El Tano: Un revolucionario de nacimiento

Credito: Venezueladeverdad.gob.ve

13 Abril 2012 - Sus amigos, poetas y camaradas lo conocen como El Tano. “No me llamo así, ese nombre me lo puso la vida, mi verdadero nombre es Tomás Hernán Caupolican Lenin Pérez Lavin, tengo cuatro nombres, como si eso fuera poco”, expresó tratando de explicar el porqué de su sobrenombre.

Para no decir un nombre tan largo, la familia de él, (de El Tano), comenzó a decirle así. “Donde alguien me decía Tano, todos comenzaban a decirme de esa forma”, comentó sonriente.

El Tano, nació el 8 de junio de 1948, en Fresia, Río Frío, Chile. En Valdivia, Chile, vivió su niñez y adolescencia. Su habilidad e inclinación por participar en el ámbito político fueron características que desde pequeño resaltaron.

Estudió la primaria en una escuela llamada “Las Ánimas”, en Chile, allí estando en el 5.º grado, organizó el primer Centro de Estudiantes, “Para ese entonces, el primer centro de Estudiantes que se tenga conocimiento por esos lados, en una escuela básica”, afirmó.

Tiempo más tarde, ya en la secundaria, es Presidente del Centro de Estudiantes del Instituto Comercial de Valdivia y simultáneamente dirigente regional de las Juventudes Comunistas en el mismo país.

La adolescencia de El Tano fue diferente a la de cualquier otro joven de su edad, porque ya desde los 15 años se desenvolvía libremente en el campo profesional y político. “A esa edad produje programas de radio, hacía pancartas y diseños, en una supuesta agencia de publicidad”.

Recordando aquellos momentos, que aún viven en la memoria de este artista plástico, nos contó que el programa de radio, el cual producía, se llamaba “Buenas Noches, Buena Música” y se escuchaba por Radio Cooperativa de Valdivia, “el programa estaba auspiciado por el distribuidor de los automóviles Peugeott de Valdivia”, comentó.

Para El Tano, nunca fue suficiente participar en tantas actividades, así fue que poco tiempo después, con la llegada de la cuarta campaña de Salvador Allende, el partido de izquierda “La Unidad Popular de Chile” lo manda a Santiago de Chile, donde se encargó de la Dirección de Arte en la Secretaría de Propaganda del Comando Nacional de la Campaña Presidencial de Salvador Allende.

Con el triunfo de Salvador Allende, en el año de 1970, El Tano pasa al Palacio de La Moneda, ubicado primero en la Oficina Central de Información, OCI, y luego en la Consejería de Difusión de la Presidencia de la República de Chile, a las órdenes del Consejero de Difusión del presidente Allende, Antonio Benedicto, propietario de Radio Magallanes. El Tano, comentó como anécdota que “en esa misma emisora fue por donde Salvador Allende emitió sus últimas palabras, el 11 de septiembre de 1973”.

Además de todo el trabajo político y comunicacional que El Tano realizó con el Gobierno de Allende, también, en Radio Magallanes, produjo un programa llamado: “América, no invoco tu nombre en vano”.

Luego de todos los acontecimientos golpistas políticos en Chile, El Tano pasó a ser miembro del Secretariado de la Comisión Nacional de Propaganda del Comité Central de las Juventudes Comunista del país suramericano. “Luego de eso, por designación de la Comisión Política del Comité Central del Partido Comunista de Chile (PCCH), también comencé a formar parte del Comité Creativo del Partido Comunista (CCPC), que estaba siendo coordinado por el psiquiatra Mario Insunza”.

Tras el golpe militar, y “habiéndose salvado el pellejo” tal y como lo comentó El Tano, comenzó a organizar una agencia de publicidad, llamada “Servicios Publicitarios TPL”, donde lograron, incluyéndose, resolver su situación laboral unos 15 creadores allendistas.

“Recuerdo que uno de mis clientes era Radio Chilena, que pertenecía a la Iglesia Católica, donde además de encargarnos de su publicidad gráfica, le produjimos durante varios meses un programa llamado “El Pan Nuestro” –pan, para el hambre del espíritu–, que unía música folclórica, y literatura”, acotó.

El Tano, despertando sus recuerdos con una vasta sonrisa en su rostro, explicó que, “Radio Chilena era la única emisora que se pudo considerar como de oposición, lo cual era una gran cosa para ese momento en Chile, con la dictadura consolidada, dura y firme”, expresó.

En Julio de 1977, cuando el cerco de la dictadura se hace muy peligroso, El Tano emigra de su país natal, Chile, a Venezuela, con su mujer y un hijo de un año y ocho meses, Pablo Diego.

El Trabajo por la Revolución no cesa

En Venezuela, Tano trabaja como profesional de la publicidad, mientras hace su trabajo político como Secretario de Cultura del Comité Chileno de Solidaridad, que encabeza la lucha contra Pinochet.

Cuando se le gana el plebiscito a Pinochet, Tano comienza a soltar un tanto sus responsabilidades con Chile, para aumentar su trabajo cultural y político en Venezuela. Así, se integra al Comité “Alí Primera” de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Ya estando el presidente Chávez en Miraflores, este revolucionario, organizó “Abrebrecha-UCV”, grupo cultural que en la actualidad sigue dando la batalla cultural y comunicacional izquierdista, aportando trabajos de diseño gráfico y poesía. “En este último ámbito destacamos La Poesía de las Cosas, texto dedicado a Alí Primera; Bien lejos contigo, discurso de bienvenida para un portaviones gringo; y el Gallito de Gaza, poema dedicado a la agresión a Palestina en 2009”, explicó con detenimiento El Tano.

Su apoyo al Gobierno Bolivariano ha sido constante y continuo, expresado con su trabajo profesional, entre los trabajos más resaltantes, realizado por El Tano, está el diseño de los empaques de los productos CASA que se venden actualmente en la Red de Alimentos Mercal, C. A.

Ya sea por entrevistas o escritos, en los medios de comunicación oficiales, con su poesía, con sus dibujos en las páginas de opinión en el Correo del Orinoco, con sus aportes en Aporrea o levantando una de las banderas de Abrebrecha-UCV en las marchas por las calles de Caracas, El Tano mantiene en 2012, a los 63 años de edad, su aporte, su esfuerzo por terminar de hacer en la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez, lo que dejó pendiente en Chile, por el derrocamiento de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973.

El Tano concluyó, la entrevista, regalándonos una frase muy significativa: “Ya no podemos hablar del árbol de las tres raíces, sino de los cuatro pilares ideológicos del nuevo orden político… Como lo son Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora y Alí Primera”.

Por: Carlos Mora


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