Parte III (I al IV)

¿La negación política proviene del Método Científico del conocimiento objetivo o del Diseño Hermenéutico del saber humano?

El saber humano implica una complejidad existencial y el ser integral, desde su referente de su ser ente humano y el proceso creador. Dado un proyecto con su proceso y producto que lo certifica, se considera que el saber humano se acerca y responde a un Diseño Hermenéutico, que no niega al ser ente humano permitiendo su realización existencial y de ser integral, con su complejidad. El referente existencial es el identificado como ente físico- material del ser humano. En tanto el ser humano está contenido y dispone de un cuerpo físico con necesidades, nutrición, vestido, vivienda etc, que se deben cubrir y satisfacer por cuanto en ella le va su vida, su existencia, en el estar ahí en el mundo. El ser ente humano integral contiene al ser pensar, sentir, hacer y compartir.

Importante, para el saber humano, es tener presente el ser ente humano existencial e integral. Ambos están conectados en una relación mutua, inseparable y necesaria que es compleja pero indispensable para que de la existencia del ser ente humano y su saber humano. El cuerpo humano, lo físico del ente, no tiene vigencia por si solo por cuanto no es independiente y requiere del ser humano integral con sus constituyentes de ser pensar, sentir- afectivo, el hacer y compartir. Es una complejidad donde se funde lo existencial, lo físico, con su ser integral y permite la realización del ser ente humano. Es una realización existencial que se hace manifiesta en el saber humano.

Lo integral refiere al ser humano con sus constituyentes del ser pensar, el ser sentir, con el afecto- sentimiento, la sensibilidad e intuición, y el ser hacer con el laborar para producir. Con el placer de laborar para crear y producir se asume el ser compartir con los otros, en el dar y recibir para proveer y satisfacer necesidades humanas a partir de la dinámica de intercambio en ese toma y dame. Es una toma y un darme de unos con otros para satisfacer necesidades de lo físico del cuerpo humano, junto a lo integral del pensar, sentir, hacer y compartir para garantizar su existencia singular y la de los otros. Es una existencia de un ser humano con los otros seres humanos en un equilibrio, en una armonía de satisfacción de necesidades, donde se manifiesta el amor propio y el amor con los otros.

Tiene que ver el saber y ser humano con el súper humano junto a la estética heroica y fisiológica de superar los retos de la existencia humana, unida a la de la falta de certeza, la incertidumbre y fatalidad. Es en la existencia del ser ente humano junto a la complejidad del ser integral donde se hace un héroe de la vida. Es un héroe de la existencia, en autonomía, libertad, amor propio y amor con los otros, que apela a sí mismo para enfrentar lo no convencional, lo conservador y asumir los retos frente a la inconformidad y los problemas, fortalecerse hasta levantarse en estados de caída.

Es un héroe en tanto apela a su fuerza interior para enfrentar y levantarse, volar alto, elevarse ante las dificultades e instalar los nuevos horizontes del mundo con su pensamiento creador, manifiesto en el saber humano con su Diseño hermenéutico. Un saber humano junto a su proyecto, proceso y producto para inventarse, transformarse a sí mismo y a los otros y abrir la continuidad mediante estados de apertura. Es posible que en algunas ocasiones la carencia de ese héroe de ser humano, se traslade, es sustituido y se refugia en lo religioso, que implica otra experiencia existencial.

El saber humano es prioritario por cuanto parte y se centra en el ser ente humano, como el activador fundamental de sí mismo y el mundo circundante que se incorpora y se junta, para conformar la existencia singular con el todo, con los otros que son el colectivo. El saber humano es un saber sobre el ser humano, para sí mismo y con los otros, en tanto la referencia es el propio ser ente humano que existe en el mundo. Surge el saber humano del ser ente humano existencial, complejo e integral singular que llega a involucrar y le es pertinente el ser colectivo. La relación sujeto-objeto, que es relación vertical de dominio e imposición, pertinente al Método Científico del conocimiento objetivo de la ciencia, no tiene sentido en el saber humano. Es impensable el someter, por parte de otro ser humano o sujeto, poner bajo dominio y afectar a otro ser ente humano, al tratarlo como objeto bajo control y despojarlo de su autonomía y libertad creadora, que es negarle el pensar, sentir, hacer y compartir para conformar armónicamente una comunidad local, regional, nacional y global.

El saber humano es complejo e integral por cuanto involucra tanto al propio ser ente humano que amerita de la preocupación y cuidado de su existencia. Es labor de la existencia de un ser ente humano, frente al estado de caída que niega la existencia, de entrar en movimiento y accionar en sí mismo y en los otros, en tanto como ente, está establecido y tiene forma física con necesidades que debe cubrir para vivir satisfecho en armonía y equilibrio con los otros. Son necesidades de nutrición, de respiración, de laborar para producir y dar a los otros y recibir, garantizando el compartir para satisfacer necesidades, consolidarse, fortalecer su cuerpo referido al ente y su existencia de ser humano. Es desde esa existencia humana que surge la preocupación y el involucrarse en el proyecto y proceso del pensar, sentir, hacer y compartir donde se consolida el saber humano y se reafirma la continuidad que amerita.

