“Julio Andrés Borges, actuando en carácter de presidente de la Asociación Civil Primero Justicia, acepta y recibe la donación de 60 mil bolívares fuertes (60 millones en aquel entonces) de la mano de Antonieta Mendoza de López, quien para la fecha se desempeñaba como apoderada y gerente de Asuntos Públicos de Petróleos de Venezuela”
¿Te parece que JULIO Andrés Borges puedes salir a gritar, a patalear, a maldecir que Chávez “está regalando el dinero” cuando lo que está es ayudando a los niños que mueren de hambre y frío en esas naciones azotadas por la naturaleza? ¿Él sufría de eso cuando la señora Mendoza le obsequió ese dinero que pertenece al pueblo venezolano?
¿Cómo es que tiene las santas bolas de andar pregonando que posee la clave para gobernar esta nación de la paraulata y el samán? Es urgente pedirles currículo vitae a esos que sueñan con ser políticos y directores de la sociedad. Si así hubiese sido antes de 1958 no existiera un adeco ni un copeyano, menos unos traidores como Petkoff y Pompeyo Márquez engañando al pueblo y viviendo en la opulencia a costa del Estado. Pompeyo Márquez no es ningún ejemplo para nadie. Este anciano que escupe odio y “autocracia” a granel fue uno de los que les pulió el camino a los adolescentes, junto a Petkoff, para que se fueran a las guerrillas, Ellos se vendieron al Opus Dei Caldera les canceló la traición haciéndolos ministros, de Cordiplan Teodoro y de Fronteras Pompeyo ,Pompeyo, es un viejo gañán y aprovechador sin una micra de sentimientos, que no hacía nada en dicho ministerio, pero cobraba 15 y último el dinero de todos los venezolanos. Hoy lanza baba alcanforada desde la página de un periódico hablando de “autocracia”, mísero pterodáctilo que ni siquiera caga petróleo para justificar su existencia después de su vil comportamiento.
Ellos no sintieron dolor cuando ese gobierno lanzó a esos jóvenes desde helicópteros, los torturó en la Digepol, los acribilló en la UCV: no escucharon los gritos desgarradores que se multiplicaban en los sótanos del edificio Los Chaguaramos noche y día. Teodoro Petkoff y Pompeyo deben ser aislados del mundo humano, lanzados al ostracismo donde tienen que estar aquellos boca aguada que entregaron ADOLESCENTES a los sádicos digepoles, para luego, hoy, hablar tantas pistoladas lamentosas en pro de la democracia.
Los jóvenes de hoy deben saber la historia de este par de HERODES, ellos bebieron la sangre juvenil de aquellos muchachos que vivían enamorados de la patria venezolana y que pensaron adecentarla, que pena da que algunos, hombres de aquella época no saquen a relucir la horrible verdad sobre estos miserables políticos, vampiros tropicales, sabios en mala intensión, verdugos de sus propias sombras, que la luz del infinito un día se les vaya para siempre en nombre del honor de esos jóvenes que murieron soñando como poetas de libertades.
Teodoro se escapaba de prisiones y hospitales con “cuerdas y sábanas invisibles” que les facilitaban los esbirros adecos y copeyanos. A Pompeyo nunca lo agarraba la Digepol y si un día fue preso, fue para que la trama siguiera; Pompeyo utilizaba un seudónimo: Santos Yorme porque la cobardía la llevaba dentro de su sistema óseo ¡Eran un par de cobardes como lo siguen siendo en la senectud! Pero hoy no aguantan ni el tembleque
Los cobardes se reciclan. Hoy vemos como JULIO BORGES tienen hasta una columna en un periódico donde semanalmente arremete contra el gobierno sin tener ni una micra de vergüenza ni dignidad. `Vamos pueblo seamos sensatos con nuestra nación. Pidámosle a estos tipos que muestren cuentas de lo que poseen y como lo obtuvieron. Con todos, incluyendo a los que visten de rojo desde el Estado
JULIO BORGES es un descarado, siempre tiene una carta debajo de la manga. Abusa de la calma del pueblo. Los revolucionarios estamos en la obligación de buscar el hombre nuevo y de investigar a todos estos politiqueros como JULIO BORGES que abusa de la amnesia de parte de algunos habitantes de nuestra población. En ningún otro país que se jacte de ser democrático, este energúmeno político que intervino con todos los hierros contra el pueblo y la Constitución Nacional estuviera masacrando a la gente con sus mentiras y con su demagogia.
Y no es quien escribe sienta odio por estos siniestros; no, nada que ver, lo que deseamos es que se depure la sociedad y que los mentirosos no sigan engañando a la gente con sus precarias políticas del “cuanto hay pa eso”, son adecos y copeyanos disfrazados de gente (la cúpula)
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