El viaje de Trump a la Florida sirvió para finiquitar el acuerdo alcanzado con los legisladores cubanoamericanos que también representan a los guarimberos venezolanos en Washington. Es una decisión bloquear económicamente al gobierno revolucionario de Venezuela con dos objetivos: acabar con Nicolás Maduro y con Raúl Castro a quienes consideran complementos imposibles de sostenerse porque mantienen una relación de dependencia insalvable después de la muerte de Chávez y Fidel. La lectura equivocada que hacen es que hoy estamos como en 1991 cuando se vino abajo la Unión Soviética y el gobierno cubano quedó sólo en el mundo.
A pesar de la convivencia y dependencia entre el exilio venezolano y el cubano, la reiterada quema de la bandera cubana en Venezuela, resintió la alianza entre la gusanera cubana de Miami y el exilio venezolano petrodolarizado, de guarimberos, banqueros, empresarios, narcos, palangristas, terroristas, entre otras especies, que tienen como denominador común muchas características: ladrones, lacayos, prófugos de la justicia, anticomunistas, anticastristas y antichavistas.
Desde el restaurante Versailles, en Miami, una de las más conservadoras y radicales organizaciones anticastristas le dio el ultimátum a los guarimberos venezolanos; que no podían quemar la bandera de Cuba y remedio santo. Al otro día, desde Venezuela, enviaron una grabación prohibiendo quemar la bandera y exhortando a quemar la bandera roja y negra del Movimiento 26 de julio que es la que ellos consideran "invasora" y procastrista.
Sin dudas, las ambiciones de acabar con los gobiernos de Cuba y de Venezuela andan juntas. Las ven como una posibilidad que tratan de precipitar, de allí que la estrategia tenga los apoyos correspondientes entre las organizaciones políticas de la derecha internacional con sus medios de comunicación y la jungla que hacen vida en el exilio dorado norteamericano.
Está en ejecución la hoja de ruta establecida para derrocar primero a Nicolás Maduro y como añadidura a Raúl Castro. Entre las medidas que consideran implementar está la suspensión de las importaciones de petróleo que llevaría al colapso económico del país caribeño. Una medida que podría tener un serio impacto en el mercado energético mundial como han denunciado expertos.
Con el objetivo de evaluar los pasos que vienen antes de decretar el embargo al petróleo venezolano han contactado a la mayoría del liderazgo opositor que está de acuerdo con cualquier propuesta norteamericana que les permita retomar el poder, hasta la invasión militar utilizando como pretexto atender la crisis humanitaria. Al frente de esta iniciativa anda la meritocracia expulsada de PDVSA que es la misma que estimula el paro indefinido que sectores de la oposición están anunciando pero que no se atreven a activar.
En esa situación EEUU podría utilizar sus reservas estratégicas con el fin de cubrir inicialmente la falta del petróleo venezolano en sus refinerías. Ya el presidente Trump ha declarado la disposición de vender la mitad de sus reservas estratégicas, las cuales alcanzan los 700 millones de barriles que impedirían una subida drástica de los precios. Hasta tanto "resuelvan" la situación de la crisis en Venezuela que les garantizaría una fuente cercana, barata y confiable del crudo por más doscientos años.
La actitud irresponsable del gobierno de los Estados Unidos está comprometida en la conspiración en contra del gobierno de Venezuela pero a la vez atenta contra las relaciones del comercio internacional en rubros como el energético que provocaría una crisis mundial de incalculables consecuencias.
Lo que hoy está en juego en Venezuela (Caracas, Hotel Eurobuilding, 3 de febrero de 1999), a decir de Fidel Castro, durante el encuentro con empresarios venezolanos: "Lo que tienen que tener presente los venezolanos no es solamente el control del petróleo que algún día se va a acabar. ¡Ustedes creen que venimos a llevarnos el petróleo de Venezuela! Y sí, es verdad que es importante el petróleo, pero más importante es la energía bolivariana que está desparramada y jamás se agotará. Fidel tenía razón, la prueba es que después de 200 años continúa la gesta bolivariana avanzando para lograr la definitiva independencia de Venezuela y de los países que conforman la idea bolivariana de integración.
agapitoman1926@yahoo.com