Laboratorios farmacéuticos, droguerías y farmacias chimbas: bachacos venenosos

Dicen que la solidaridad y la caridad humana se demuestran cuando se está pasando por una mala situación. Las situaciones más limitantes para un ser humano son el hambre y la enfermedad. Por lo tanto, el mejor calificativo para un/a bachaquero/a es la de asesino sádico. Son sociópatas en el grado más extremo. A ellos no les importa si la persona muere por hambre o por enfermedad, porque les importa son "los cobres". Los bachaqueros pueden ser "chiquitos", es decir, los que venden al detal, o pueden ser "grandes", es decir, aquellos que les distribuyen a los chiquitos, por bultos o por cargas completas en gandolas. Hoy se la dedico a los grandes, pues los chiquitos permanecen miserables porque los cobres se les vuelven sal y agua.

Entre los bachaqueros grandes más detestables están los que nos quitan la comida y los que nos quitan las medicinas. He descrito en artículos desde hace cuatro años para acá, que el contrabando de extracción y el bachaqueo de medicinas en el estado Zulia es particularmente fuerte y sumamente peligroso. Ya de por sí lo que sucede en la gran inmundicia llamada mercado de Las Pulgas, en el centro de Maracaibo, es inadmisible, donde los bachaqueros exhiben todo tipo de medicamentos sin ningún control y a precios asesinos. Se pasean guardias nacionales, policías, milicianos, soldados, pueblo y hasta los marcianos de Júpiter de Julio Borges, y nadie hace nada.

Ahora bien, trato de hacerme un esquema mental sobre la procedencia de esos medicamentos. Les hago la acotación de que he trabajado en una farmacia desde hace 35 años y manejo las leyes sobre el ejercicio de la farmacia y todos los cambios que se han dado en los reglamentos, disposiciones, providencias, etc., con las que el gobierno revolucionario ha tratado de controlar el expendio y distribución de los medicamentos.

Primera opción: por boca de los mismos clientes, me entero de cómo en otras farmacias los dueños y empleados de las mismas practican el bachaqueo interno GRANDE y PEQUEÑO. Así como llega la mercancía de las droguerías, así se las venden a los bachaqueros porque ellos les dan más cobres, de modo que un cliente normal recibe como respuesta: "no hay". Otra práctica: pueden dejar algunas en existencia y cuando llega un cliente igual le dicen que no hay. "Qué molleja, vendémela, qué te cuesta", pues es una práctica ya vieja, y le contestan "buueeno, pero tenéis que pagar más", y se la vende si la persona accede. HIDEPUs el vendedor o la vendedora, y el dueño o dueña de la farmacia ¿verdad?. El otro método es el de los "blisters" o de vender de a una pastillita. Por ejemplo: una caja de amoxicilina de 16 capsulas de Calox cuesta Bs. 200, pero ellos las venden a Bs. 100 cada pastilla, con lo que el paciente no cumple el tratamiento. Si no, por cada blíster piden hasta diez veces el valor de la caja completa. Y así con cualquier medicina, porque "vos sabéis, está muy escasa". Y eso, con el precio marcado en la caja, por lo que difícilmente le enseñan la caja al pobre paciente. O tapan el precio con marcador negro y le escriben a mano uno de su "consideración".

Segunda opción: ahogar a las farmacias independientes y que no se pliegan a esta delincuencia. De las droguerías me quieren imponer ventas condicionadas: "mirá, nos llegó el diclofenac potásico, pero te lo enviamos si por doce cajas de diclofenac nos compráis tres de simvastatina de 80 mg". Ajá, pero eso es ilegal porque me están condicionando la venta; además yo tengo aquí simvastatina y eso casi no sale"; y me contestan: "es verdad, pero es que el laboratorio nos condicionó a nosotros también y ahora tenemos mucha simvastatina". Mi respuesta: "vamos a dejarlo de ese tamaño, cuando tengan diclofenac solo me lo envían". O sea, me quedé sin diclofenac en la farmacia, pero en Las Pulgas hay hasta para botar. La otra condición de las droguerías es que se acabó el crédito, ahora las ventas son de contado, chan chan, por lo que nos reducen el grado de operatividad pues terminamos recibiendo menos mercancía en el mismo tiempo. Otra marramucia, y que, por cierto, confirma hasta el más allá el asunto de la guerra económica, es que desde hace tres meses estoy recibiendo medicinas, léanse antihipertensivos, anticonceptivos y hasta vitaminas, con fecha de elaboración de marzo, abril y mayo del 2015. ¿Dónde estuvieron esas medicinas por más de un año? ¿En qué condiciones fueron almacenadas? Es más, algunas vienen doblemente troqueladas en la caja (mas no en el blíster), pues le colocan la fecha en que fueron "liberadas" en estos tres últimos meses a las droguerías y el nuevo sistema de precios, lo cual me lleva a la tercera opción:

Los precios y las cantidades: si los laboratorios y las droguerías siguen recibiendo dólares preferenciales, ¿por qué cada dos semanas aumentan los precios al doble y hasta el triple? Una caja de Dol Plus de 10 tabletas costaba menos de Bs. 300 hace dos meses. En el lapso de dos meses llegó a Bs. 950. Y sin crédito, lo que buscan es descapitalizar a las farmacias pequeñas e independientes, pues las grandes cadenas están pata e´rolo. ¿Saben cuántas cajas de cualquier cosa me envían, si es que les da la gana de enviar algo? UNA cajita o UN frasquito, para tanta demanda, cuando el pedido lo envían ellos, pues ellos disponen qué es lo que me van a enviar, es decir, las sobras. Si yo hago un pedido a través de la página web, pueden pasar hasta dos semanas hasta que ese pedido se "desvanece", pues cuando lo van a procesar ya "no hay". Otra práctica muy peligrosa es que usan los códigos internos de las farmacias en las droguerías para "marcar" mercancía que supuestamente va a llegar a esa farmacia, pero que de alguna manera es desviada al bachaqueo o a Colombia.

Cuarta opción: una de las profesiones más bellas es la del farmacéutico. Siempre me arrepentiré de no haberla hecho justo después de culminar biología. Pero bueno, el caso es que en Maracaibo el casi 90% de los farmacéuticos son escuálidos. Lamentablemente, se han organizado hasta para incumplir la obligación de enviar mensualmente la relación de movimientos de medicamentos. Es más, el Colegio de Farmacéuticos del Estado Zulia está plegado a la "salida de Maduro" y está influyendo en el SAREN para entorpecer lo más posible los trámites de las farmacias en cualquier registro o notaria. ¡INCREÍBLE! Si a esto se suma la dificultad actual de conseguir un farmacéutico (casi no hay en el país), las farmacias que se llevan con "decencia" están a punto de colapsar.

Quinta opción: las farmacias de maletín. Los farmacéuticos se prestan a abrir farmacias que nunca terminan de abrir, pero que solicitan medicamentos, especialmente psicotrópicos y hasta tienen permisos de importación. Pero el reglamento del ejercicio de la ley de farmacia estipula que un farmacéutico no puede regentar más de un establecimiento a la vez, por lo que si está regentando una farmacia de maletín, no puede regentar una farmacia real, que sí lo necesita, y como por ley una farmacia no debería funcionar sin un/a regente, se pone a las farmacias reales en un tres y dos.

Las farmacias para poder funcionar deben cumplir con una lista muy extensa de requisitos, lo cual es absolutamente correcto, pues vendemos medicinas, es decir, un producto de vida o muerte. Pagamos muchos impuestos, somos fiscalizados permanentemente, lo cual también es muy buena idea. Pero ¿por qué se venden medicamentos vencidos, troquelados, asoleados, en las Pulgas, a precio desorbitante, con tanta impunidad? ¿Por qué los laboratorios, las droguerías y las grandes cadenas de farmacias operan con tanta impunidad, mientras que el gobierno les dá cada vez más dólares?

Mientras tanto, desde que abro la farmacia hasta que la cierro soy partícipe de una tragicomedia cada día: "mirá, ¿tenéis un fantasma que se llama losartán?, no tengo ningún "tan", señor, ni losartan, ni valsartan, ni candesartan, ni telmisartan, etc., "cerrá esta verga". "Mirá, hoy me tomé la última, ¿ya te llegaron anticonceptivos? No, chama, nada que ver. "ajá, qué más, te nombraré la madrina del carajito, ja ja ja". "Señora, dígame que sí, por amor a Dios, ¿tendrá Epamin, que tengo un hermano en el Universitario convulsionando? Sí señor, pero la receta…"Ay, la carga un hermano que anda buscando la medicina por san Francisco, pero yo se la traigo señora, tome mi cédula", no señor, es ilegal retener documentos, confiaré en usted. A la media hora llegó con la receta "señora, que Dios la bendiga, no sabe el favor que me ha hecho", Tranquilo, lo que importa es que su hermano se cure, para eso estamos. "¿Tan barato?", Ese es el precio, señor, está regulado. "no, es que por allá me pidieron por un blíster 4.000 bolos", Denúncielos. "Señora, deme otra", no tengo más, era la única, "señora, en serio, deme la otra", mire, me envían de a una, cómo hago yo, mire la factura, "ay Dios, verdad, de a una, qué molleja, bueno, gracias".

Hay historias mucho más tristes, que no voy a contar. El antihipertensivo que yo tomo lo tengo que buscar en otras farmacias, porque a mí no me lo envían. Y tendrían que ver la cara de los hipertensos caminando bajo este solecito maracuchito, sin medicamentos, sin agua y sin luz. ¡Ay Juan, en esta tierra de Dios, nadie se apiada de vos!.

durante.paula@gmail.com



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