Réplica a Luis Roa

La verdad sobre Briqven

El señor Luis Roa, a quien no conocemos, ha escrito el 17 de septiembre de 2013 un artículo titulado “Briqven: una empresa que debe marcar nuevos rumbos”. Semanas antes había escrito otros artículos sobre las Briqueteras de Guayana.

Haciendo un recorrido por su “perfil” en Aporrea notamos que en 6 años y más de 100 artículos nunca se había referido ni a las briqueteras en general ni a nuestra empresa en particular. No lo hizo cuando estábamos en lucha contra la trasnacional ítalo-argentina Techint, antigua propietaria de la empresa, tampoco cuando gracias a la incansable lucha de los trabajadores y a nuestro Presidente Chávez la empresa fue nacionalizada. Ni siquiera escribió cuando el 18 de diciembre de 2010 pusimos a producir nuevamente la empresa luego de estar dos años inactiva.

Por lo tanto no sabemos cuáles son los intereses o intenciones que lo llevan a escribir ahora, justamente cuando sectores ajenos a la empresa junto a algunos trabajadores aislados intentan generar una campaña contra los que encabezaron durante estos cuatro años la lucha por la nacionalización y puesta en producción de nuestra empresa.
Insistimos en que no conocemos a este señor más que por sus artículos (algunos de los cuales coincidimos en sus opiniones), pero lo que sí sabemos es que jamás ha estado en nuestra empresa, ni recorrido sus instalaciones, ni viendo como trabajamos, ni participando en nuestras asambleas. Si lo hubiera hecho no hablaría por ejemplo de “acoso laboral y despidos injustificados” ya que el único despido completamente justificado que conocemos en Briqven fue a un trabajador denunciado por acoso sexual por sus mismos compañeros y compañeras, caso que ha sido completamente verificado. ¿Conoce el señor Luis Roa algún otro caso?

Al igual que muchos en Guayana y en otras partes del país, parece que Luis Roa prefiere sentarse cómodamente a escribir sobre lo que lee o escucha por boca de terceros en lugar de venir a ver la realidad con sus propios ojos. Lamentablemente no es el único, ni lo más grave. Hemos llegado a un punto en que nos encontramos incluso con Ministros que toman decisiones sobre empresas sin haberlas pisado ni una vez, sin haber hablado nunca con sus trabajadores, sin debatir con los sectores involucrados.

Es por eso que hacemos este comunicado, para que los lectores de Aporrea (que durante estos años ha seguido y acompañado el desarrollo de nuestra lucha) puedan conocer la historia y el presente de Briqven por sus propios trabajadores. Y como siempre decimos, aquel que quiera conocer la realidad tal cual es tiene las puertas abiertas de Briqven para verla con sus propios ojos.

Comencemos por recordar que el 21 de mayo del año 2009, en una jornada histórica e inolvidable para los trabajadores de Guayana, el Presidente Chávez anuncia la nacionalización de seis empresas metalúrgicas de nuestra región, entre ellas las cuatro Briqueteras: MATESI (hoy Briqven), Comsigua, Orinoco Iron y Venprecar.

Esta decisión era parte de las conclusiones del “Taller para la Transformación de las Empresas Básicas” que dio origen al Plan Guayana Socialista y del que los trabajadores de Briqven fuimos parte desde un inicio.

En el caso particular de Matesi, esto ponía fin a más de siete meses de lucha contra la trasnacional del grupo Ternium-Techint.

Lo que muchos callan u olvidan: Tomamos una Planta parada y hoy está produciendo.
Cuando se fue Ternium, la planta estaba parada y los trabajadores no cobrábamos el salario desde hacía 7 meses. La trasnacional se llevó la mayoría de los datos, la información, la plataforma administrativa, los planos y manuales de procedimiento. Sabotearon repuestos, dejaron todo esto abandonado, los equipos abiertos se dañaron completamente, se oxidaron por dentro y quedaron en pésimas condiciones. El personal administrativo se lo llevaron todo, y con ellos toda la información. Hay que tener en cuenta que hablamos de un proceso productivo complejo, en el que se trabaja con hidrógeno y otros gases y con equipos y tecnología importada.

Esa fue la situación que tuvimos que enfrentar los trabajadores y parece que hoy muchos, intencionalmente, intentan olvidarla o se hacen los distraídos.

¿Y que hicimos? Empezamos a construir un plan hecho por los trabajadores. No fue sencillo, arrancar una planta sin planos, sin procedimiento, sólo con la experiencia del diario, asumiendo desde las bases el sistema administrativo de la empresa y empezando a dirigir bajo el modelo de Control Obrero. Elegimos, los mismos trabajadores, nuestro Comité Operativo Transitorio que asumió la dirección de la empresa y que desde entonces ha rendido cuentas en Asambleas de trabajadoras y trabajadores.

