Quienes nos acompañan no son precisamente los extraterrestres

¿Qué tan solos estamos?

Mientras que la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, mejor conocida como la Nasa busca desesperadamente una respuesta a la histórica y enigmática pregunta de si estamos los terrícolas solos en el universo, en Maturín esa pregunta la responden cada día los ciudadanos “de a pie”.
 
Ese concepto: “ciudadanos de a pie”, jamás fue tan conveniente para describir la frustración, enojo e indignación que sienten los trabajadores y estudiantes de la Sultana del Guarapiche.
 
Salir un domingo hacia el centro de Maturín, bien sea a trabajar, estudiar, hacer una diligencia, comprar la medicina del bebé, la comida de la mascota o pagar una deuda, se ha convertido en una odisea digna de una película de suspenso del maestro Alfred Hitchcock
 
En nuestro sistema solar podría haber vida alienígena, ha reiterado la NASA. Entre tanto, en el casco central de Maturín, no hay alienígenas, sino malandros, muchos malandros. Están sueltos y con absoluta impunidad.
 
Los periodistas y los malandros
 
Para quienes no lo saben, los periodistas trabajan por guardias, tal como lo hacen los médicos, eso significa que deben estar cada domingo al pie del cañón, listos para buscar las noticias. Pero resulta que el domingo es un día difícil para los periodistas y para cualquiera que esté en el centro de Maturín, les explicaré por qué.
 
En primer lugar, la ausencia del transporte público es al menos un 80% más evidente que en el resto de la semana, algunas rutas muy conocidas ni siquiera laboran. Y en segundo lugar, la presencia de los cuerpos de seguridad en el casco central se reduce.
 
Hay un déficit histórico de funcionarios policiales, claro está. Hay problemas presupuestarios y de dotación de vieja data. Mientras tanto, los trabajadores y estudiantes continúan sus labores.
 
Si eres periodista, sabes que el domingo es un día especialmente peligroso cuando sales a eso de las 5 de la tarde del sitio donde trabajas, rumbo a tu casa. 
 
En la redoma Juana La Avanzadora “trabaja” un grupito de al menos 5 sujetos (algunos aparentemente menores de edad) dedicados al robo. Su “territorio” abarca desde la Catedral hasta el balancín, pero no se descarta que en realidad se trate de diferentes grupos delincuenciales que se han repartido todo el casco central de la ciudad, en especial la avenida Bolívar.
 
Así ocurrió
 
Un domingo, el jefe de una colega le había advertido temprano que estaban robando. Sin embargo, al concluir su jornada, no le quedó de otra que armarse de valor y salir del trabajo rumbo a su casa. No había ningún funcionario de ningún cuerpo de seguridad en las calles, solo algunas pocas personas, que al igual que ella, querían llegar a sus casas. 
 
Por si no lo saben, los domingos en Maturín pueden perfectamente servir de escenario para filmar una película sobre el apocalipsis, pues las calles y avenidas se tornan solitarias al punto de parecer inhabitadas.
 
El modus operandi no es nuevo, se acercan fingiendo ser conocidos tuyos que te van a saludar. La víctima puede responder al saludo o ignorarlo, pero siempre seguirá siendo objetivo para ser despojado de sus pertenencias. En su mayoría las víctimas son jóvenes de ambos sexos o personas mayores. En todo caso, las mujeres también tienen victimarias especiales: Un grupo de al menos tres ciudadanas con antecedentes penales que estuvieron aprehendidas y liberadas recientemente.
 
Cuando el sujeto se aproximó a “saludarla”, ella ignoró deliberadamente esa pretensión y se alejó unos pasos hacia otro extremo de la parada, situación que motivó al malandro a seguirla, todo esto en presencia de al menos otros 4 sujetos que lo acompañaban pero que fingieron no hacerlo y de no menos de otras 5 personas ajenas a la situación y que no quisieron jugar a ser héroes. Se les comprende.
 
Tras apartarse, la colega divisó a un conocido que vive cerca de su casa, se acercó a él mientras traía a sus espaldas al delincuente. No había, repito, ningún funcionario policial cerca. El bandido terminó de acercarse para, en medio de una actitud totalmente hostil, darle a la periodista y a su amigo, un sermón sobre la discriminación, del porqué ella no debía ignorar a alguien que se le acercara a saludarla en la calle y además negando que sus intenciones fueran querer robarla. Mientras él daba sus argumentos en un tono de voz bajo, decidieron ignorarlo. Entonces fue cuando el malandro se aventuró a mostrar su verdadero rostro. Allí comenzaron las amenazas sobre la posibilidad de que la periodista fuera asesinada en aquella redoma de nuestra querida heroína Juana La Avanzadora, curiosamente, dicha amenaza no incluía al amigo de mi colega.
 
En algún momento de su “ameno” monólogo, le  dijo que sabía dónde ella trabajaba, que la veía “pasar” todos los días y que ya había intentado robarla en otras oportunidades. Que cuando quisiera hacerlo lo iba a hacer porque no tenía ningún problema con eso. Estás últimas amenazas tienen un ápice de verdad. Muchas veces los periodistas andan uniformados, las empresas para las cuales trabajan se encargan de que el nombre del medio de comunicación se vea muy bien en sus camisas.
 
Si bien el delincuente, que debe tener menos de 25 años, jamás sacó arma alguna, su pretensión sí era causar algún daño. ¿Por qué no lo hizo? Hasta hoy ignoramos las razones. Al final, llegó una unidad de transporte y el delincuente se distanció reiterando la amenaza cierta de que se volverían a ver en la calle. Los malandros siguen desplegados en un gran operativo de inseguridad muy eficiente.
 
No quisiera hacer ninguna vinculación entre este acontecimiento y los hechos violentos que propiciaron sectores de la oposición para derrocar al gobierno, pero debo alertar que siguen existiendo planes para generar hechos que conmocionen a la opinión pública, como por ejemplo el asesinato de periodistas utilizando a delincuentes pagados para simular robos ordinarios, recordemos el caso del colega Ricardo Durán. 
 
En definitiva, en el gremio periodístico muchos han sido y siguen siendo objeto del robo. ¿Qué tan solos estamos? Los periodistas responden esta pregunta cada domingo.
 
*Periodista
 
@KendrickHermoso
subjec20@gmail.com

 



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