Con el mazo dando (o medio guariley)

El ministro Iturriza escribió un texto reflexivo en el que analiza el panorama político (en el estricto sentido de la palabra) del futuro nacional. Propone el ministro, entre otras cosas, no caer en la salida fácil de culpar al elector que rompió la fidelidad y traiciona su clase, y expone claramente, como una contra revolución amenaza el futuro de la revolución socialista. Compro la idea siempre y cuando sea tema para el debate teórico, porque para la calle, es más de lo mismo.

Es un discurso que caerá en el saco de la simbología perdida, donde se encuentra la clase, la patria, el imperio, imperialismo. Categorías cargadas de valor para un reducido número de ciudadanos y sin ningún significado para muchos. Esto lo atrevo a afirmar con base a los resultados electorales recientes donde las colas, fueron la motivación principal para la toma de decisión y no la igualdad, la equidad social, la defensa de los trabajadores y un sinnúmero de etcéteras…

"que me importa una Tablet, o un cupo universitario, inclusive una casa si tengo que calarme cuatro horas para comprar dos harinas. Esto no se lo cala nadie." Escuché con asombro el día posterior a las elecciones. El argumento lo esgrimía una mujer de al menos 30 años para justificar su voto ante un compatriota indignado por el triunfo de la oposición. Y es que, más allá de la anécdota, el fenómeno del bachaqueo marcó el destino de la decisión electoral. Su aparición entre diciembre 2014 y enero 2015, selló con fuego el evento y el gobierno no supo (pudo) resolver este problema, que a mi entender es la estocada final a otro problema irresoluto del campo económico: el dólar paralelo. En el campo de la nueva guerrilla o subversión de la era de información y capitales globalizados, la oposición (no se si seguirla llamando así) nos lleva medio guariley como diría el propio Diosdado Cabello.

Las preguntas eran y son: ¿Cómo es posible que se instaure un sistema que le asigna un valor arbitrario a una moneda, la devalúa afectando directamente la economía y el gobierno constitucional de ese país no pueda hacer nada? ¿Es que acaso eso no es una acción subversiva y terrorista? Por favor. ¿Cómo es posible que un país sufra una intervención directa en todo sus sistema productivo, cadenas de distribución y comercialización y se instaure una macabra organización (¿espontánea?) de especulación y el gobierno y sus organizaciones sociales aliadas no puedan hacer nada. Y el pueblo viva, durante un año atropellos en colas por mafias a su alrededor y, en muchas oportunidades, sin intervención (para no decir complicidad) de los organismos de seguridad del estado. Aquí fallamos todos.

La sensación no es buena. Crece la idea en la población de que la solución pasa por un gobierno de fuerza, o por lo menos con más fuerza que el actual, que haga cumplir la ley y organice y civilice a la población.

Entiendo que la reflexión en los niveles de dirección y comando chavista debe ser profunda, descarnada y dura. Habrá unos sectores reclamando espacio y otros cabezas. Habrá quienes decepcionados opten por el ostracismo y quienes sueñen con una recuperación heróica del poder. Seguro se sumarán grandes pensadores al debate pero insisto, en lo cotidiano, en la práctica, mientras Dólar Today sea la referencia, el dólar paralelo le quite el sueño a un vasto sector de la población, en su mayoría económicamente activo. Mientras los bachacos nos devalúen la moneda en nuestra propia cara, el debate teórico, ese que nos engrandece y diferencia de los pragmáticos y enemigos de la ideologización, no servirá de mucho. Mientras se tengan tan bajos niveles de aceptación discursiva en la población, será cuesta arriba volver por más opciones de poder. Hace falta más contundencia y efectividad en la acción política y de gobierno. A Dios rogando y con el mazo dando.

DESCUBRIMIENTOS DEL 6D:

El CNE es confiable.

1x10 funcionó a la perfección y por lo tanto, el voto es una decisión individual personalísima y secreta.

Frase post 6D:

El resultado fue tan contundente que hoy amanecimos escuálidos, dijo un amigo.

Cierro este artículo sentado frente al computador y a la ventana de mi oficina donde la brisa fresca decembrina me trae acordes de tambores y gaitas que suenan sin parar. Hay una celebración en la calle, hay sirenas y gente rebosante de felicidad, bailando y abrazándose como nunca en años. Opto por cerrar la ventana. Otro día será.

 

Juanc.garciav@yahoo.com



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Juan Carlos García


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