En las refinerías
de petróleo, el crudo no solo se transforma en gasolina 45%, diesel
o fuel 21%, kerosén 9%, combustible de avión 1.3% aceites residuales
6.8% gas licuado de petróleo (GLP) 3.6%, Coque 4%. Estos porcentajes
varían con modificaciones tecnológicas, en algunas décimas, pero
no mas.
En la cadena
petrolera las refinerías son los eslabones donde encallan los intereses
de las multinacionales, de los gobiernos y de todas las industrias.
Las sociedades en su conjunto exigen combustibles a bajo precio, esto
significa que los niveles de consumo se incrementan bajo un mismo ritmo.
El mercado industrial y el consumo deben moverse a la par de las porciones
derivadas del petróleo. No puede haber más vehículos a gasolina que
a diesel, y si crece la demanda para combustible de avión, debe crecer
la demanda del resto de la torta petrolera.
Hay muchos
y muy pesados intereses políticos que confluyen en la trama petrolera
y en la industria petroquímica. Se construyo una sociedad que baso
su desarrollo en la adicción al petróleo, dando lugar a que este invada
los campos, la mente , la estética, las calles, el aire, los mares,
las naciones, por ende la soberanía, el petróleo, nos quito la libertad
y gran parte de la dignidad.
Las guerras
por petróleo, de los grandes países industriales, pero espacialmente
el imperio norte americano, definen su poder económico y militar en
torno al petróleo, no importa si este esta en su propio suelo, o si
pertenece a otros países, lo importante es tener acceso seguro al crudo.
Es justamente por la creencia de que los derivados del petróleo, son
los que nos aseguran una calidad de vida aceptable, y que la vida no
es posible sin ellos, lo que ha convertido a la sociedad de siglo XX
en una sociedad adicta al petróleo.
El siglo XX
fue el siglo del envenenamiento y de la muerte masiva de la gente y
de la vida del planeta. Este envenenamiento es producto no solo de los
desechos producidos durante la extracción del crudo, sus derrames por
tierra y mar, la acidificación de las lluvias son también consecuencias
de la petroquímica, los COP (contaminantes orgánicos persistentes),
los combustibles, los fármacos, los desechos hospitalarios y otros
compuestos que se producen a partir del petróleo, que se descargan,
se acumulan en el planeta y están matando a la tierra.
Revisando la
historia las peores amenazas y perdidas a la soberanía de las naciones
son producto de guerras, por las intrigas, por petróleo. En el
siglo XX se origino y se consolido como la era del poder supremo de
las trasnacionales, en donde con la presión, la manipulación y la
corrupción de gobiernos títeres de la mayoría de estados, se empuja
la renuncia de la dignidad y soberanía nacionales. Por ello mismo,
unos de los pasos más importantes de las naciones del sur fue la constitución
de la OPEP, reactivada en gran medida por Chávez, uno de los causantes
del alza del precio por barril de petróleo, cada vez rompiendo récord,
el verdadero precio esta sujeto a la lealtad de los países miembros
de la OPEP para no abrir la llave de sus pozos, obligando al imperio
a seguir pagando el alza o cambiar su política consumista. También
esta seria otra arma de doble filo para los EEUU, en todo caso, el petróleo
esta en el campo norteamericano, ellos deciden, por ahora la próxima
jugada.
El siglo XX
fue construido desde una base industrial petrolera, se desarrollo una
cultura basada en un patrón de consumismo energético, material nocivo
y adictivo, que a enfermado a miles de millones de personas, mientras
exterminaba otras miles de culturas étnicas, con usos y costumbres
sanas y ecológicas, solo unas pocas han logrado sobrevivir de manera
mas aisladas, empobrecidas e indefensas.
Para las naciones
del sur, el modelo petrolero significo hacer perpetuo la dependencia
tecnológica el endeudamiento y el empobrecimiento, como consecuencia,
la deuda ecológica, del norte con el sur, que se inicio en la conquista,
se incremento. Las empresas petroleras tienen una deuda económica ecológica
con el mundo, las comunidades campesinas y los pueblos indígenas especialmente.
Por una parte
la infraestructuras mal hecha, viejas y con poco mantenimiento, de las
multinacionales que operan en países del tercer mundo, no así, en
sus refinerías e instalaciones ubicadas en los países desarrollados,
donde cumplen todas las normas de seguridad ambiental e industrial.