El ser humano, conformado por su ente físico el cuerpo humano, le es pertinente lo complejo e integral propio, que se acciona y participa en el acto genésico del saber humano. El ser ente humano contiene además de su cuerpo fisico, conformando su identidad, como sus constituyentes, la condición del ser pensante, ser afectivo-sentimiento y el ser hacer con laborar, perfeccionar, disfrutar y querer su labor de producir, para dar y recibir en el ser de compartir. Se puede satisfacer necesidades gracias al producir y compartir, mediante la dinámica existencial del dar y recibir que le permite tener una existencia armónica, equilibrada en paz con sentimiento en sí mismo y con los otros.

Al ser humano, dada su complejidad, le es adecuado un alojamiento, que es el ente por cuanto es un cuerpo físico que le compete el nutrirse, respirar y demás necesidades apropiadas. El ente físico, como cuerpo que aloja, es necesario para que se consolide el ser humano, con sus constitutivos, en un cuerpo sano y nutrido. Al ser humano, con su cuerpo físico y sus constitutivos de ser pensar, sentir, hacer y compartir, desde su referente existencial de estar ahí en el mundo y enfrentar problemas, le es pertinente asumir el saber humano. En un proceso se consolidad el saber humano, dando solución a los problemas presentes y el abordar la verdad con su transformación en un proyecto creador, con su Diseño Hermenéutico, que se manifiesta en una obra que abre nuevos horizontes e instala otros mundos.

Contener el ser pensar, señalado desde la mirada convencional, no basta para elaborar el saber humano como una nueva obra. No es solo activar el ser pensar para saber de lo pasado, comprendiendo lo que fue en un tiempo que ya no está o interpretar un presente desplazando el tiempo de lo que fue. Es, además de comprender el saber pasado, el ungirse, en el sentir, el interpretar en el tiempo presente, en torno al ir asumiendo lo que previamente no está y crear, gracias al logo entre otros, para abrir nuevos horizontes. Al ser pensar se le une el ser afectivo con su sentir que implica activar la cualidad del sentimiento y fuerza interior que anima e impulsa en una situación inicial o a levantarse en estados de caída. Es una fuerza para iniciar o levantarse si se derrumba y promover el deseo, las pasiones, las emociones con sentimiento, amor, pathos, que motiva a enfrentar, activarse, entrar en movimiento para abrir posibilidades creativas de nuevos horizontes en el saber humano. Tanto el ser pensar y sentir no actúan solos y no pueden negar el ser un hacer, en el laborar y producir, que es la condición para el ser compartir.

El saber humano y el conocimiento científico surgen en el ser humano. Tanto el Método científico del conocimiento objetivo de la ciencia fáctica, como el saber humano tienen de punto de partida, su origen, y se dan gracias al ser humano. El conocimiento objetivo tiene su iniciación en el ser humano y gracias a él se dan los avances de la ciencia y la tecnología que favorecen la existencia humana con sus meritorios aportes de la ciencia y los avances tecnológicos. El conocimiento objetivo con su Método Científico es innegable, por su contribución en la evolución y progresión de la humanidad, es un a valioso aporte que se enaltece y reconoce.

Lo que se refuta al conocimiento científico es su extensión e imposición en el saber humano. Lo que el ser ente humano usa como proceso que le sirve para elaborar el conocimiento objetivo, que produce y exterioriza con la ciencia natural, con la tecnología; ahora lo trae o lo regresa a su origen y lo usa para sí mismo, para explicar el saber humano del ser ente humano, que es diferente del conocimiento objetivo. Desde ese conocer objetivo de la ciencia fáctica, con el Método Científico, se pretende producir contenidos de verdad en todo saber humano, que es incomparable con el conocimiento objetivo.

Es un conocimiento objetivo de la ciencia con sus contenidos que, impuestos sutilmente en el tiempo, presentan incoherencia con el saber humano, en la vida, con la existencia promoviendo la negación del ser humano. Es una negación que se impone y va impidiendo la realización del ser ente humano en libertad y autonomía con todas sus potencialidades para la transformación de sí mismo y la existencia con los otros, gracias al saber humano con su creación. Se condiciona con el conocimiento objetivo el saber humano a referentes que se van imponiendo y a la vez sometiendo a la cadena de opresión, conservadora y convencional, aceptada y hasta defendida con la pasividad, en casi todos los referentes de la existencia humana.

