20 de septiembre de 2017.-En el marco de las actividades del Congreso de la Patria, capítulo Personas con Discapacidad, la coordinadora estatal de la Misión José Gregorio Hernández, Iris Monsalve, informó que se ha venido realizando un trabajo con las organizaciones y el poder popular del estado Mérida, que elevaron propuestas y solicitudes de acuerdo a las necesidades que tiene cada persona con discapacidad para, posteriormente, solucionar los problemas generados por la guerra económica que se vive en Venezuela.
En ese sentido, destacó que el Congreso de la Patria ha agrupado todos esos proyectos y propuestas para unificarlos y darles solución a los problemas a través del Carnet de la Patria y de la validación ante el movimiento Somos Venezuela: “Nosotros como institución estamos dando respuesta en materia de discapacidad a todas las personas que manifestaron que ameritaban una ayuda al momento de sacarse el Carnet de la Patria. Las ayudas pueden ser técnicas, de vivienda, alimentación, salud o cualquier otra necesidad”, indicó.
Igualmente, Monsalve apuntó que la Misión José Gregorio Hernández trabaja en conjunto con el Sistema de Misiones y Grandes Misiones, Movimiento Somos Venezuela y el poder popular para organizar a las personas con discapacidad, conforme a lo establecido por la ley que hace referencia a los comités comunitarios de personas con discapacidad, que deben estar establecidos en cada sector para unificarlas y elevar las necesidades al Congreso de la Patria.
De igual manera, señaló que a través del movimiento Somos Venezuela se está ejecutando una visita casa a casa de las personas inscritas en el Carnet de la Patria para confirmar el estado de cada individuo, recoger las solicitudes y dar respuestas oportunas.
Grupo articulador
Para finalizar, Candela recordó que durante las protestas violentas no solo fueron afectadas las personas convencionales, sino también las que tienen alguna discapacidad. Sin embargo: “Nosotros nos hemos dispuesto a perdonar, pero no podemos olvidar los acontecimientos que durante tres meses afectaron negativamente la vida cotidiana de los merideños”.