Reflexiones ingenuas: "coronavirus mental"

Cuando la tormenta arrecia salen a relucir las goteras de la casa. Las alcantarillas se rebozan, los ríos se desbordan, las quebradas invaden los espacios ocupados por los invasores, las calles se inundan, el barro penetra en las casas, los árboles se caen…

La naturaleza cobra las heridas ocasionadas por la irracionalidad de los dueños de los medios de producción, quienes históricamente han deteriorado los espacios para satisfacer sus ansias de lucro, de poder.

El deshielo polar, la desertización galopante, la desaparición de especies animales y vegetales, la contaminación atmosférica, el calentamiento global, la aparición de patologías en el ser humano, unas inducidas, otras como consecuencia indirecta de la manipulación genética de las especies para el consumo humano y animal no constituyen una amenaza a la humanidad sino como una realidad irrevocable y terrible.

Diferentes pandemias han aparecido en la historia de la humanidad las cuales cobraron sus víctimas en su momento, cada una en mayor medida, pero sólo fueron indicadores de lo que podía suceder si el humano contaminador no paraba su afán destructor. El Conavi ha llegado con paso vencedor superando los obstáculos que le ha puesto la ciencia para su control. El apocalipsis ha desde hace años hecho su aparición y todavía los poderosos no se han percatado.

La Viruela, el Sarampión, la Gripe Española, a Peste Negra y el VHI han sido los mensajes que la naturaleza ha mandado a la humanidad los cuales han sido ignorados y soslayados. Hoy lanza una nueva advertencia que, por lo que venimos observando, también está siendo menoscabada, no tanto sólo por los gobernantes de las naciones, sino por la misma humanidad que está amenazada por la mayores de las pandemias como lo es el Coronavirus Mental, afección mucho más mortal que las anteriores.

El Coronavirus mental, virus producido por los dueños de los medios de producción surge a finales del siglo XIX, cuando el sistema capitalista llega a su máxima evolución y requiere de la inversión de millones de dólares en la fabricación de armas de destrucción masiva (bombas, aviones, tanques de guerra, barcos, etc.) para la destrucción de sociedad ocasionando la muerte de millones de personas, destrucción de grandes y pequeñas ciudades a fin de invertir en su reconstrucción, con ello garantizar la sobrevivencia de un sistema que requiere de la muerte como industria, y con ello renacer entre sus cenizas una sociedad más explotadora, degradante e injusta.

Para ello necesita convencer al resto de la humanidad que el sistema capitalista constituye el mejor sistema del mundo ya que garantiza la riqueza de la población a través del trabajo, la propiedad privada, la inversión, el capital.

En este sentido crea la ideología como arma teórica la cual justifica la explotación del hombre por el hombre a través de la religión, la moral, la ciencia, la política, la educación, contaminando las mentes de los hombres con la instalación de una visión individualista, consumista, con un optimismo economicista según el cual hay hombres con fortuna y otros que pueden construir su fortuna a través de la explotación del hombre por el hombre, el delito, la usura o cualquier otra actividad que genere recursos económicos y no deben haber frenos para lograr la riqueza individual ya que la riqueza de un país se mide por el nivel económico y social de los hombres. Es decir una ética basada en la premisa "el fin justifica los medios" es decir, una falsa esperanza basada en la división de clases.

Esta visión del mundo, esta falsa visión progresista, basada en la premisa liberal se fue fortaleciendo y consolidando a través de la historia y las últimas décadas, después de la Segunda Guerra Mundial (en la cual se mostró hasta donde el capitalismo es capaz de llegar con la crueldad, el genocidio, la destrucción del medio, de las fuerzas productivas, de las creencias, valores, tradiciones a través de las armas) y con el uso de los medios de información y de las redes sociales se ha multiplicado exponencialmente y en forma suicida esta falsa visión, con lo cual se ha llegado a extremos insólitos de una anomia que no respeta las mínimas reglas sociales, reconocimiento de la personalidad, familia, educación, ciencia, historia, cultura, instituciones, tradiciones, autoridad, naturaleza, humanidad, vida.

De origen del Conavi hay poca información, esto ha hecho que el debate científico se haya transformado en un debata político, economicista e ideológico en el cual se hayan enfrentados los nuevos centro del poder económico y político de la humanidad. Se ha llevado del campo científico al campo de la diatriba política en acusaciones de quien o porqué, con qué intención, se creó el nuevo virus.

