De traidores y truhanes: La crítica a la ANC como supuesto apoyo a la Derecha y al Imperialismo

Ya es un lugar común la secuencia reactiva con la cual el sector oficial, vale decir la cúpula Gobierno-PSUV tramita las críticas que se formulan desde el campo bolivariano, desde el propio chavismo, o más genéricamente hablando, desde el campo de la izquierda o el progresismo. La reacción inicial es simplemente ignorar la crítica. Guardando silencio frente a ella e ignorando a sus realizadores, se aspira que algún evento coyuntural arrope la crítica y funcione como trapo rojo. Si esto no funciona, el siguiente paso consiste en señalar la inconveniencia del momento, y la apelación de que en un futuro, "cuando las condiciones objetivas lo permitan", se procesaran adecuadamente. Por supuesto, ese mejor momento jamás llega y la crítica debe guardarse para un futuro quimérico. Si la crítica persiste, entonces se pone en juego una maquinaria demoledora que dependiendo del personaje que formule sus críticas y de las vulnerabilidades que pudiera tener, apuntara bien a generar una especie de sentimiento de culpa o bien a la total descalificación por la vía de endilgarle a quien critique el calificativo de "traidor", de "hacerle el juego a la Derecha o a la ultraderecha", o peor aún a la CIA, al Departamento de Estado, o al Pentágono. Sobretodo la experiencia del gobierno de la Unidad Popular en Chile, con Allende a la cabeza, sirve como fundamento para "demostrar" como la crítica contra el proceso, es en realidad un mecanismo malvado diseñado, estructurado y coordinado siempre por la CIA en contra de la Revolución.

Si bien es cierto existen importantes similitudes entre la experiencia chilena y la venezolana, a estas alturas resulta casi un despropósito comparar y encontrar similitudes por ejemplo entre Maduro y Allende. Por ahora diremos que simplemente no caben. Pero por otro lado, desde la cúpula gobernante ya se debería utilizar una estrategia distinta a la de calificar a sus "críticos" como "traidores", sobre todo porque efectivamente dentro de sus filas militan verdaderos e inequívocos traidores, y hoy en día hacen vida y son casi referencias del Hombre Nuevo dentro de sus filas: Nuestra memoria por ejemplo no olvida aquella cuña donde aparecía Arias Cárdenas comparando a Chávez con una gallina y calificándolo como tal, o de Germán Escarrá convocando a marchar hasta Miraflores en "aplicación del Art. 350" hasta provocar la caída del Gobierno de Chávez. Hoy en día Arias Cárdenas no es ni más ni menos que el Gobernador de la segunda entidad político-administrativa más importante del país (Edo. Zulia) en representación del PSUV, y German Escarrá es el candil que alumbra jurídicamente cada paso que da el gobierno y el propio TSJ; incluyendo la convocatoria del ANC. Otros casos más recientes como los de William Ojeda y Ricardo Sánchez, nos recuerdan que eso de tratar sin escrúpulos con verdaderos traidores, no es cosa que le produzca ningún malestar estomacal a la casta gobernante, y eso es público y notorio. Sí, sí. Ya sabemos que rectificar es de sabios, y bla, bla, bla. Pero….

Pero últimamente, a raíz del boquete que se ha abierto en Venezuela, y al propio interior del cambo de la izquierda a propósito de la convocatoria por parte de Nicolás Maduro de una Asamblea Nacional Constituyente, se ha renovado esa modalidad de calificar de traidores o acusar de hacerle el juego a la derecha a quienes no comulgan y se oponen a la propuesta presidencial. Ha sido verdaderamente infructuoso pretender un debate de altura con quienes sostienen la propuesta, y la profusión de argumentos políticos, jurídicos, históricos, y hasta la propia opinión de Chávez que permiten sostener el carácter ilegal, ilegitimo, antihistórico, regresivo y antidemocrático de la propuesta, lejos de promover una reflexión autocrítica en el Presidente y sus seguidores, y en general entre quienes apoyan la propuesta, pareciera que los ha conducido a practicar con mayor ahínco la política del avestruz, y en medio de una suerte de "Estado de Negación Absoluta", rechazar y descalificar toda crítica y a sus impulsores, y condenar vehementemente, cuando no amenazar, a quien ose oponerse a los designios de la casta gobernante. De manera especial afirmando que quienes se oponen a la ANC le hacen el juego a la derecha, a la ultraderecha y al imperialismo.

