El título de este Mini-Ensayo, constituye un llamado de atención, ya que en la República Bolivariana de Venezuela y en otras parte del mundo, está proliferando el uso de audífonos conectados a los "Smartphones", es decir teléfonos celulares inteligentes, instrumentos que algunas o muchas veces lo son más que nosotros.
Esta situación que visualizo y proyecto en estas reflexiones, constituyen "per se", un problema que pudiese afectar la salud pública y la idea es corregir los males y amenazas a tiempo.
Realmente, son los jóvenes y adolescentes los que usan mayormente los audífonos, para saciar sus deseos de "escuchar música en todo el tiempo", acá nos encontramos con un primer elemento que puede ser nocivo, que es la posibilidad real y objetiva de distraerse, especialmente cuando la persona se encuentra en actividad fuera de su hogar, en este sentido he llegado a observar personas conduciendo un vehículo con los audífonos enganchados a las orejas.
El segundo elemento, se refiere a la posibilidad que los audífonos dañen los oídos y puedan, si se usan con un alto volumen, conllevar a perdida de audición que se denomina HIPOACUSIA o producir zumbidos en el oído, afección , denominada TINNITUS, ACÁ SE ENCIENDEN LAS ALARMAS, recomiendan los especialistas NO UTILIZAR MUCHO TIEMPO EL DISPOSITIVO Y USARLO DE MANERA RACIONAL Y MODERADA .
Es de significar, que el sistema auditivo es muy complejo y delicado, luego introducir ruidos o sonidos desde el exterior siempre implicará un riesgo que a la luz lógica y del entendimiento debiese evitarse.
CONCLUSIÓNES.
Me asalta la siguiente interrogante: ¿Cuánto es la intensidad del volumen que se considera moderado para una determinada persona? Profundizando en el tema que nos ocupa y aplicando un razonamiento lógico, podemos asumir que no existe un volumen moderado "standard", es decir que sea aplicable a todas las personas, quizás lo que sea moderado para algunas para otras pudiese implicar, de acuerdo a su sensibilidad auditiva un volumen excesivamente alto.
Lo señalado anteriormente implica que todas las personas en su composición anatómica, biológica, psicológica, etc., SON DIFERENTES, son como las huellas de identidad que son ÚNICAS; luego para determinar el volumen que es moderado para determinado individuo, éste debiera someterse a estudios auditivos con un profesional en la materia para cerciorarse de cual es el que le corresponde colocar a su audífono, estoy seguro que solo una cantidad ínfima de personas se sometería a dichos análisis.
En mi concepto por razones precautelativas NO USARÍA JAMÁS AUDÍFONOS, no obstante dejo al libre y sabio juicio de mis apreciados lectores el tomar una decisión o asumir una posición al respecto.
Finalmente, insisto en la inquietud reflejada en este relato y sugiero que las autoridades competentes hagan un análisis de la situación y pudiesen emprender una profusa campaña publicitaria explicando a los ciudadanos los riesgos que comporta el mal uso de los audífonos.
Siempre repito que el fin supremo del comunicador social es alertar de situaciones que pueden perjudicar al ser humano y no solo eso, aportar soluciones para el buen vivir en sociedad, en conclusión es un apostolado de la vida, ya que todos estamos comprometidos a contribuir con el bienestar colectivo.
¡CUIDADO , LA TECNOLOGÍA MALENTENDIDA PUEDE SER UN VENENO!
Si estas reflexiones han sido de su agrado, mucho apreciaría que las distribuyan entre sus amigos y allegados.
"ARAR NUNCA ES MALO, AUNQUE SEA EN EL MAR" DR.CARLOS TORREALBA PACHECO.ABOGADO,LIC.EN CONTADURÍA PÚBLICA, LIC. EN ADMINISTRACIÓN COMERCIAL…..
