Solicitud Gaitanista a la guerrilla

 

Bogotá, febrero 23 de 2008, fecha del natalicio de Jorge Eliécer Gaitán

Comandantes

MANUEL MARULANDA VÉLEZ

FARC-EP

NICOLÁS GABINO

ELN

Montañas de Colombia 
 
 

Compatriotas Manuel y Nicolás, 

Lanzo esta carta al viento con la esperanza de que llegue a sus manos, a su corazón y a la esencia más íntima de su razón de ser, que se remonta a la violencia que sufrieron sus padres por ser gaitanistas. Talvez debería distribuirla en la marcha del 4 de febrero – fecha escogida sin ingenuidad por los organizadores para “conmemorar” el golpe fallido del entonces Coronel Hugo Chávez Frías para derrocar a Carlos Andrés Pérez -. Pero no, porque no quiero desfilar conjuntamente con los promotores de este evento estimulado por intereses oficiales, impulsadores de esta marcha que se disfraza de humanitaria, pero cuya esencia es política, donde la defensa del poder oligárquico establecido es el trasfondo de la publicidad e impulso que a este acto le han dado. 

Vengo macerando mis palabras, mis ideas y mis sentimientos desde mediados de diciembre del año pasado cuando los gaitanistas doctrinarios afiliados al Polo Democrático, que nos reunimos semanalmente en la Escuela de formación socialista que impulsa la asociación Fuerza Gaitanista, me autorizaron para dirigirme a Uds. con el propósito de solicitarles que, con motivo de cumplirse el próximo 9 de abril 60 años del magnicidio de mi padre, Jorge Eliécer Gaitán, en homenaje a su memoria y al pueblo que lo acompañó en su lucha por instaurar en Colombia una Democracia Directa, los secuestrados por las FARC-EP y el ELN hayan sido para entonces liberados. 

No dudo en pensar que Uds. comparten conmigo el principio de que la doctrina y pensamiento políticos de mi padre deben ser brújula para quienes estamos comprometidos con el propósito de forjar para Colombia un régimen que nos libere del egoísmo y crueldad del mundo capitalista globalizado, incluyendo el dominio arbitrario del imperio norteamericano. En consecuencia, con esta premisa me permito plantearles que, si queremos honrar la memoria de Jorge Eliécer Gaitán, estamos obligados a rechazar el secuestro de rehenes a cualquier título y debemos comprometernos con su liberación. En efecto, mi padre, como brillante penalista que era, fue enemigo del encarcelamiento como instrumento de castigo o de amedrentamiento de cualquier ser humano y sólo aceptaba la prisión para proteger a la sociedad de aquellos seres potencialmente peligrosos, a fin de rehabilitarlos en lo posible.  

Mi padre nunca fungió como acusador, siempre actuó como defensor de quienes padecían los rigores de la cárcel o podían sufrirla. Entre sus muchas actividades profesionales defendió a los obreros sindicalistas, detenidos por la famosa Huelga de las Bananeras; fue defensor del heroico fundador del Partido Socialista Revolucionario (PSR), Tomás Uribe Márquez, que promovió en los años 20 la organización popular y el fomento al sindicalismo, por lo cual fue perseguido y encarcelado. En su última actuación como penalista,  que culminó exitosamente a la una de la mañana del día de su asesinato, fue defensor del teniente Cortés, miembro del Ejército Colombiano. Defendió al señor Zawadsky, su enemigo político, dándole a mi madre el argumento de que lo hacía porque las niñas del matrimonio necesitaban de la presencia de su padre. En sus defensas penales, en su cátedra universitaria y en sus conferencias públicas, siempre rechazó vehementemente la cárcel como herramienta de castigo y retaliación. De modo tal, compatriotas Manuel y Nicolás que, para ser consecuentes con el legado ideológico de mi padre, es INDISPENSABLE liberar ya a todos los secuestrados, lo cual representaría un inmenso homenaje al líder popular con lo cual se contrarrestaría el argumento herético del actual alto comisionado para la paz, hijo de un pájaro de la violencia de los años 40, quien a nombre de los poderosos enemigos del pueblo planteó en un ensayo publicado bajo el título de La Sangre de Gaitán y en un libro reciente, con el apoyo escrito de los paramilitares, ha afirmado que es necesario sepultar para siempre la memoria de Gaitán so pretexto de que ello traería la paz a Colombia. La liberación de la totalidad de los secuestrados demostraría que el recuerdo de mi padre y su doctrina son liberadores y aportarán elementos fundamentales a la paz de Colombia. 

Los seguidores de la propuesta de enterrar la memoria de Jorge Eliécer Gaitán, líder popular, socialista y antiimperialista, como es mi padre, han anunciado que realizarán un seminario con ocasión del sesenta aniversario de su asesinato al que han llamado “Mataron a Gaitán”, para que las nuevas generaciones se graven en la cabeza que mi padre está muerto y sepultado para siempre, a diferencia de las recientes conmemoraciones de figuras señeras del pensamiento liberador a las que  denominaron “Marx vive”, “Allende vive”, “el Che vive”. De manera que esta liberación que los gaitanistas doctrinarios les proponemos a Uds., al Secretariado de las FARC-EP y al Comando Central (Coce), debe llamarse GAITÁN VIVE para contrarrestar los esfuerzos de quienes quieren hacer olvidar su nombre en la mente del pueblo, convirtiéndolo en estatua muda al servicio de su propio “santoral patrio” para reforzar los intereses de la casta dominante. 