El presupuesto fundante de esa actitud es el auto convencimiento de la casta gobernante y de sus seguidores y apoyos, de que ellos son "la izquierda". De que el gobierno de Maduro es un gobierno revolucionario, socialista, de izquierda, etc., y de que en Venezuela no hay más izquierda que ellos, y que todo aquel que se le opone es simplemente "de derecha" (aunque invariablemente los medios del Estado confunden permanentemente derecha con ultraderecha, no sabemos si deliberadamente o por simple ignorancia). En verdad, en la cúpula del oficialismo no hay tal convencimiento: básicamente en ese nivel asumen vivir de la renta heredada de un esfuerzo colectivo, y del liderazgo de Chávez, pero hacia abajo, los cuadros medios y la militante de base si existe tal convencimiento.

Quizá un breve recordatorio de algunos (solo algunos, como muestra) hechos, circunstancias, casos y experiencias, pudieran contribuir a que la militancia oficialista, (y ojala que su dirigencia, o al menos parte de esta) se percataran de efectivamente quien le ha estado haciendo el juego a la derecha y a la ultraderecha, que no son lo mismo, por cierto, aunque se parezcan mucho, y al imperialismo.

Los que ayudan o le hacen el juego a la derecha y a la ultraderecha son por ejemplo, los que contribuyeron con el financiamiento de la campaña de Donald Trump (un mínimo de 560 mil dólares según se supo); Los que están utilizando los activos de Citgo como garantía para la obtención de préstamos ilegales que luego son quemados en los circuitos de la importación/corrupción; Los que están rematando de manera ilegal y sin permiso de nadie, a precios de gallina flaca los Bonos de Pdvsa causándole severos daños al patrimonio de la República; Los que violando disposiciones de la propia CRBV dispusieron de poco más del 12% del territorio nacional para entregárselo a una alianza de capitales boliburgueses y trasnacionales mineras, en detrimento no solo de la soberanía y el interés nacional sino del medio ambiente en eso que se llama "Arco Minero del Orinoco"; Los que le abrieron las puertas de Miraflores a Juan Carlos Escotet y a Lorenzo Mendoza, y los pusieron a coordinar los Motores "Banca y Finanzas" y "Agroalimentario" respectivamente de la Agenda Económica de Maduro; Los que financian a la burguesía mediante la asignación de millones de dólares, como fue el caso del crédito que por 4,4 millones de dólares recibiera recientemente de la mano del propio Maduro Alberto Vollmer, propietario de Ron Santa Teresa y uno de los Amos del Valle, y hasta a los propios guarimberos, como quedó en evidencia recientemente cuando se hizo público el financiamiento que por 800 millones de Bs recibiera también de las manos del propio Maduro, el guarimbero Tulio Faroh, a nombre de la empresa Conservas del Centro, C.A.; Los que han promovido el deslizamiento del modelo económico venezolano hacia esquemas neoliberales poniendo en práctica políticas como la liberación de precios y la bonificación del salario ahogando al pueblo Venezolano para quien cada día es más y más difícil poder adquirir los alimentos, por decir lo mínimo; Los que llevan más de año y medio violando la Constitución al no convocar las Elecciones de Gobernadores y le anuncian al país que violarán la constitución durante 7 meses más, pues esas elecciones las piensan hacer en diciembre, por supuesto, solo si la ANC lo permite, cosa que ya sabemos, no sucederá; Los que se traspasan el ejercicio (ya vencido) de las gobernaciones como si de pequeñas monarquías se tratara, por el ejemplo el caso reciente de la Gobernación de Barinas; Los que pusieron mil trabas para evitar la realización del Referéndum Revocatorio y en cambio son absolutamente laxos y expeditos para facilitar la realización de las Elecciones de la ANC; Los que dilapidaron la mayor fortuna que ingresara jamás a este país, y terminaran arruinándolo como en efecto, se encuentra hoy; Los que se enriquecieron groseramente con los guisos que se montaron con las Notas Estructuradas; con Odebrecht, o el megaguiso de Andorra: o con el desfalco de casi 80 millones de dólares con la infraestructura para las Plantas Iraníes; Los que provocaron esa inmoral pérdida de millones de kilogramos de alimentos que este país conoció como Pudreval y de la cual no hay ni un solo preso; Los que cada día utilizan los recursos del Estado para usufructo personal, llámese vehículos, motos; escoltas, aviones, avionetas, helicópteros, lanchas, teléfonos, tablets, laptops, etc. Algunos que hasta no hace mucho andaban en Metro, hoy en día no se mueven si no es en helicópteros del Estado; Los que utilizan el aparato comunicacional del Estado como si fuese su corporación mediática privada y personal; los que se han enriquecido y se siguen enriqueciendo con el sistema de control de cambio de divisas, desde CADIVI hasta la última invención (DICOM) en esta materia; Los que mutilaron los componentes más sustantivamente radicales del Plan de la Patria y se pasaron por el forro el Golpe de Timón; Los que tienen el superguiso con la importación de alimentos, incluyendo la dotación de los CLAP; Los que diseñaron y activaron esa onstruosidad violadora de los derechos humanos conocidas como las OLP; Los que mientras se desgañitan en epítetos contra la MUD en público, mientras en privado y clandestinamente pactan y acuerdan con ésta el reparto del país, incluyendo el pacto al que llegaron hace poco con un gobernador del centrooccidente del país como Plan B por si fracasa la ANC y el que están cocinando con el mismísimo Leopoldo López, a pesar de acusarlo pública y diariamente de ser el responsable de promover el asesinato de 43 venezolanos y endilgarle el apodo "El monstruo de Ramo Verde"; Y cómo no decirlo, los que han convocado ese adefesio de ANC violando la Constitución, la Historia, el legado de Chávez, la más moderna y democrática doctrina constituyentista y hasta el sentido común, usurpando al pueblo y sirviéndose para ello de la postración y el servilismo de la SC-TSJ y del CNE, verdaderos apéndices cuasiprivados de la cúpula del Gobierno-PSUV.

