Ante el doble asesinato de nuestros camaradas:
Dayana Carolina Azuaje y Gabriel Tovar
De verdad que, desafortunadamente, no los conocí; como tampoco conocí a Freddy Parra, Ismael Ramos (a éste lo conocí, casi en los últimos días de su combativa vida), Alexis González, Juan Carlos Castillo; tengo que admitir que llegue tarde al océano de sus vidas, y eso, no me permitió conocer lo esencial de sus sueños (emoción revolucionaria pura); no obstante, decía: Ernesto “Che” Guevara, que debemos “sentir en lo más hondo, cualquier injusticia cometida contra cualquiera, en cualquier parte del mundo, es la cualidad más linda de un revolucionario”.-
Es necesario reafirmar que todos estos compatriotas, aunque seres imperfectos, asumieron el compromiso de construir un destino mejor para la patria, por lo cual, debemos sentirnos orgullosos y rechazar el asesinato de nuestros compañeros activistas. Camaradas: Coordinadora Simón Bolívar, Colectivos Populares todos y demás organizaciones de la lucha revolucionaria, si asumimos con verdadera firmeza, el compromiso de transformar la esperanza en realidad a través de la lucha y el combate por la igualdad y la justicia social. No debemos permitir que todo caiga en la despreciable impunidad y el cómodo olvido de la “basura procesal”: llena de trámites repugnantes de la dinámica policial estándar (concretamente el CICPC), que pretende justificar su inmovilidad negligente e incapacidad insultante para resolver casos, que ameritan un mínimo esfuerzo profesional. ¡¡Es amoral que ocurran estas cosas, en el gobierno de la esperanza revolucionaria!! Consecuencia inevitable de un hecho: haber dejado el control de nuestras humildes vidas en manos de la indolente cultura burguesa, donde la pobreza no tiene lugar... No puede haber revolución verdadera, en una sociedad enferma de exclusión y para construir el hermoso proyecto de “todo el poder para el pueblo”, es necesario destruir lo malvado.
¿Pintarle graffitis a ese canal de la conspiración que es Globovisión es un pecado terrible? Este es el caso, del Colectivo Alexis Vive (integrado por el tipo de personas que mantienen siempre un espíritu de lucha, apoyando el proceso revolucionario, a toda hora y todos los días, sin mucha estrategia ni sesudos análisis, pero siempre… por su pueblo, a riesgo cierto de sus vidas…). Este Colectivo, reivindica la memoria de Alexis González, asesinado por la policía metropolitana el 11 de abril de 2002, luego de ser reseñado continuamente por Globovisión. ¿Cómo se puede olvidar, sin ser ingrato, el papel que jugaron estos colectivos aquel 12 y 13 de abril de 2002?. ¿Acaso, podemos borrar de la memoria sus acciones en defensa del gobierno bolivariano, o enfrentando las bandas motorizadas del fascismo? Esto no lo pueden entender, los “seudo-revolucionarios: prudentes y equilibrados” quienes acomodados al poder se han olvidado del pueblo… No agredieron a nadie, y el arma de destrucción masiva utilizada, fue un letal y peligrosísimo spray, mientras el “heroico gritón y valiente”, Alberto Federico Ravell, profiriendo insultos y amenazas los llamó: drogadictos, borrachitos y delincuentes; además de exponer, reiteradamente, a nuestros camaradas asesinados (Dayana Carolina Azuaje y Gabriel Tovar, miembros del Colectivo Alexis Vive), través de su medio conspirador y golpista, como lo hizo con nuestro eterno, Alexis González Revette.- El juicio generalizado de condena y descalificación -incluida la afirmación de “penetrados por la CIA”- no ha sido constructivo, no es justo… Aún admitiendo, que la impertinencia de algún acto, puede conducirlos a acciones estratégicamente no recomendables… ¡¡Luchan por la revolución y lo harán hasta morir en el empeño de ser necesario!!
Aunque el proceso revolucionario no se detiene por caprichos individuales, la reacción no da tregua, espera tiempos mejores y se reserva con celo las oportunidades: hay que estar alerta y recordarlo siempre… Con el dolor, en esa parte para la cual no existen prótesis, de los que se han ido pero han estado siempre: todos estos soñadores, irrenunciables revolucionarios, “escogieron un camino”… “los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos”.-
