La consciencia del nosotros condición esencial para la participación ciudadana

El presente artículo parte de la proposición de que la participación ciudadana activa se fundamenta en la consciencia del nosotros, esto es, la capacidad de los ciudadanos de reconocerse como parte integrante de su comunidad, donde lo que afecta a uno aqueja a todos.

Bajo la premisa de que la consciencia del nosotros es el cimiento de la participación ciudadana, esta se concibe en los términos expuesto por El Troudi (2004, citado en Di Zacomo, 2016), quien la define como: "una dinámica mediante la cual los ciudadanos se involucran en forma consciente y voluntaria en todos los procesos que le afectan directa o indirectamente". (p. 114).

En Venezuela, el derecho a la participación ciudadana ha sido consagrado constitucionalmente como un principio fundamental. En efecto, el artículo 62 de la Constitución de 1999 instituye la participación en la formulación, ejecución y control de la gestión pública, como el medio ineludible para alcanzar el protagonismo del pueblo. De tal manera que, de acuerdo a lo establecido constitucionalmente, la participación ciudadana no se circunscribe exclusivamente a los procesos electorales. No obstante, se estima que la sola proclamación constitucional y legal de la participación ciudadana, no basta para que esta emerja, pues resulta insuficiente la declaración expresa del derecho de participación si los ciudadanos carecen de la consciencia del nosotros para ejercerlo. Sobre este particular, son importantes aportes de Marx y Searle.

En este contexto, el planteamiento de la acción social de Marx permite diferenciar comunidades que piensan en un "nosotros" desde una posición pasiva, y las que transcienden del pensar a la acción en beneficio de un "nosotros". Por su parte, la contribución Searle permite comprender que los individuos mediante sus acciones colectivas de un "nosotros" cimientan de forma consciente los hechos sociales.

Ahora bien, una participación ciudadana consolidada, cuyas acciones y praxis respondan a la consciencia del nosotros demanda una intencionalidad colectiva, que se forma en la mente como un "nosotros".

La intencionalidad colectiva se refiere al bien buscado por los individuos de una determinada comunidad que deliberadamente en un "nosotros" la instituyen, lo cual involucra la facultad natural de ser parte de la colectividad, la distinción de las actividades de la condición de un "nosotros" como individuos, el uso del lenguaje, la coexistencia y la conducta social. Destacando que, el lenguaje posibilita la existencia tanto de la conciencia como de la intencionalidad. (Rodríguez, 2018).

Se quiere con ello significar que, la consciencia del nosotros involucra un lenguaje y un entorno social enmarcado en el reconocimiento de los "otros", que conlleva a concebir un "nosotros". De tal manera que, en consonancia con la concepción biopragmática de la conciencia colectiva, la consciencia del nosotros se fundamenta en la naturaleza humana, el lenguaje y en las prácticas sociales.

Visto de esta forma, la consciencia del nosotros es intrínseca a cada ser humano pues constituye un fenómeno natural que mora en la mente de cada individuo, y que le permite desenvolverse en comunidad. Mientras que, el lenguaje es el medio que posibilita que el "nosotros" de cada mente individual construya colectivamente la sociedad.

La consciencia del nosotros implica valores de solidaridad y sentido de pertenencia por lo colectivo. En efecto, los ciudadanos con consciencia del nosotros están prestos a cooperar en la solución de los problemas de la comunidad, velar por la justicia social, exigir la materialización de las demandas colectivas, y controlar la gestión pública. Destacando que, la consciencia del nosotros incluye además el reconocimiento y respeto de las diferencias de los "otros", pues como lo reconocía Marx, la unidad del ser humano se concibe basada en el reconocimiento de las diferencias, pues cada ser humano es diferente en sus habilidades y necesidades.

Así pues, una participación ciudadana arraigada en la consciencia del nosotros tiene la capacidad de generar mecanismos de autogestión, dar respuesta y superar cualquier tipo de embate, constituyendo un apoyo para el Estado y no una carga para el mismo. Pues, la participación ciudadana efectuada exclusivamente en torno a las carencias de las comunidades, en espera de recursos por parte del Estado para cubrirlas, constituye una nueva forma de clientelismo de Estado. En tal sentido, es imprescindible que la participación ciudadanía vaya más allá del carácter reivindicativo de las demandas, es decir, que genere innovaciones que trasciendan su comunidad y se oriente a la construcción de hegemonía para la transformación social.