Por lo tanto, invocando el espíritu ético y filosófico de los principios ideológicos y teóricos de mi progenitor y rememorando su mensaje cuando dijo que “el hijo es en quien se perpetúa nuestro espíritu y atestigua con su vida nuestra pasada existencia”, me permito, como hija única de Jorge Eliécer Gaitán y en su nombre, solicitarles esta liberación para que el próximo 9 de abril podamos acercarnos a su tumba para decirle: NO HAS MUERTO, TU LEGADO IDEOLÓGICO NOS ESTÁ CONDUCIENDO A LA PAZ CON JUSTICIA SOCIAL. 

No hay tiempo qué perder. Es urgente actuar ya, para que no se repita en Colombia el rescate violento de rehenes sucedido en Uganda en 1992 en la Operación Thunderbold, que cobró muchas vidas y que hace un tiempo, gracias a la desclasificación de documentos del Foreign Office británico, ha venido a saberse que fue un montaje premeditado y deliberado, preparado y ejecutado por el servicio de inteligencia de Israel, que se sirvió de provocadores que se hicieron pasar por terroristas y utilizó la liberación negociada de los rehenes no judíos para obtener información útil al operativo (Ver: http://truthatsentinel.blogspot.com/2007/06/another-israeli-false-flag-operation.html). Cualquier parecido con nuestra realidad no parece pura coincidencia. Recordemos que internacionalmente comenzó a hablarse con énfasis de la liberación de rehenes cuando huyeron Fernando Araújo y el Subintendente Pinchao, quien informó sobre Emmanuel, permitiéndole al gobierno colombiano, desde mucho antes de que se iniciara la Operación Emmanuel, precisar que el niño que estaba en el ICBF era el hijo de Clara Rojas y no estaba en manos de la guerrilla. Fue entonces cuando el Presidente Uribe le encomendó a Piedad Córdoba y al Presidente Chávez el manejo de la negociación… 

Finalmente, quiero manifestarles que los gaitanistas doctrinarios reconocemos que las FARC-EP y el ELN tienen en sus raíces causas profundamente sociales que se originaron a partir de la conformación, por parte del gobierno, de grupos paramilitares que el pueblo llamó pájaros o chulavitas. El régimen que mi padre combatió y que seguimos sufriendo no es democrático. Las elecciones bajo el sistema que vivimos son sólo una pantomima adulterada por las presiones de carácter violento y terrorista que se ejercen contra el electorado. Lo que vivimos es una democracia tartufa. El grito de batalla de mi padre era “por la restauración moral y democrática de Colombia ¡A la carga!”, lo cual señala que había (y hay) que luchar por la restauración de una democracia hasta hoy inexistente. La oligarquía siempre ha perseguido, asesinado o utilizado el fraude para perpetuarse en el poder. Los gaitanistas doctrinarios y la familia del prócer sacrificado venimos padeciendo actualmente una honda y terrible persecución por parte del régimen. ¿Qué democracia es ésa? Pero lo cierto es que enfrentados a una dictadura de tercera generación (que es la que se disfraza de democrática permitiendo la realización de elecciones amañadas), el hecho de que quienes combaten al régimen empleen como herramienta el secuestro y la vejación de seres humanos, le resta validez a una lucha emprendida hace 60 años para enfrentar el genocidio oficial de que fue víctima en aquellos años el gaitanismo. 

Ustedes, compatriotas Marulanda y Gabino, junto con los demás miembros del Secretariado de las FARC-EP y del Comando Central (Coce), están en capacidad de rendirle a mi padre un homenaje histórico. Los gaitanistas doctrinarios sólo podemos sugerirlo a la espera de que respondan positivamente a este mensaje que le abrirá puertas al reencuentro nacional con la doctrina gaitanista. Los gaitanistas sabemos que este es un clamor nacional y por ello repetimos una frase de mi padre: “Yo no creo en el destino mesiánico o providencial de los hombres. No creo que por grandes que sean las cualidades individuales, haya nadie capaz de lograr que sus pasiones, sus pensamientos o sus determinaciones sean la pasión, la determinación y el pensamiento del alma colectiva. No creo que exista ni en el pretérito ni en el presente un hombre capaz de actuar sobre las masas como el cincel del artista que confiere caracteres de perennidad a la materia inerte. El dirigente de los grandes movimientos populares es aquel que posee una sensibilidad, una capacidad plástica para captar y resumir en un momento dado el impulso que labora en el agitado subfondo del alma colectiva: aquel que se convierte en antena hasta donde ascienden a buscar expresión, para luego volver metodizadas al seno de donde han salido, las demandas de lo moral, de lo justo, de lo bello, en el legítimo empeño humano de avanzar hacia mejores destinos” 

En la hora de ahora, compatriotas Manuel y Nicolás, ese impulso que labora en el agitado subfondo del alma colectiva es el sentimiento unánime de todos los colombianos, incluyendo y en primera fila a quienes nos consideramos revolucionarios, de ver liberados YA a todos los rehenes. Es un gesto que el país sabrá reconocer en su justa medida.  

Con sentimiento patriótico, revolucionario y gaitanista, me suscribo de Uds. como su compatriota,

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                                                        GLORIA GAITÁN

                    glorigaitan@yahoo.es



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Gloria Gaitán


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