El Método Científico del conocimiento objetivo se hace extensivo a las denominadas disciplinas en la que se divide el saber humano. Son las disciplinas llamadas sociología, la historia, al lenguaje, al arte, la cultura, la política, la educación, la psicología, la pedagogía, las leyes, lo jurídico, la economía y en la mayoría de los casos a todo saber humano, propio de su existencia en su totalidad. Al imponerse el conocimiento del Método Científico en todos los ámbitos de la existencia del ser humano, de la vida, se desplaza al saber humano con su Diseño Hermenéutico.

Se invade el saber humano que es pertinente al ser humano existencial con su complejidad y lo integral, tanto singular como colectivo, y se opta por ir dividiendo los saberes en disciplinas. Son divisiones que van desplazando el ser humano, a punto de borrarlo, dándole mayor importancia a las disciplinas en sí misma con su contenido. Las disciplinas con sus contenidos van perdiendo su horizonte, se hacen independientes en sí misma y se aíslan del ser ente humano y su vida con su consumación ética de participación, autonomía y toma de decisiones en relación con el bien y lo justo del sensus communis y la realización de la existencia humana.

Retomar el saber humano es asumir la inclusión de todo ser humano. Todo ser humano forma parte del saber humano y necesaria es su participación, en un compartir, con su ser político, para la transformación e instalación de un nuevo horizonte, junto a los otros seres entes humanos en su existencia. La inclusión e incorporación de todo ser humano echado al olvido, desplazado y negado de su derecho humano a la vida, a la existencia con su experiencia de participación para la transformación de sí mismo y de su mundo, es la labor del saber humano. En toda la existencia humana siempre se presenta un pensar, un sentir con el hacer en el laborar que permite un producir para compartir, como ser político con el que se conforma el saber humano.

El saber humano contiene el compartir que implica un dar y recibir, gracias al laborar que se traduce en el producir con las inminentes conexiones de los diversos mundos circundantes. Son las redes que se establecen en todas las disciplinas del saber humano, ahora conformando la interdisciplinaridad. El saber humano requiere de la integración de disciplinas con sus contenidos para satisfacer la necesidad del ser ente humano singular y del todo social, en convivencia humana y así poder vivir en armonía, en equilibrio, pertinente al ser político.

Se comparte a partir del laborar de todo ser ente humano, en el oficio o técnica de los diversos mundos circundante, para producir y entregar a cambio de recibir en una relación colectiva plural, en movimiento, activa y dinámica, propia del saber humano. El ser político, contenido del saber humano, se manifiesta y exterioriza en un comportamiento, en la praxis y el sentir de la existencia del ser humano. Es un comportamiento orientado por la preocupación singular en sí mismo como ser humano y en los otros seres humanos, como colectivo en la sociedad, debido a las relaciones que se establecen del uno productivo con el todo social.

Importante es un detenerse a pensar ese comportamiento del ser político, un ser que comparte por cuanto no puede vivir desguarnecido, ser un ser existencial solo. El uno protege y apoya al todo y cada uno del todo protege y apoya al uno, en una relación reciproca del todo con las partes que conforman las redes sociales productivas, que sustentan la existencia de un colectivo, con su ser pensar, sentir, hacer y compartir. El comportamiento del ser político debe superar el simple impulso, el automatismos y debe responder a un ser pensado, a un sentido con sus hechos efectuales o las posibles consecuencias de un accionar. Refiere el comportamiento promovido por el activar el sensus communis, para proceder al preguntar, al dialogo con el discriminar sus fundamentos, seleccionar y decidir en el obrar con un sentido común y justo para todos, respondiendo a un saber humano.

El saber humano, tanto conceptual como práctico, aplicado en la experiencia vivencial, en el diario de la existencia humana, lo conforma tanto el ser humano singular como el colectivo por cuanto mantienen una relación recíproca. Un ser humano puede laborar en singular y en proceso a partir de situaciones iníciales naturales, pasar por situaciones confrontadas hasta llegar a situaciones genésicas conceptuales y procedimentales, que involucra a los otros seres entes humanos en un hacer una obra. Otros seres humanos, previamente integrados en las situaciones iníciales, pueden formar parte de la obra a partir del confrontar, activando el sensun comunis para tomar decisiones y así participar en una construcción colectiva de experiencias vivenciales favorables a todos los seres humanos. Se integra lo singular y colectivo en el pensar, sentir y obrar para llevar a la praxis y hacer concreta una transformación de la existencia humana. Es una transformación como verdad, donde se confirma el ser histórico y de la tradición con la participación de la ciudadanía, seres entes humanos, que conforma la sociedad en los diferentes mundos circundantes.

Autor: Betty Osorio

Correo: bettyoso@hotmail.com

 



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Betty Osorio

Profesora de la Universidad de Los Andes, Mérida y titiritera

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