¡Los policías también lloran!

El día de las madres próximo pasado un hecho sin precedentes quizás en la historia del país, enlutó no solo a una familia maracaibera, sino a un gremio que con su trajinar diario le brinda seguridad a sus conciudadanos y a través de una abnegada labor que se vuelve devoción; ofrecen su vida a cambio de practicar aquel honorable juramento de cuidar su ciudad y hacer cumplir las leyes.

Por supuesto que me refiero al vil asesinato del Comisario José “Pepo” González y el mayor de sus hijos, hecho éste que estremeció a la opinión pública nacional, porque mas allá de tratarse del Director de la Policía de Mara, ex director de POLIMARACAIBO y miembro activo del Consejo Nacional de Policía; Pepo se caracterizó por ser un hombre probo, con una moral a prueba de balas.

Las catorce policías municipales del Estado Zulia respaldaron al DIBISE (Dispositivo Bicentenario de Seguridad), en su pronunciamiento contra la muerte del Comisario González y su hijo Jhon.

El Ministro Tarek El Aissami en su cuenta twitter reconoció que Pepo era un hombre de “una sólida moral”, la Vice Ministra de Interior y Justicia y la Directora de la Policía Nacional Soraya El Achakar, viajaron a Maracaibo para hacer llegar sus condolencias a la familia de González.

El Vice Presidente Elías Jaua encomendó al Alcalde de Mara Luis Caldera hacer llegar a los familiares del Policía Caído en Combate el sentido pésame en nombre del Presidente de la República y en el suyo. Y hasta el gremio periodístico de la localidad se unió al duelo, al tiempo que admitió que Pepo trató a los periodistas con cariño y especial respeto.

Pepo se formó como Policía en Maracaibo, allí ocupó el más alto cargo, se caracterizó por no aprobar acciones contrarias a la conducta intachable que debe mantener un funcionario policial, y esa actitud para bien o para mal, lo dio a conocer en el ámbito como uno de los más recios Jefes Policiales de la Región.

Fue el hombre fuerte del Gobierno de Dimartino, veló constantemente y sin descanso alguno por la policía que sentía suya, pero solo un instante fue suficiente para que le arrancaran la vida a pedazos y con la de él, la de su mayor hijo, que en cualquier caso nada tenía que ver en aquello, y que segura estoy orgulloso se sentía de su padre.

La despedida a Pepo fue inefable, Maracaibo en pleno se paralizó para decirle ADIOS a un hombre que irradiaba una inquebrantable seriedad, pero que todos sentían cerca, la gente a la que por años sirvió, se apostó en los distribuidores de la autopista para ver pasar el féretro del policía, pancartas, cantos, banderas, música de Ali Primera, colas de vehículos que se detenían a lo largo del camino, fueron algunas de las acciones que como muestra de aprecio desconocidos le dieron a Pepo.

Las balas de salva y el conocido “no es mas que un hasta luego” sellaron la despedida al Comisario González, quien cumpliría 39 años de edad una semana después de su entierro el 17 de Mayo pasado.

Todo siguió y en menos de una semana la Policía puso otro muerto, esta vez se trató de Albert Labarca, conocido entre sus amigos y compañeros de trabajo como Jackie Chan, un joven de 28 años de edad, no tan conocido por la colectividad como Pepo, pero si igual de trabajador, cumplido y moral, jovial, alegre, siempre presto a servir, querido entre sus amigos, hijo, esposo, padre de dos criaturas.

A Jackie lo mataron uniformado, desarmado, y arrodillado; como pidiéndole perdón a sus verdugos, tal vez por estar en el lugar equivocado a la hora equivocada; entonces no cesó el desespero entre los policías que sentimos a nuestros compañeros como hermanos, que nos preguntamos constantemente que será de la familia de Pepo y Albert sin ellos.

Que nos indigna el saber que ponemos la vida para defender a los demás, y que no hay ley que nos defienda, somos presa fácil del destino, si accionamos nuestra arma para defendernos o defender a los demás, resulta que ajusticiamos, si aprehendemos al violador e indignados por los daños causados a sus victimas omitimos el llamarles “ciudadano”, resulta que allí hay un delito de lesa humanidad, y violamos sus derechos.

Entre llantos y sollozos es preciso preguntar en que momento perdimos nuestros derechos fundamentales, creemos en Dios, ¿saben?, la mayoría de nosotros fuimos criados en familias religiosas, todos sin excepción creemos en un DIOS, tenemos una Patrona la Virgen del Carmen, en honor a ella celebramos nuestro día cada 16 de Julio.

Hoy vengo a decirle LOS POLICIAS TAMBIEN LLORAMOS, lloramos con honor la partida de un hermano, lloramos con indignación el hogar que queda sin padre, la mujer que queda sin esposo, la madre que queda sin un hijo, lloramos con honor los sueños que se vieron truncados, las metas que no se cumplieron, ofrecemos los méritos, no solo de PEPO y JACKIE CHAN, sino de todos nuestros funcionarios caídos.

Venimos a ofrecerlo como muestra de una labor abnegada, estamos en la calle, trabajando mientras el común de los ciudadanos duermen, mientras están de vacaciones; nosotros estamos allí, tal como lo juramos, sirviendo a la comunidad, esperando que si así fuere DIOS y la PATRIA OS PREMIE, o de lo CONTRARIO OS DEMANDE.

Alguien dijo por allí, que salimos a matar solo por que se trata de un POLICIA, hoy le vengo a decir respetado(a) amigo (a), es notable que no ha sido usted víctima de un delito; salimos a buscar a quien infringió la ley de Dios y del hombre con el mismo ahínco que buscamos al ladrón que deja sin comida una madre, al violador que abusa de una niña o a quien se vale de la buena fe de otro para estafarlo.

Un POLICIA LLORA el dolor del padre al que le matan a un hijo, porque ve en su rostro el suyo, vive la indignación de una madre a la que le roban su sustento, porque ve en ella la suya.

Somos humanos, reímos, lloramos, erramos; no queremos ocultar que hay quienes en el cumplimiento del deber desvirtúan su accionar y toman un camino fácil contrario a lo que el Estado de manera celosa nos ha encomendado. Pero errar es de humanos, rectificar de sabios!!.

Hoy a la orden del Ministerio Público se encuentran los “ciudadanos” presuntos responsables de la muerte de PEPO, su hijo y JACKIE CHAN, ni nosotros los policías, ni el poder judicial de este país tiene el poder supremo de dar o quitar vida, pero a nuestra patrona la Virgen del Carmen, rogamos porque le de al hombre la sapiencia necesaria para hacer justicia, una justicia que no va devolvernos a nuestros compañeros, pero que va calmar nuestro llanto, y nos va invitar a seguir trabajando con la misma dedicación, nos va decir que PEPO y JACKIE CHAN no murieron en vano, que vale la pena seguir.

Hoy les vengo a decir que LOS POLICIAS TAMBIEN LLORAN!!!!!


smavarin@hotmail.com


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