Es lógico que la derecha agrupada en la MUD o que el imperialismo celebren las contradicciones internas en el campo bolivariano, chavista, revolucionario o de izquierda. Al fin y al cabo, tales contradicciones cuando no son procesadas adecuadamente, invariablemente terminan debilitando aún más la ya menguada base de sustentación social que tiene el gobierno. Pero más aún es lógico que celebren cuando el gobierno lincha mediáticamente con su aparato propagandístico a quien se le opone desde una perspectiva de izquierda, pues al fin y al cabo, no es el gobierno ni sus políticas las que pueden poner en riesgo los intereses de la derecha.

Es lógico también que circunstancialmente algunas de las críticas que se le formulan al gobierno desde la izquierda, coincidan en apariencia (solo en apariencia) con algunas de las que se le formulan desde la derecha. Ello ocurre básicamente por dos razones: la primera, porque habilidosa y oportunistamente la derecha se mimetiza como una opción progresista y democrática, aprovechando para sí y haciendo suya demagógicamente la crítica de las izquierdas. Pero en segundo lugar porque en su afán por preservar el poder a toda costa, la casta gobernante ha venido incurriendo sistemáticamente en prácticas crecientemente autoritarias, autocráticas, despóticas, nepóticas, corruptas, ilegales e ilegítimas que son inocultables y que han terminado por horadar la gobernabilidad y la poca legitimidad del gobierno, y entregar en bandeja de plata a la oposición de derecha banderas que tradicionalmente fueron patrimonio del campo bolivariano, como lo fue por ejemplo el irrestricto apego y la defensa a ultranza de la Constitución, el equilibrio y prestigio del CNE como árbitro electoral y el respeto por los derechos humanos y por la dignidad humana.

La cúpula oficialista y sobre todo sus cuadros medios, deberían terminar de entender que ese chantaje de pretender que la crítica solo le hace el juego a la derecha, no tiene posibilidad de rendir los frutos que quisieran, y muchos menos de silenciarla o descalificarla porque carece de un anclaje real, pues en realidad aunque no lo hayan notado, es este gobierno, -los propios miembros de la cúpula Gobierno-PSUV-, quienes se esfuerzan día a día para darle argumentos, razones y justificaciones a la derecha agrupada en la MUD y a la que está fuera de ella para intentar asaltar el poder, y no sus críticos. Ese favorcito realmente se los hacen los que cada día que pasa juegan en favor de los intereses norteamericanos al punto de financiarles sus campañas electorales, porque en el fondo, -la verdad verdadera- les importa un comino si los gringos invaden o no invaden este país siempre y cuando les garanticen la seguridad de ellos, de sus familias, y el usufructo de los bienes y recursos que le han desfalcado a la nación. O que lo digan los Rafael Isea, las Iroshima Bravo o los Alejandro Andrade. Y todo porque en el fondo, (ya lo hemos dicho), este gobierno y esa cúpula del PSUV que gobierna, son tan de derecha como la que se agrupa en la MUD, solo que para cuidar las apariencias y seguir parasitando la herencia dejada por Chávez, conservan un discurso y una retórica de izquierda o seudorevolucionaria.

