Hugo Chávez y Democracia Directa

Los Consejos Comunales son la práctica de la democracia directa. Son el
gobierno autónomo de las comunidades organizadas para le dirección de su
propio destino. Voceros, se denominarán a aquellos que las asambleas de
ciudadanos escogen por mayoría para que lleven la voz de sus respectivas
comunidades o grupos al Consejo Comunal. Es esto algo novedoso y, al fin, se
neutralizará al representante, elemento de la democracia representativa
antagónico a la democracia directa, quien siempre usurpa la función que le
compete a la asambleas. Los Consejos Comunales, bien claro lo definió el
Presidente, son la parte más simple y pequeña de la estructura de la
sociedad socialista para el ejercicio de la autogestión. Esto es la toma de
decisiones directamente por parte de la comunidad organizada, en su ámbito
de competencia, sin que medie ningún tipo de intermediación (partido
político, gobiernos locales, ONG o instancias similares). La democracia
directa, ahora con mayores posibilidades de ser entendida por el pueblo a
través de los Consejos Comunales, es la esencia de la teoría del Socialismo
del Siglo XXI. La democracia directa es la transformación del gobierno en
instrumento del pueblo, consigna en boca de Hugo Chávez desde 1997, cuando
Miraflores era potencia y no acto todavía. Ahora, casi 10 años después, van
tomando cuerpo las ideas ductoras de la revolución.

Hay que singularizar, por estar inmerso en el escenario de la confrontación
contra el imperio, que la democracia directa es fundamentalmente
antimperialista. Su cuerpo de preceptos induce a quien la practica a asumir
las posturas que exige el realismo político: posición ideológica frente al
mundo, actitud política frente al cambio y convencimiento económico ante los
medios de producción. Racionalmente al alcanzar esos niveles de conciencia,
se obtiene la sabiduría de identificar la condición universal que atenta
contra la prosperidad, la paz y el equilibrio armónico entre los pueblos.
Razón que permite la emisión de juicios sobre la intención de la hegemonía
mundial y las pretensiones de sojuzgamiento del universo entero por parte de
Estado Unidos. Eso es imperialismo: la búsqueda por dominar el espectro
mundial haciendo uso de la violencia. La democracia directa es lo opuesto a
la opresión, al sometimiento y a la acción de subyugar a los demás. Es
emancipación y justicia.

La democracia directa, por ser una tesis revolucionaria, es también cambio
en las relaciones de poder. Transferir la toma de decisiones al pueblo,
significa autogobierno. Es la liquidación del ³dedo² hegemónico, sustituido
ahora por las decisiones de las bases, organizadas y conscientes, en todas
las instancias políticas relacionadas con el destino de la sociedad. Cambiar
las relaciones de poder y estimular la capacidad del ser humano para
discernir y elaborar juicios propios y, en consecuencia, vislumbrar su
propio destino es el fin ulterior de la revolución. Eso es lo que plantea la
democracia directa.

Además, la democracia directa es la búsqueda del Bien Común. Aquí estamos en
presencia de la racionalidad del socialismo. El Bien Común es la
satisfacción de las expectativas del colectivo en sus niveles más elevados
de lo moral, lo material, lo ético y lo espiritual. El Bien Común se
sustenta en dos columnas espirituales: el amor al prójimo y la buena
voluntad. El Bien Común es entonces la meta de la revolución socialista. El
Bien Común transforma los valores humanos, desarrolla las virtudes del ser,
fomenta la conciencia nacional y conduce a la comunidad hacia lo que
Ludovico Silva sostenía en sus análisis marxistas como la ³energía
morfo-genética². Esto es la generación de un nuevo ser con base en una
cultura humanista y en la praxis revolucionaria. Sinónimo pues de democracia
directa es el Socialismo del Siglo XXI, cuya materialización es la
implantación de las metas que en común sostiene con la democracia directa.

Hugo Chávez, líder del Proceso y sujeto generador del Socialismo del Siglo
XXI, es ahora mentor y principal sostenedor de la democracia directa. No hay
otro camino. Esta es la vía por la que tiene que transitar la Revolución
Bolivariana. Muestra y prueba contundente de ello es la constitución de los
Consejos Comunales, instrumento jurídico-político parido por el propio
Presidente de la República.
izarraw@cantv.net


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William E. Izarra

Oficial de las FANB, retirado como Comandante (Teniente Coronel) de la Aviación Militar. Siendo oficial activo logró realizar estudios en todos los niveles académicos del saber universitario obteniendo su título como Licenciado en Educación (UCV); Maestría en Planificación (Harvard University) y Doctorado en Ciencias del Desarrollo (Cendes, UCV). Ha sido miembro del MBR-200, MVR, PSUV, Director Nacional de Ideología del Comando Maisanta, Colectivo Democracia Directa y creador del Centro de Formación Ideológica (CFI). Ha ocupado algunos cargos dentro del Gobierno Bolivariano Revolucionario bajo el mandato de Hugo Chávez Frías, siendo unos de los más relevantes el de Vice-Ministro de Relaciones Exteriores para Asia, Oceanía y Medio Oriente. Ha escrito una serie de folletos y libros para la compresión de los valores y principios socialistas.

 izarra1947@gmail.com      @williameizarra

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