Con Clavel cerrada otra Gestal

Venezuela se ha convertido en un laboratorio político donde enemigos internos y externos del gobernó nacional han experimentado y puesto en marcha múltiples formatos conspirativos, ejercitados, innovados y recreados, por el Departamento de Estado norteamericano, sólo con el objeto de salir de Maduro y así truncar las posibilidades de desarrollo progresivo del proceso social y político por el que transita Venezuela.

Desde esa perspectiva, con el arribo del último tanquero iraní, CLAVEL, a territorio nacional, el país cierra otra Gestal. Venezuela le propina una nueva derrota política al Pentágono y a su presidente transitorio. Hecho este que infiere que Trump es puro bla, bla, bla, es un guapetón de barrio que ataca a Estados indefensos militarmente, pero fuertes en espíritu y moral, y es pura bulla con los países con tecnología militar avanzada y de última generación, como lo son China, Rusia e Irán.

Esa afirmación no es una exageración. Es la percepción que uno puede construir después de 20 años de conspiraciones, golpes de estado, guerras de cuarta generación, sanciones, guarimbas, incursiones frustradas, felonías y traiciones, que hemos conocido en los últimos 20 años en Venezuela y en los 40 años de la revolución islámica de Irán.

Sin pecar de ingenuidad, este comentario no subestima la capacidad militar y financiara de los EEUU, solo intenta recordar el marco referencial de los fracasos de las conspiraciones y complot que hemos conocido contra esas dos naciones que optaron por la independencia y la soberanía nacional.

En ese orden de ideas, con el tanquero CLAVEL, ya en puerto seguro, se ha cerrado un nuevo capítulo victorioso para la solidaridad internacional y para ambas naciones. Han caído expectativas y han crecido expectativas. Cayeron las que plantearon un conflicto más allá de las sanciones, los que apostaron al bloqueo marítimo en el mar caribe de los cinco tanqueros iraníes, las que apostaron a una conflagración mundial y las que tenían el sector guerrerista del pentágono.

Crecieron aquellas expectativas que siempre han jugado a la derrota del imperio norteamericano, las que plantean la gestación de un nuevo orden internacional, las que juegan a la auto determinación de los pueblos, las que apuestan a la multipolaridad y a la aparición de un nuevo bloque histórico internacional que sirva de contrapeso a las arbitrariedades del "policía" del mundo y las que jugaron a la paz.

En fin, el Pentágono midió esa realidad correlativa de las fuerzas nacionales e internacionales y como conjetura parece que al contrastar la realidad situacional mundial y nacional de las últimas dos décadas del siglo XX con la realidad situacional de las dos décadas transcurridas del siglo XXI, optó por mantenerse distanciado, colocando las sanciones por encima de una acción militar y de un bloqueo marítimo directo.



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