No fue nada fácil, pero estábamos convencidos y decididos a demostrar que la clase obrera si puede arrancar una planta, que si puede administrar una planta y que la clase obrera puede construir un país, la patria socialista. Y finalmente el 18 de diciembre de 2010 conseguimos el arranque productivo de nuestra empresa. A pesar de la situación de abandono en que fue dejada la empresa por la trasnacional, y de las limitaciones jurídicas y financieras, el 18 de diciembre del año 2010, luego de dos años de paralización, y en lo que será una fecha histórica, Briqven reanudó sus actividades con el arranque de un reactor.

Hoy, cercanos a los tres años del arranque podemos decir que ya nos hemos podido estabilizar en cuanto al proceso de producción y ahora estamos buscando aumentarlo. Se han mejorado los beneficios de los trabajadores no sólo en lo económico sino también en lo social. Hemos tenido una política sistemática de colaboración y trabajo con las comunidades. Hemos eliminado la precarización y poco a poco vamos eliminando la tercerización, de manera organizada y siguiendo los lineamientos discutidos por la clase trabajadora en la mesa de tercerización de la región. Todo lo hemos logrado casi sin ninguna inversión del Estado y enfrentando una dificultad adicional: hasta el día de hoy no ha finalizado el proceso de nacionalización, por lo que nuestra empresa se encuentra en un limbo jurídico, no es ni pública ni privada, con los límites que eso implica para el manejo de recursos, compras, ventas, etc.

Seguramente mirando hacia atrás muchas cosas las haríamos diferente. Pero estamos orgullosos de que hoy el pueblo venezolano tenga una empresa produciendo y más de 300 familias conservando su fuente de trabajo y avanzando cada vez más en sus beneficios. Y eso hizo que en estos tres años hayamos podido mantener una paz laboral que no se ha visto en ninguna otra empresa de Guayana. ¿Conoce el señor Luis Roa un caso similar en Guayana?

La situación actual: problemas urgentes a resolver y un Alerta
Como es sabido, Briqven tiene nuevo presidente desde el 12 de agosto, el General Pablo Mora Zoopi. Su nombramiento fue parte de los cambios en las cuatro briqueteras y tal como manifestamos en un comunicado anterior se hizo sin ninguna consulta con los trabajadores (ver http://www.aporrea.org/trabajadores/n234532.html ). Llama la atención que ni Luis Roa ni muchos que dicen estar por el Control Obrero hagan ningún comentario sobre el hecho de que trabajadores electos por la base para encabezar una empresa sean destituidos por televisión y sin ningún tipo de consulta con los trabajadores que los eligieron.

A diferencia de los que nos ocurrió a nosotros hace cuatro años, las nuevas autoridades que hoy asumen se encuentran con una empresa produciendo y con la posibilidad de acceso a inversiones y a la resolución legal del status jurídico de la empresa, cosa que nosotros no tuvimos en estos años. Tal como decíamos en el comunicado citado, “Dejamos clara nuestra disposición de trabajar por la mayor productividad de la empresa y pedimos a cambio que se respete el diálogo y la voluntad de los trabajadores, así como nuestros beneficios.” Si esto se cumple, el General Mora contará con todo nuestro apoyo.
Sin desestimar las sugerencias que el señor Luis Roa hace en su artículo, respecto a la realización de auditorías y otras propuestas, es necesario responder de manera urgente a algunas situaciones preocupantes que se están presentando y que ponen en riesgo la producción, por lo que hacemos un alerta y un llamado al Ministro Menéndez y al General Osorio, Presidente de la CVG para resolverlos:

1- A más de un mes de haber asumido el nuevo Presidente aún no se ha formalizado su nombramiento, por lo que se encuentra inhabilitado para firmar cualquier tipo de resolución, provocando gran cantidad de inconvenientes para el normal funcionamiento de la empresa.
2- Es necesario de manera urgente finiquitar el proceso de nacionalización y la constitución de la empresa Briqueteras de Venezuela (Briqven), aprobada ya por la Asamblea Nacional.
3- Resolver de manera urgente la falta de materia prima (pellas, cal, mineral, etc) que se está padeciendo en la región y que pone en riego la producción.
4- Dar continuidad, atender y responder a las discusiones que el Sindicato venía manteniendo con el Comité Operativo Transitorio por el nuevo contrato colectivo y la hoja de cálculo, entre otros.

Al mismo tiempo hacemos un alerta: Como parte del plan elaborado por los trabajadores y el Comité Operativo Transitorio para terminar con la tercerización, el 1° de octubre debe ingresar a nómina un nuevo grupo de tercerizados. Esto es parte de un punto de cuenta aprobado por la CVG desde el mes de enero. Sin embargo al día de hoy aún no se han comenzado a realizar los trámites previos (exámenes médicos, apertura de cuentas, dotación, etc) para que eso se concrete. Si a poco de asumir las nuevas autoridades se viola un acuerdo hecho entre los trabajadores, el Comité Transitorio y la CVG es una muy mala señal que pone en riesgo la paz laboral que hemos construido en estos años.

*Luis Ruiz, Cesar Bruces, Francisco Ruiz, Martín Poliak, Daynis Rodríguez, Marcia Mayora


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