Y mientras esto ocurría, hemos aceptado sufrir por separado cada una
de las agresiones. Peor aun, enfrentados unos contra otros. Como habitantes
de un país en guerra con otro, como trabajadores petroleros contra
comunidades indígenas, como pueblos del norte y el sur, como empobrecidos
de las ciudades, como enfermos del consumismo, como los que proponen
contra los que critican, pacifistas y ambientalistas, indígenas y campesinos,
todos con el mismo problema pero enfrentados.
La defensa
de la salud, de la alimentación, la lucha por fuentes de energía sana,
por una agricultura sustentable y soberana, la lucha contra el calentamiento
global, la búsqueda de una química verde asociada a una nueva política
de productos, la lucha contra las trasnacionales que expropian los recursos
nacionales y la autonomía de nuestras naciones, la lucha por la paz
en el mundo depende en gran medida de la unión de los pueblos para
arrinconar a la industria petrolera y a la civilización que la sostiene.
La crisis del
mundo petrolero ya llego a la cima, en una gran parte lo hizo evidente
Chávez por el constante aumento del barril de petróleo y su critica
al consumismo derrochador y sistema capitalista explotador. Entre tanto
resulta evidente que el proceso al nuevo socialismo requiere de creación
de alternativas técnicas, científicas, ambientales, culturales y económicas
que no son completamente evidentes, así como de nuevos mecanismos políticos
y sociales, estos cambios son muy complejos, para que estas revoluciones
pacificas puedan reconstruir la paz y la equidad entre los pueblos latinos,
para renegociar la deuda financiera internacional, reconstruir
la paz y la equidad, recuperar la salud y asegurar la justicia con democracia
revolucionaria.
El daño ambiental
se calcula por la cantidad de emisiones, considerando el petróleo consumido,
las diferencia entre los países industriales y los del tercer mundo
son abismales, así los Estados Unidos consume 4 veces los del continente
africano entero.
En treinta
millones de barriles de petróleo extraídos, es igual a 3.5 millones
de toneladas de carbono, mas de 3 millones de hectáreas de bosques
destruidos, mas ríos, lagos, mares, y reservas de aguas subterráneas
contaminadas.
Si en 700 millones
de reservas de petróleo probada hay 80 millones de toneladas de CO2
calculen ustedes, cuanto carbono tiene Venezuela en sus 100 mil millones
de reservas certificadas o Brasil con sus treinta mil millones de crudo
descubierto, mas los 250 mil kilómetros de tala de bosque tropical
por año, si calculamos que los bosques de la amazonia absorben un 20%
del CO2 mundial para convertirlo en oxigeno.
Y, no importa
si el crudo es pesado, igual sirve a la voraz industria pesada de los
países del norte, ¿Qué es el crudo pesado? El crudo pesado es el
petróleo que se encuentra bajo los 23 grados API, es de menor calidad
que el crudo liviano, por lo tanto es mas barato en el mercado, pero
su refinación es mas costosa, este crudo contiene niveles de concentración
de minerales altamente tóxicos, por lo cual el nivel de contaminación
que provoca su manejo es mas riesgoso, contiene mas cantidad de azufre,
estas convertidas en partículas se esparcen a través de las chimeneas
de las refinerías, el viento las traslada a lugares distantes, al caer
queman tierras productivas y pastos. Cuando llueve se precipita disuelta
en el agua, lo que conocemos como lluvia acida, con graves efectos para
la vida ecológica del área, peor si existen ríos por el sector, la
contaminación es mayor.
Más de la mitad del petróleo utilizado en el mundo, es crudo pesado y es consumido por el transporte. Se calcula que en 100 kilómetros recorridos se emiten 11.2 kilogramos de CO2 con gasolina y 10.32 kilogramo si el vehiculo es a diesel. Las multinacionales petroleras en un 42% basan su economía en sus propias distribuidoras de combustible, a su vez están ligadas con las empresas fabricantes de vehículos que consumen derivados del petróleo, estas a su vez, con las aseguradoras, que están emparentadas con los bancos y estos con todo tipo de industrias. La Electricidad consume 28% de gas o diesel, la industria con 23 % de la energía fósil, según la agencia de mecanismos limpios, precursora del estudio de partes del convenio de cambio climáticos de la Haya.
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