No es primera vez que en Venezuela una organización política que naciera bajo un discurso y una práctica revolucionaria o de izquierda, terminara redefiniéndose como partido de Derecha. El caso más emblemático lo constituye Acción Democrática, partido que habiendo nacido como partido revolucionario, a lo largo de su historia vivió sendos procesos de división interna que dieron vida posteriormente a organizaciones de izquierda (como el MIR) y que al hacerlo, terminaron decantando las tendencias de derecha a su interior (de AD) las cuales hegemonizaron el control del partido y lo condujeron definitivamente hacia su derechización. En el caso del chavismo o de la llamada Revolución Bolivariana, la presencia de factores o agentes de derecha en posiciones dirigentes dentro de la principal organización política chavista del país no es nada nuevo, ya sea en la versión MVR o en la versión PSUV. Desde siempre fue así, al punto de que al menos desde el 2004 se le conoce a esas tendencias como "la derecha endógena". Lo que ha sucedido sin embargo, es que, como producto de un conjunto de factores, entre los que cabría mencionar la ausencia de Chávez como líder fundamental, la propia crisis generalizada que se abate sobre el país, la muy pobre formación político-ideológica de los cuadros de dirección, la descomposición moral y ética de muchos de los cuadros dirigentes enredados en vicios de corrupción, y la disminución sistemática y progresiva del apoyo popular, lo que ha ocurrido es un desplazamiento casi natural y en bloque de la cúpula que gobierna hacia posiciones de centro derecha o de derecha, y hoy en día son ellos quienes hegemonizan el partido y por supuesto, la orientación del gobierno, aunque aún conserven como anclaje con el pasado reciente, un discurso rojo. A estas alturas del partido, necio es no percatarse de que la cúpula Gobierno-PSUV no es ya continuidad de Chávez y su legado, sino precisamente todo lo contrario: Son la expresión actual de su ruptura con aquel que le dio vida y sustancia, proceso que se inició incluso desde mucho antes de su siembra. Más o menos desde el tiempo en que la gente empezaba a decir que a Chávez lo tenían engañado, o que Chávez servía pero quienes lo rodeaban no. Bueno, hoy en día nos gobiernan algunos de los peores de esos quienes rodeaban a Chávez.

En el caso del PSUV, es una verdadera paradoja, -casi una manifestación karmática-, que este partido terminara siendo una versión, en algunos aspectos, aun mas retorcida que la propia Acción Democrática (AD), y sus principales líderes, una suerte de neoadecos del siglo XXI. Uno supone que debe ser extremadamente duro, (sobretodo para aquella militancia que de corazón está convencida que ese partido es la reencarnación del Partido Bolchevique) admitir que en verdad su partido devino en un remedo de la peor organización política que pariera la historia política venezolana en el siglo pasado, y frente a la cual, justamente el líder histórico del PSUV se levantó. Pero bueno, digamos con Marx que la historia a veces se repite, primero como como tragedia y luego como farsa. Y el PSUV en este caso, terminó siendo la farsa, arrastrado por los truhanes que lo hegemonizan. Sin duda no está fácil admitir una cosa como esa. Sobre todo para la abrumadora mayoría de sus militantes, quienes sin duda, son los menos responsables de ese deslizamiento hacia la derecha que experimentó ese partido. Y sin embargo, es un derecho inalienable de quienes forman parte de esa organización el continuar perteneciendo a ella, incluso para el caso de aquellos que se plantean "cambiar el monstruo desde adentro." Esa es su decisión, ingenua a nuestro juicio, pero legítima. Qué duda cabe. Lo que no está bien, es insistir en el tema de que quien no apoya la Constituyente o al gobierno apoya a la derecha o al imperialismo, o el de intentar sembrar culpas que en realidad son propias, mientras frente a los verdaderos responsables de esta catástrofe, y de poner en riesgo de invasión a este país, normalmente les apoyan y les rinden pleitesía, o como mucho, se guarda silencio. La madurez del pueblo venezolano está bastante más allá de ese pensamiento binario y maniqueo.

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Moisés A. Durán


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