Los taxistas que dieron el Premio Nobel de la Paz de MCM

La historia del premio nobel de la paz de MCM comienza el 8 de septiembre de 2025 cuando se realizaron elecciones parlamentarias en Noruega que permitieron la llegada al poder de una considerable cantidad de nuevos parlamentarios. Tres semanas después, justo en el periodo de la resaca electoral, el nuevo parlamento se enteró que deberían elegir en 2026 a tres nuevos miembros de los cinco actuales que componen el Comité Noruego del Nobel, los cuales tendrían el deber de escoger el Premio Nobel de la Paz, un premio que se otorga a "la persona que haya realizado la mayor o mejor labor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos permanentes y la celebración y promoción de congresos de paz".

También se enteraron que las candidaturas para el premio nobel de la paz de 2025 ya se habían cerrado el 31 de diciembre de este año y que los otros dos miembros restantes fueron elegidos en 2024 y ocuparían sus cargos hasta 2029.

Como era de esperarse, un grupo nuevos parlamentarios, ahora empoderados, se interesaron por contactar a esos cinco jueces para tratar de agregar a Donald Trump entre los candidatos. Y en poco menos de un mes, estos jueces se volvieron muy populares, a saber: Jorgen Watne Frydnes (administrador desempleado de empresas de 40 años que hace carreras de UBER a menudo y que fue acusado por violar varias leyes corporativas noruegas); Asle Toje (un académico internacionalista de 51 años que también hace viajes en UBER de vez en cuando); Anne Enger (exministra de cultura y exgobernadora del condado de Ostfold de 75 años y ama de casa); Kristin Clemet (exparlamentaria de 68 años, desempleada) y Gry Larsen (una exasesona y exparlametaria de 49 años que en la actualidad trabaja para fundaciones benéficas).

Sin embargo, los cinco miembros del Comité se aferraron a las reglas y la tradición y, a la final, las peticiones de incluir a Trump en la lista de candidatos fracasaron, pese a la insistencia de Marcos Rubio, actual secretario de Estado de Estados Unidos de América y asesor de seguridad nacional de Trump.

Obviamente, tal insistencia no pasó desapercibida por esos parlamentaristas y pronto supieron que, un año atrás, cuando la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de 2024 estaba en dudas, Marcos Rubio, Rick Scott y Michael Waltz, que en ese entonces eran senadores, enviaron una carta dirigida al Comité Noruego del Nobel en la que se apoyaba la candidatura de Machado al premio.

En cada uno de los 9 partidos políticos del nuevo parlamento noruego aparecieron las alarmas, pues era evidente que el comité tomaría una decisión relacionada con esa fulana carta que ahora Marcos Rubio quería desesperadamente echar para atrás para congraciarse con su jefe.

Muy por debajo de la mesa, varios nuevos parlamentarios se acercaron al comité para reinsistir y para advertir que la decisión del ganador del premio nobel de la paz de 2025 debía estar en concordancia con las necesidades políticas actuales y, que más bien, no desafiara la realidad política internacional circundante. Y una vez más fracasaron.

Después de que ese Comité dio como ganadora a MCM, la molestia parlamentarista no cesó y criticaron esa decisión porque para comenzar Trump tenía más credenciales a su favor y que, además, ninguno de los miembros del comité pudo identificar correctamente la bandera de Venezuela cuando se la mostraron. Jurándose que en 2026 se elegían a miembros más capacitados para hacer las próximas elecciones del premio y que no fueran, al menos, taxistas de oficio -dijo uno. Cosa que, en lo personal, no lo creo.

Alfredo A. Torrealba (Moscú) ExJefe de mIsión de la embajada de la República Bolivariana de Venezuela en Rumania 2018-2022

segulac@gmail.com



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