Raquel cuenta la triste historia de tres mujeres que se sucedieron la una a la otra, en la distribución de drogas en una de las comunidades más conocidas de Valencia, y que fueron víctimas de las mismas mafias a las que pertenecía.

"Angelie controlaba todo en el barrio. Era muy inteligente y a pesar de tener 25 años, ningún de los panas se atrevía a desafiarla. Además de la 45 automática que nunca se quitaba de la cintura, más un cargador que siempre llevaba en un bolsillo del pantalón. Era respetuosa y ayudaba a la gente. Tenía un esposo que también andaba en la jugada, y una niña como de seis, bien linda. Nunca supimos exactamente qué pasó, pero lo cierto es que mataron al marido como de diez tiros, ellos mismos. Ella fue valiente y se quedó en el barrio dispuesta a todo. Le mandó la niña a una hermana que vivía en Barquisimeto. Siempre andaba enconchada y controlaba todavía gran parte del negocio. Una tarde, mataron a cuatro de sus más cercanos, en una calle muy conocida del barrio, frente a una panadería. En la noche la cazaron a ella".

En la narración a Raquel se le salen las lágrimas, pero cuenta que después de ella, la sucedió Geraldine, tenía 24 años. "Esa duró poco en el poder. Creo que no entendió lo que estaba haciendo y el nivel de poder que tenía. Dicen que se cogió unos reales que no eran de ella. También dicen que mandó a matar a una familia entera por allá por Trapichito. Eso es lo que se dice. Lo cierto es que un día llegaron uno tipos en una camioneta, entraron a su casa y la mataron a ella y un hermano, que dice la gente no andaba metido en nada, sino que trabajaba en un banco. Yo no la conocía mucho como a Angelie, pero varias veces nos tomamos unas cervezas juntas. Parecía buena chama. Siempre andaba armada con una pistola pequeña bien linda. Ella me dijo una vez que su mamá le había dicho que se fuera del país, que la iban a matar. Pero claro, no hizo caso".

Después vino Yeni que trabajaba con Geraldine. "Dicen que fue ella quien la mandó a matar. No sé. Tenía 23 años, era bella, con los ojos verdes y un cuerpazo. Era muy avión y arrechísima para los negocios. Se había empatado con un chamo que ella misma le echó los perros. Salió preñada y ella lo obligó a casarse. Pero ese chamo era muy coco seco y cometió unas pifias por Los Guayos y lo mataron por Guacara, un mes antes de que ella pariera, pero ella se había ido a parir a Colombia. Allá supo la noticia y cuando regresó, estuvo averiguando. Se dedicó a la bebé, y cuando la muchachita tenía un año, yo le dije que se fuera para otro estado o del país, porque la iban a matar. No ves que no le iban a perdonar el robo que hizo marido, que según le había tumbado a la mafia 100 millones de bolívares. Pero ella no hizo caso. Una vez se metieron a la casa y ella se cayó a tiros con los tipos, pero le metieron dos tiros en una pierna. Los tres tipos se fueron heridos y los encontraron muertos por Tocuyito. Ella fue para el hospital, se recuperó y se fue con la niña para Falcón. De allí saltó a Maracaibo y luego se vino a Caracas. Por allá estuvo como cuatro años y le dio por regresar al barrio. Estaba viviendo en mi casa, y una vez salió a hacer mercado y allí en La Candelaria, por el mercado, la mataron de dos tiros. Yo me quedé con la bebé porque Yeni era prima mía".

Y nadie te vino a quitar a la niña

Mi tía, la abuela, me dijo que mejor me la quedara. Ya tenía como 8 años y terminó siendo como la hermana menor de mis hijos.

Y contigo no se han metido

No. Porque yo no me meto en nada de eso. Yo le dije a ella que se saliera de esa vaina y de verdad que se había salido. Pero fíjate, la mataron igual. Tu sabes que esas son bandas donde hay policías, fiscales del ministerio público, jueces, militares, empresarios. Quién sabe cuánta gente hay metida en esas mafias. Los que se ven son los pobres pendejos, los matones. Me gradué de abogado en la Bolivariana y trabajé en la Fiscalía. Me terminé saliendo porque eso da asco. Es la realidad. Prefiero vender perfumes, que es de lo que vivo.