva de mejoramiento del salario para que los bonos/subsidios con el tiempo sean sustituidos por salario.

A modo de ejemplo, digamos que la toda gasolina pasa a costar 55 mil en vez de 5 mil y que subsidian 50 mil. Sin tener precios diferenciados. Podrían depositar por el Sistema Patria Bs. 6.000.000 (equivalente a 50.000 x 120). Con este esquema, los primeros 120 litros terminan costando 5 mil y los restantes 55 mil el litro.

No hace falta verificar si los 6.000.000 se gastan en gasolina, que cada quien decida si los quiere gastar en otra cosa y ahorrar gasolina. ¿Es mucho un subsidio de Bs. 6.000.000? Por supuesto que no, es un dinero que en buena parte el Estado recibirá de vuelta como pago de la gasolina y el resto servirá para estimular la economía, induciendo para ello a un ahorro de gasolina por parte de la población.

Hay que dar el subsidio en bolívares porque si se da gasolina, habrá bachaqueo. Todo depende de los niveles de demanda y escasez.

La presión por devaluar el bolívar como consecuencia de la expansión cuantitativa se contrarresta (1) implementando la paridad fija bolívar-petro y (2) más medidas para darle demanda al petro en el comercio internacional y al bolívar en el territorio nacional. Nada de cobrar gasolina o impuestos en divisas extranjeras: sólo en bolívares y petros. Tenemos otra oportunidad para abordar la estabilización monetaria en esta coyuntura.

¡Venceremos!


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