No solamente a Carmona en tanga y su combo. Debe pedirse la extradición del “Rey de la lumpia” Urdaneta, por apología al crimen. Él fue uno de los que azuzó al pueblo del Este a ir a Miraflores. Él pidió el asesinato del Presidente venezolano desde un canal de televisión de Miami. Fue cómplice del golpe de Estado. Se creía dueño de la situación, el infeliz actorzuelo, a quien le cortaron un mechón de pelo en el 23 de Enero cuando fue a comprar droga. ¿Cómo es posible que este enano de cerebro y cuerpo esté hablando de moral y democracia? También debe pagar su culpa. En Yare lo estarán esperando con gusto, para que sienta lo que siente un preso pobre en esos lúgubres calabozos. No puede ser que estos criminales, que se creían dueños del país venezolano, no estén tras las rejas. La averiguación tiene que llegar hasta Escobar Ratón, el “raro” ex canciller de los escuálidos, quien pidió cárcel para unas personas que fueron electas democráticamente por el pueblo. Ese bribón, ese vividor, esa ofensa a la varonilidad, DEBE SER SOMETIDO E IR PRESO. Lo mismo Anopeleón Bravo. El españolete de la risa chocante, no merece ni siquiera tener la ciudadanía venezolana. Traicionó a quien se la dio. Fue un fanático componente de la ira contra el pueblo bolivariano. Un maloliente franquista, salido de la podredumbre de Galicia, de los basureros de la oligarquía, para utilizar una concesión del Estado para atacar a quien sido había electo en libres comicios. La Revolución tiene un compromiso con el pueblo y su lealtad sincera. Marta Colomina, otra española, ¡verga si joden como en la colonia! Tiene su cuota de culpa, además que posee un prontuario de cuando fue directora del Canal 8.
Sr. Fiscal Isaías Rodríguez, estos crímenes contra el Estado, no pueden quedar impunes. La sociedad se lo pide; digo la sociedad que sintió con más fuerza los latigazos de la oligarquía, y no esa, grosera, vestida de fascista que arengaba a “quemar chavistas” desde Rctvas, Globoinmundón, Venenenón y Televenganza., en conchupancia con ese infeliz llamado W, Bush a través de sus embajadores y sus militares instalados en Fuerte Tiuna. El pueblo puede volver a arrecharse si estos criminales siguen incólumes, sin castigo, arengando a la desestabilización, buscando apoyos allende las fronteras, para seguir con el mismo proyecto diabólico. Marcel Granier es un golpista y eso lo sabe el pueblo. Ha utilizado todos los canales, incluyendo a esos patanes de la SIP, que no deben meter sus putrefactas narices en algo que no les compete, porque RCTVAS no es un periódico y lo de ellos es prensa escrita, para instigar al odio, a la segregación, al desconcierto. Es un monstruo, el bigote de manubrio. Su descomposición cerebral puede llevarlo a causar muchos problemas. No puede andar libre, porque es un malhechor. Que ande por ahí blasfemando, amenazando, el bribón Carlos Manuel García, quien firmó en la casa de Anopeleón Bravo a los militares golpista, es una ofensa al raciocinio del soberano. Este sigüí tiene una celda esperándolo. No puede andar suelto por las calles, porque entonces quienes ocupan las cárceles venezolanas, tendrían que estar también en la misma situación. Ese señor es un criminal. Los militares que sabían lo de las muertes en Puente Llaguno, son tan miserables como él. No existe ninguna razón para no meterlos presos a todos y a largas condenas. De no ser así el pueblo entenderá que la lucha es débil.
Ibéyise Pacheco y los comunicadores que, rompiendo el código de ética de la profesión, mintieron contra los llamados “Pistoleros de Puente Llaguno”, son una ofensa al periodismo, porque no merecen el respeto de la comunidad, por cobardes, mentirosos y pusilánimes. Nadie debe gozar de impunidad, porque así como se condena a quien roba una arepa con queso, así mismo se debe llevar a la cárcel a los que atentan contra el equilibrio del gobierno. Permitir que los GOLPISTAS, EN TODAS SUS FACETAS ANDEN LIBRES Y AMENAZADORES, es debilidad, es cobardía, ¿qué pueblo puede creer en quien no lo protege contra la inmoralidad, el crimen, el golpismo, la aventura política? Todo debe estar en equilibrio. Así es la democracia. Quien usurpe el respeto y la decisión de la mayoría, no puede estar fuera de los barrotes, porque para eso hay libertad de escoger y elegir. En la IV-R a nadie se le ocurría cometer estas tropelías contra el Estado, porque, sí bien era cierto que las cúpulas y sus allegados eran felices, no era menos cierto que había algún elemento disconforme. En las cárceles, en las montañas, en los barrios, en las calles, murieron muchos de estos últimos. La arenga de la oligarquía contra quienes les atacaban el fundo, era muy evidente. Por eso la Revolución hecha con sangre y sudor del pueblo, está en el momento justo de la historia, para llevara cabo un conjunto de realidades que haga que los crímenes no queden a la vera del cauce.
Señor Fiscal Isaías Rodríguez, usted puso un ejemplo de respeto a las leyes, aquella vez que les dijo a los golpistas temblorosos en Miraflores, que se les respetarían todos sus derechos. El pueblo indignado afuera, tenía otro pensamiento, pero usted dictó cátedra en derecho y permitió que aquellos truhanes salieran ilesos de la aventura maldita. Hoy el pueblo le pide que utilice esas mismas herramientas, para que respetando los mandatos constitucionales, el pueblo pueda ver pagando castigo, a todos, todos, los que se sintieron dueño y señores del valle. La justicia debe penar al delincuente y darle satisfacción a la honradez.
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