Así las cosas, resulta esencial el fortalecimiento de la consciencia de nosotros para que los ciudadanos participen en función de los intereses económicos, ecológicos, sanitarios, y culturales de la comunidad, construyendo un sólido capital social, que contribuya con el aparato productivo, el desarrollo endógeno científico y tecnológico, la diversificación de la economía, la mengua de la dependencia petrolera mediante la producción y consumo de fuentes de energía alternativos, y la protección ante pandemias de enfermedades nuevas, o cualquier asedio a la defensa y seguridad de la soberanía nacional.

En este sentido se comprende que, para materializar la participación ciudadana consagrada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), es necesario arraigar la consciencia del nosotros. Destacando que, una participación ciudadana activa se encarga de vigilar y exigir el progreso de las políticas públicas, involucrando a los ciudadanos en los asuntos de interés público, habiendo una interrelación activa entre los ciudadanos y el Estado en beneficio de la comunidad.

Finalmente, se concluye que, la consciencia del nosotros es condición esencial sobre la cual se construye la participación ciudadana activa, siendo inminente la activación de una enérgica política pública educativa y comunicacional, dirigida a toda la población, para consolidarla. Ello, bajo la concepción de que la consciencia del nosotros se fundamenta en la trilogía: naturaleza humana, lenguaje y prácticas sociales. El presente artículo parte de la proposición de que la participación ciudadana activa se fundamenta en la consciencia del nosotros, esto es, la capacidad de los ciudadanos de reconocerse como parte integrante de su comunidad, donde lo que afecta a uno aqueja a todos.

Referencias bibliográficas

Rodríguez O., A. M. (2018). Conciencia colectiva: del estructuralismo marxista al biopragmatismo. Cuadernos de Filosofía Latinoamericana, 39(119), 153-173. DOI: http://www.doi.org/10.15332/25005375.5055

Bibliografía consultada

Boaventura, S. (2004). Democracia y Participación. El ejemplo del presupuesto participativo de Porto Alegre. 1ra edición en español. Quito-Ecuador. https://biblio.flacsoandes. edu.ec/catalog/resGet.php?resId=51116

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (1999). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N°5.453 Extraordinario, del 24 de marzo de 2000.

Di Zacomo, W. (2016). La participación ciudadana en Venezuela como plataforma del poder ciudadano. CIEG, 26(4), pp. 111-129. http://www.grupocieg.org/archivos_ revista/Ed.%2026(111-129)-Di%20Zacomo%20Wladimir_articulo_id270.pdf

Güendel, L. (1999). La política pública y la ciudadanía desde el enfoque de los derechos humanos: La búsqueda de una nueva utopía. UNICEF, San José, Costa Rica. https://www.civilisac.org/civilis/wp-content/uploads/derechos-humanos-y-polc3adticas-pc3bablicas-guendel-1.pdf

Guillen, A., Sáenz, K., Badii, M.H., & Castillo, J. (2009). Origen, espacio y niveles de participación ciudadana. Daena. 4(1), pp. 179-193.

León, M. (Octubre de 2003). El Control de la Administración Pública en Venezuela: la Transparencia como Limitante. En la Instauración de Instituciones Públicas Comprometidas: el Marco Adecuado Dentro de la Nueva Gerencia Pública, VIII Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública. Congreso llevado a cabo en el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, Panamá.

Ortega, J. y Pimmer, S. (2010). Movimientos sociales en el Estado ampliado. Una lectura desde Gramsci. Sociológica, año 25, número 72, pp. 185-199.

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Yrayma de las Nieves Castillo Liendo

Doctorando en Ciencias para el Desarrollo Estratégico. Especialista en Derecho Administrativo, Gestión y Control de las Finanzas Públicas. Abogada y Lcda. Estudios Internacionales.

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