¿De dónde sacarían que el dinero es un resultado de la producción?

El grave problema del salario en Venezuela, que afecta a toda la sociedad, ha puesto de relieve algunos dogmas a los que se abrazan buena parte de quienes tienen las decisiones económicas en nuestro país.

El dogma más extendido y abrazado es aquel según el cual toda inflación es un problema monetario. Este es un dogma cuyo postulado es falaz. Es hasta absurdo, y por absurdo es que la mayoría de las personas (incluyendo economistas) no lo entienden, y al no entenderlo prefieren asumir que es complejo. En varios artículos anteriores he expuesto cómo funciona el mecanismo de precios cuando se da, en un momento determinado, un incremento sustancial en la liquidez. Al final, ese mecanismo termina en una burda usura por parte de quien o quienes tienen el poder de subir los precios. Pero este dogma nos está haciendo menos daño que la creencia de que para emitir bolívares y mejorar el SALARIO de los trabajadores venezolanos, se necesita aumentar primero la producción. Esta es otra creencia absurda; como si el dinero fuera una resultante de la producción. Quienes están entrampados en esa creencia (que ya ha tomado ribetes de religión) no se percatan que el resultante de la producción son bienes y servicios NO DINERO. Actualmente, el dinero es necesario para producir o incrementar la producción. Pero aquí, por el temor a la inflación, restringen la creación de dinero a tal punto que se está asfixiando le economía.

Como ya dije, el dinero no sale de la producción. Eso no es así, ni siquiera en una empresa y mucho menos para un Estado con soberanía monetaria. Una empresa para obtener dinero, vende su producción y reinvierte; pero un Estado soberano es un emisor del dinero; eso significa que, a diferencia de una empresa, el Estado no necesita realizar ninguna actividad productiva para gastar con el dinero que él mismo emite. El dinero que emite el Estado es para él, una herramienta económica cuya emisión está limitada sólo por las necesidades del mercado y por las políticas que pretenda desarrollar el gobierno.

El trabajador con su SALARIO paga precios de todas las cosas que consume. Eso nos da una idea que la relación directa del salario es con los precios y no con la producción. Por supuesto que debe haber producción para que haya precios, pero los precios se comportan de manera distinta a la producción. Puede mantenerse la producción por varios períodos y los precios subir constantemente, e incluso, puede caer la producción y los precios subir aún más.

En Venezuela, la magnitud de los precios ha abierto una enorme brecha respecto a la magnitud de los salarios (principalmente del sector público y ni hablar de pensionados y jubilados). La brecha es de tal magnitud, que las cámaras de comerciantes y productores están abogando por incrementos salariales, ya que el bajo poder adquisitivo está perjudicando las ventas y con ellas, la producción.

Sólo para que alcancen el volumen global de precios del mercado venezolano, los salarios podrían incrementarse sustancialmente. Pero el dogma monetarista y la creencia de que se necesita producir primero, hacen sencillamente imposible que eso ocurra ni a corto, ni a mediano plazo; y si sumamos a todo eso, el bloqueo imperial, nos podemos despedir del salario y de la Revolución. A sabiendas de que el gobierno no es la Revolución, ni la Revolución es del gobierno, no es menos cierto que una pérdida del actual gobierno y una asunción de la derecha al poder, harían creer en el imaginario de la mayoría de las personas, que lo que fracasó fue el socialismo.

El oscurantismo en la información, bajo la excusa de que el imperio no debe enterarse de nada de lo que hagamos, se ha convertido en el caldo de cultivo perfecto para ocultar la corrupción y la ineficiencia.

No entendemos por qué no sale nadie a explicar con CIFRAS, las razones económicas por las cuales no le suben el SALARIO a los trabajadores. Será que quienes convencieron a los decisores de que primero hay que producir y que si se suben los salarios se impulsa la inflación, tienen miedo que se descubra, por aquellos que también estudian profundamente la economía, las mentiras que le han metido a los decisores.

Cuál es la vulnerabilidad en la que nos colocaría publicar el PIB actualizado (a precios constantes y corrientes); por qué no se publica el numero real de funcionarios públicos, de pensionados y jubilados. Por qué ya nadie habla de índice GINI. Éstas son variables que les serían muy útiles a quienes quieren ayudar al gobierno a salir de ese atolladero

Recomendamos explicar con cifras las razones del porqué no se incrementan los salarios y sugerimos que el BCV publique las cifras de las variables macroeconómicas y microeconómicas para el análisis de todos los que también quieren ayudar a conseguir una solución al gravísimo problema del salario en Venezuela.

Considero importante advertir que la implementación de la indexación anunciada por el presidente para los bonos, no surtirá el efecto deseado si los precios suben el dólares (y ya está ocurriendo). Sugerimos que debe hacerse un ajuste mensual de los bonos por inflación, o en su defecto, se cree una unidad de cuenta indexada. Nosotros proponíamos crear el Valor Integral De Ajuste (VIDA) cuyo valor cambiaría según la variación porcentual de la inflación; tomando en cuenta que esta última (la inflación), actualmente, puede medirse en tiempo real, y en ese sentido, los ajustes de los bonos serían en tiempo real. Eso constituiría una verdadera indexación de los bonos, y así quedarían protegidos de la inflación independiantemente lo que la cause.



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Juan Carlos Valdez


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