Los profesionales: Grandes perdedores de la revolución

Todos los imperios del futuro van a ser imperios del conocimiento, y solamente serán exitosos los pueblos que entiendan cómo generar conocimientos y cómo protegerlos.”Albert Einstein

Estamos en la era del conocimiento y de la información. la ciencia avanza de manera vertiginosa. Recientemente se produjo un descubrimiento que cambiará por siempre la ciencia y los postulados sobre la cual se sustenta la física, y la informática, son los Cristales de Tiempo, una nueva fase de la materia con lo que se espera entrar a la computación cuántica, donde se prevé que la velocidad y capacidad de memoria de las computadoras serán multiplicadas por millones.

Leyendo esta información, inmediatamente me traslade hacia nuestra realidad, donde tenemos millones de personas con el pensamiento puesto en el día a día, en la sobrevivencia y si al final del día estarán vivos, es decir en el pensamiento básico, elemental, animal. Nos llevan al primitivismo, mientras los países a la cabeza del mundo, desde hace años, entendieron que sin los científicos, sin los profesionales no podían dar el salto cualitativo.

En nuestro país el conocimiento científico ha sido golpeado duramente en estos años, y uno de los más afectados han sido los profesionales como depositarios de este conocimiento. Recuerden la propuesta de acabar con el IVIC, donde se llegó al extremo de plantear el ingreso de personas sin perfil de investigador a ocupar cargos de investigadores. Esto me hizo pensar que muchas personas dentro del gobierno no están bien desde su estructura psíquica o como dijo el profesor Aristóbulo Istúriz -se fumaron una lumpia.

Como expresión del desprecio a los profesionales, tenemos numerosos ejemplos. De esta manera, para ocupar cargos en la administración pública ya no es necesario tener formación académica, solo “basta estar buena o bueno”, ser familiar de un miembro de la alta gerencia (nepotismo puro) y/o pertenecer a un colectivo de cualquier cosa, a los fines de desplazar al profesional.

De igual manera se implantó, partiendo de una falsa igualdad, un sistema de remuneración donde se incrementaba el salario mínimo anualmente, sin aumentar el sueldo de los profesionales, hasta llegar a la perversión que un obrero en la administración pública percibe mayores ingresos que un profesional calificado.

Aclaro que mi madre era obrera. Respeto a los obreros, pero el problema son las falsas premisas maniqueas y manipuladoras, los obreros son buenos y los profesionales los malos. Los resultados están a la vista al conducir un país de esta manera

Observen que muchos de los problemas actuales en la administración pública vienen por colocar ministros, directores, coordinadores sin competencia en los cargos para los cuales son designados, y esto hace que se vuelvan soberbios, maltratadores. Al tratar de ocultar la ignorancia y falta de preparación, de esta manera han desprofesionalizado al Estado.

Bajo el falso argumento que los profesionales son burgueses lo han desplazado, con lo cual demuestran que no profundizan o interpretan mal los postulados marxistas, donde está bien conceptualizado que es un burgués. Pregunta: ¿Los médicos, del país son burgueses, porque quizás tienen un carro, un apartamento en una zona de clase media?

Quien es más burgués, el profesional que sobrevive a duras penas con un salario de miseria o el burócrata que tiene un carro de lujo, tiene cuenta abultada en dólares, vive en urbanizaciones del este en casas lujosas y que llama desde los medios del Estado a arremeter contra el profesional, en el colmo del cinismo, el viejo cuento de ¡al ladrón! ¡al ladrón!

Volviendo al tema de los médicos, una de los profesiones más vilipendiadas, ¿Cuántos médicos son dueños de los medios de producción?, ¿Cuántos ganan sueldos fabulosos? ¿Cuántos pueden dejar de trabajar sin que esto afecte sus ingresos? ¿No son los dueños de las clínicas los burgueses?. Bajo mi concepto, como trabajador del sector salud, la mayoría de los médicos son asalariados, entonces al serlo dejan de ser burgueses por lógica elemental.

En el caso de los profesionales habido mucha desinformación, manipulación, y resentimiento. Y esto ha traído como resultado el desprecio hacia el estudio por la población. Un hijo, un sobrino, un familiar cuando ve una persona que se formó en una universidad, que tiene postgrado, pasando un estado de necesidad, toma como referencia su situación y no ve en el estudio la posibilidad de acceso social. Por el contrario ve al corrupto, al pran, al narcotraficante, como ejemplo a imitar en una sociedad venezolana que ha entrado en caída libre en sus valores y en la moralidad.

Desconozco si el gobierno tiene estudios serios sobre la emigración de los profesionales venezolanos, si sabe que estos tienen una alta formación científica, técnica que los hace apetecible para otros países.

Más allá de los clichés, de catalogar a los profesionales como pequeños burgueses, de la derecha, apátrida. Es vergonzoso que en medio de un discurso antiimperialista desde Venezuela se esté formando mano de obra barata, especializada para las transnacionales de los países capitalista, retrotrayéndonos a la época de la teoría de la dependencia, donde la fuga de cerebro o como se dice ahora Migración Altamente Calificada(MAC) se convierte en una arista principal de la dependencia tecnológica.

*antropólogo

yonismith51@gmail.com



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