Como hemos observado en los últimos tiempos Venezuela es blanco de un ataque sistemático para diezmar las fuerzas políticas, económicas y sociales. Un plan que apunta a derrocar el gobierno de Nicolás Maduro en definitiva.
Tal como en la novela de García Márquez que relata la inminente muerte del incauto Santiago Nasar tras una serie de sucesos desafortunados, que todos excepto el, sabían que llevarían a su estrepitoso fallecimiento, los acontecimientos de la historia reciente demuestran la similitud que guarda el libro con el destino de nuestro país.
En ambos casos hay una supuesta violación del honor y de las buenas costumbres por parte del infortunado, factor que impulsa la conspiración y el asesinato. La justificación que hoy tiene el imperialismo para ceñirse contra un pueblo, es el desgastado argumento de la violación de derechos humanos y crisis humanitaria.
Así mismo recurrimos a esta analogía literaria para explicar el fenómeno que ocurre en la actualidad, en donde las fuerzas e influencias pro-imperialistas operan siempre buscan paso a paso arrinconan el movimiento Popular (representado siempre por un líder y de vez en cuando por un incauto), para tasajearlo de forma violenta hasta exponer su flora visceral, tal como los gemelos Vicario a Santiago Nasar.
Muestra de tal intensión es la evidente triangulación de esfuerzos internacionales en contra de nuestra Nación, una serie de hechos que son claros y que develan el ulterior objetivo e intereses del Poder Norteamericano.
Estos los indicios;
1) Cerco mediático las 24 horas de cada día en las noticias internacionales para exponer una realidad que no existe en Venezuela, al dictador socialista.
2) Instalación de 7 bases militares estadounidenses en Colombia. A partir del 30 de octubre 2009.
3) Nos declaran amenaza inusual. A partir del 9 de marzo 2015. Se abre la lista negra de funcionarios. Van 40 y en aumento.
4) Sanciones y bloqueo económico. 19 de marzo 2018. Cerco que impide las transacciones y financiamiento a nuestro país.
5) En los países fronterizos; Brasil y Colombia están ahora Presididos por políticos de ultra derecha, fascistas de manifiestas intensiones de apoyar el derrocamiento de Maduro.
(Sin mencionar el golpe de estado efectuado al Presidente Hugo Chávez el 11 de abril del 2002).
En definitiva hablamos de una hostilidad en todos los sentidos, razón por la cual vemos la promoción de intrigas, Amenazas militares, desprestigio, acusaciones falsas, noticias ficticias por parte de los medios internacionales, hechos para calumniar la imagen de nuestra soberanía, además de la no cooperación y sabotaje económico que se lleva a lo interno del país.
La razón por la cual aún no superamos, en gran medida, esta coyuntura es porque parece ser que nuestro presidente Nicolás Maduro esta igual, o más despistado, que el personaje de García Márquez. Hay todo un plan configurado desde la casa blanca para su derrocamiento y al parecer nuestro incauto no sabe lo que se avecina, un enemigo que lleva años afilando el cuchillo y está a punto de arremeter.
Mientras el pueblo, que sufre esta guerra, exige hoy más que nunca que Nicolás Maduro y su gabinete se ponga en sintonía con la realidad, dé las respuestas y acciones que sus gobernados esperan. Queremos que nuestro líder sea decisivo, conozca a su enemigo y se conozca a sí mismo, que no sea un desorientado, ambiguo e irresoluto, de lo contrario… para quien leyó el libro sabe cuál será el final de esta historia, a diferencia que no solo hay una vida en entredicho, será una masacre de innumerables perdidas.
Lo decía Maquiavelo; Un príncipe que ocupa más su tiempo en los placeres de la vida, y no al arte de la guerra está destinado al fracaso.
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