Pero lo peor del caso es que hay gobernantes, responsables de gobiernos de índole neoliberal que priman la producción económica, el ingreso a los dueños de los medios, sobre el bien colectivo y por lo cual sus políticas están enfrentadas a las recomendaciones de las organizaciones internacionales para lograr el control de la pandemia y con ello la salvación de la humanidad (a través de inversión en programas sociales, adquisición de insumos médicos y participación de las organizaciones e instituciones del públicas y privadas en el control y tratamiento de la enfermedad) como lo son el caso del Donald Trump, flamante gobernante de los E.U., y Bolsonaro, no menos esquizofrénico presidente de Brasil, y otros tan disociados como éstos.

Pero esto no es lo peor. EL FMI negó la otorgación de un préstamo al gobierno de la República Boliviana de Venezuela para atender los gastos derivados de la pandemia. Mientras hay acusaciones contra algunos gobiernos, entre ellos los de Colombia, Ecuador y El Salvador acusados de desviar los fondos de los préstamos otorgados hacia otros fines o propósitos. El gobierno de Turquía expropió los equipos insumos médicos e que le había adquirido el Gobierno de España para atender a su población. El gobierno de Estados Unidos impide a los aviones Y mientras el Gobierno Ruso envía equipos apoyar a los E.U. en su lucha contra la virosis, el Gobierno norteamericano amplia las sanciones a Venezuela e impone un bloqueo naval lo que le impide el acceso a la gasolina, alimentos, medicinas, equipos médicos para satisfacer las necesidades de la población víctima de la política imperialista de sus gobernantes, lo que aumenta la cifras en miles de muertes entre su población infantil, adultos mayores, así como los niveles de desnutrición, desatención médica, deterioro en la salud, malos servicios públicos, falta de combustible e insumos y de ingresos para satisfacer su gasto público. Haciendo caso omiso a las solicitudes de la ONU, UE y otros organismos internacionales.

Aunado a ello, algunos organismos internacionales como la UE y gobiernos de la región apoyan la propuesta para constituir un gobierno de transición (tipo Libia) tutelado por los E.U. (copia fiel al Estado Libre Asociado de Puerto Rico) so pena de no ser aceptado por el gobierno de Venezuela se impondrán medidas muchos más fuertes que derivaran en una intervención armada, apoyada por los países de la OEA.

Mientras el ambiente político de alto nivel nos muestra este escenario, esquizofrénico, no menos lo es el de los menores rangos. Pregunto ¿Es necesario que los gobiernos tomen medidas drásticas para evitar un índice mayor de contaminación en la población? Los medios de información así como las redes muestran información, fotos, videos en donde los cuerpos de seguridad de muchas naciones tienen que acudir a la fuerza bruta, a detenciones, multas, juicios penales para evitar que la población viole las medidas de seguridad como lo son el uso del tapabocas, formación de grupos, la cuarentena preventiva. Las redes sociales y muchos medios impreso y virtuales generan desinformación para producir estados de pánico, angustia, desasosiego produciendo estrés que afectan el sistema inmunológico de la población haciéndola propensa ser contaminada fácilmente.

En Venezuela, las medidas tomadas por el gobierno nacional ha resultado efectivas lo que ha hecho que los niveles de contaminación y muerte de pacientes contaminados sea baja, en comparación con otros países de la región y del mundo. Sin embargo, éstas han sido criticadas sin basamento alguno, y lo que es peor, que muchas personas, del personal médico, paramédico y de seguridad se han negado a prestar su contribución en la lucha contra el virus, lo que evidencia un desacato, tanto a su profesión como a sus obligaciones laborales. Igualmente preocupante es el desacato de sectores de la población al uso del tapabocas, cuarentena preventiva y las medidas de aseo en su sector físico.

Por otra parte es necesario decir en algunos estados, los gobernadores no han estado al nivel del compromiso con relación a la aplicación de las medidas restrictivas del tránsito por las calles, formación de grupos, cuarentena preventiva, uso del tapabocas, el caso del Estado Monagas es uno de ellos.

Por otro lado, los hechos de corrupción persisten, sobre todo con la venta de gasolina por parte algunos miembros de los cuerpos de seguridad, que venden envases de gasolina a la población a precios de dólar, desacreditando al gobierno nacional y a la fuerzas de seguridad pública.

Todo este comportamiento nos evidencia que no sólo se trata de una pandemia de salud física y orgánica, sino una pandemia mental producida por el sistema capitalista y que a la larga es más letal que el mismo coronavirus.

Es necesario transformar radicalmente la sociedad para poder erradicar estas patologías que amenazan con la desaparición de la vida en el planeta.

Para luego es tarde-

Socialismo o barbarie

 



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Carlos M. Rodríguez C.

Estudió en la UCV. Docente jubilado

 carrodcas@gmail.com

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