"No podemos optar entre vencer o morir" como advertía José Félix Ribas, en esa Batalla de La Victoria aquel 12 de octubre de 1814, haciendo que los realistas mordieran el polvo y garantizando salvar la capital de la República del asedio de los monárquicos.
No creamos que el asunto fue todo bucólico y romántico, creyendo que los seminaristas salieron gozosos a pelear por la Patria, en medio de una cheveridad. Lo cierto fue que los jóvenes, quienes eran mayoría en esta batalla, sellaron con su vida y con su sangre la libertad de nuestra Patria, muchos de ellos, como diría Cantinflas, como buenos soldados que no dieron su vida por la Patria, sino que hicieron que otros la perdieran por la suya, en el campo de batalla.
Hoy, a doscientos un años, gracias al liderazgo del Comandante Hugo Chávez, nuestra Juventud de Oro, crecida y formada bajo el legado del Liberador del siglo XXI, está haciendo nuevamente, que tengamos Patria, incluso ofrendando su vida, como muchos jóvenes que han sido asesinados por la canalla oposicionista, guarimbera y criminal, que incluso, ha apelado al sicariato y terrorismo, pero que no ha podido doblegar a esta juventud dorada.
Ese divino tesoro, que se va para no volver, según Rubén Darío, está consciente de que esta Patria bolivariana, socialista y chavista, le fue negada a los jóvenes de generaciones anteriores, desde los que traicionaron a José Félix Ribas y al Libertador Simón Bolívar, incluso antes de 1830, hasta el año 1998, momento en el que el Pueblo comenzó un proceso que apenas estamos comenzando a cristalizar, aunque, durante más de quince años, enfrentando una conspiración golpista, dirigida por el imperio decadente de EEUU, que hoy se apresta a una nueva arremetida contra Venezuela, en la que anuncian una incursión violenta y el derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro.
Hoy, gracias a esta Juventud de Oro, la estudiosa, obrera, trabajadora, deportista, la que ama y hace el amor, podemos afirmar sin temor alguno, que venceremos el asedio del gobierno de Barak Obama y la traición a la Patria de esa derecha criolla, que es, por naturaleza, fascista, violenta y criminal, porque su razón de ser es la restauración, ya no de la monarquía española, sino de la burguesía, que por tanto tiempo nos ha parasitado y ha castrado intelectual y moralmente a tantos jóvenes, como los mancebos del Opus Dei y de la Secta "Tradición, Familia, Propiedad", quienes además han negado el vivir viviendo a tantos jóvenes lanzados a la marginalidad y pobreza, que poco a poco esta revolución está emancipando.
Por tanto, hemos de repetir a José Félix Ribas, con profunda convicción: "No podemos optar entre vencer o morir. Necesario es vencer".
